El Romancero Viejo
El Romancero Viejo es un cuerpo lírico, una resistencia sostenida ante el paso del tiempo, articulado en los romances populares publicados durante el siglo XV, el XVI y a comienzos del XVI. Este conjunto de romances también nos cuenta la historia de una supervivencia: desde la tradición oral, o la palabra dicha ante un auditorio popular que anhela no sólo las noticias más o menos recientes, sino también la fábula, el misterio en danza de la historia que llega recitada de contornos lejanos, y que se fija gracias a la imprenta, que es como ha llegado hasta nosotros. Así, hasta que sean rescatados de esa reproducción oral, estos fragmentos de los cantares de gesta primitivos se escuchan en las rutas que hay entre los pueblos, en las fondas, y finalmente en las plazas, a través de los juglares que los mantienen vivos, y quizá los transforman, en una recreación que tiene también algo de creación cada vez que son dichos, o cantados, para irse acomodando en el recuerdo de las gentes. Hablamos del romance tradicional, que es nuestra manifestación de la balada europea. Bienvenidos al mundo del camino, con la historia cantada en relatos fragmentados, cuando la luz creadora se diluye en la voz colectiva.