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Casi cuatro siglos después de la muerte de Miguel de Cervantes Saavedra, se va a iniciar una investigación para localizar el lugar de enterramiento del autor de El Quijote. De momento sólo se sabe que podría encontrarse en la iglesia conventual del Monasterio de las Trinitarias, en pleno Barrio de las Letras de Madrid.

  • Un georradar buscará sus restos en la iglesia de las Trinitarias de Madrid
  • Los hechos históricos constatan que se enterró allí y nunca fue trasladado
  • El proyecto llevará meses y estiman que cueste alrededor de 100.000 euros

El pasado miércoles, en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares, la periodista y escritora mexicana Elena Poniatowska, se convirtió en la cuarta mujer en recibir el considerado nobel de las letras hispanas. La escritora fue galardonada, de manos del Rey Juan Carlos, con el Premio Miguel de Cervantes de literatura. Un premio que agradeció con un discurso de marcado carácter social en el que una vez más dio voz a los más desfavorecidos.

 Este lunes 28 de abril se pone en marcha un proyecto de investigación para buscar los restos de Miguel de Cervantes, el escritor español más universal, autor de Don Quijote de la Mancha

 Cervantes murió un 22 de abril de 1616 y fue enterrado un día después en el Convento de las Trinitarias de Madrid. Hay pruebas históricas de este acontecimiento, pero poco más, nunca se ha intentado confirmar que los restos de Cervantes siguen allí, en el barrio de las Letras, donde vivió Cervantes y otros muchos escritores españoles. 

 El lunes un georadar entrará en la iglesia del convento para intentar confirmar que todavía reposan allí los restos del autor de la mayor obra escrita en lengua española: El Quijote.

El japonés Hayao Miyazaki firma como director y guionista "EL viento se levanta", la que podría ser su última película antes de retirarse definitivamente y que le ha valido los galardones de Mejor Película de Animación del National Board Review y del Círculo de Críticos de Nueva York. Jiro Horikoshi es un joven que, inspirado por el diseñador aeronáutico Caproni, pasa de soñar con volar a diseñar algunos de los cazas que los japoneses utilizaron durante la II Guerra Mundial.