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Los rebeldes libios aseguran controlar el 95% de Trípoli, aunque continúan los combates en la ciudad y la incertidumbre sobre el paradero de Muamar al Gadafi.

La capital se ha mantenido en relativa calma este sábado después de una noche marcada por las explosiones y ráfagas aisladas de armas automáticas, especialmente en dos áreas al sur de la ciudad, Abu Salim y Salaheddin. Los opositores han anunciado el control de "todo" el aeropuerto internacional y del distrito vecino de Qasr Bin Ghichir.

Los rebeldes se van afianzando en la capital, Tripoli. 32 barcos con ayuda humanitaria esperan ante la capital para poder descargar. Y el secretario general de la ONU, Ban-ki Moon ha dicho que una misión internacional de paz, de cascos azules, debería ser la encargada de garantizar un nuevo Gobierno de reconciliación.

El secretario general de la ONU Ban Ki-moon ha manifestado su intencion de pedir al consejo de seguridad el despliegue de una misión de paz en Libia. Asegura que el país está en una fase decisiva .Mientras, la OTAN despeja el camino a los rebeldes para la toma del último bastión del régimen.

Los rebeldes creen que pronto toda la capital estará bajo su control. Su gobierno quiere establecerse ya en Trípoli. Por otro lado la escasez de electricidad y de abastecimientos empeora la situación. Allí está un equipo de Televisión Española.

Mientras los rebeldes preparan la transición democrática en Libia, lo que más teme la comunidad internacional es que se repita lo que pasó en Irak. La mala gestión de la postguerra hizo que se descontrolara la seguridad y que aumentara la presencia de grupos terroristas.

Los rebeldes libios han desplazado su gobierno transitorio a Trípoli para intentar comenzar a gestionar el país mientras continúan luchando contra los fieles a Gadafi.

"Proclamo el comienzo del trabajo del ejecutivo en Trípoli", ha declarado Ali Tarhouni, miembro del Consejo Nacional de Transición (CNT) desde la capital. El movimiento es visto como un paso crucial para evitar divisiones en el país, fragmentado por diferencias regionales y tribales, principalmente entre el oeste (Trípoli) y el este (Bengasi, hasta ahora sede del CNT).

En una entrevista, Tarhouni ha subrayado que el nuevo gobierno espera reiniciar las exportaciones de petróleo en un plazo de dos o tres meses, y volver a la máxima producción en un año. Mientras Gadafi volvía a dirigirse a sus seguidores para pedirles que libraran las calles de las "ratas" de la oposición, las esperanzas de un final rápido a los seis meses de guerra se están viendo frustrados. En Trípoli, un número indeterminado de combatientes pro-gubernamentales, posiblemente algunos centenares, según Reuters, continúan disparando en las calles y asediando a los rebeldes. Incluso han bombardeado el aeropuerto, que está en manos de la oposición.

Han entrado armados con martillos y han confirmado que están liberando a cientos de encarcelados que no están involucrados en el conflicto para trasladarlos a zonas seguras. Se estima que el gobierno de Gadafi ha encarcelado a más de 50.000 rebeldes.