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7 días después de su entrada en vigor, decenas de miles de personas han salido a la calle en toda España para manifestarse contra la reforma laboral. Los sindicatos convocantes dicen que es sólo el principio de una movilización creciente aunque emplazan al Gobierno a que negocie con ellos para rectificar el texto.

Algunos expertos alertan del ascenso de los grupos ultranacionalistas en Rusia, y de los intentos de Putin por ganárselos. A dos semanas de las elecciones presidenciales en Rusia, decenas de miles de personas han salido a la calle a favor y en contra de Vladimir Putin, que sigue siendo el favorito. Ayer fueron los partidarios del primer ministro quienes llenaron de banderas ciudades de toda Rusia y acabaron con una colorista caravana en Moscú. Este mediodía ha sido la oposición la que ha desfilado en coche por el centro de la capital para pedir limpieza en las votaciones.

Además de Madrid ese rechazo a la reforma laboral se ha oído esta mañana en otras 56 ciudades en todo el país. En la mayoría, con dirigentes de IU y del PSOE, aunque no han ido ni el número uno ni la número dos de los socialistas.

Los sindicatos se han echado a la calle, de forma masiva, en toda España para decir no a la reforma laboral. El acto central se ha celebrado en Madrid.

El consejo de ministros ha aprobado hoy un aplazamiento en las cuotas a la Seguridad Social para las empresas y trabajadores afectados por la suspensión del acuerdo pesquero con Marruecos. Y hoy han continuado las protestas de las organizaciones agrarias españolas por el acuerdo entre la Unión Europea y Marruecos.

Los recortes que plantean los presupuestos catalanes hoy la comunidad educativa catalana ha llevado a cabo distintas movilizaciones. Profesores, alumnos y asociaciones de padres se han encerrado en 67 colegios. Y en la Universidad Autónoma de Barcelona han impedido que se constituyera el consejo de gobierno.

La policía antidisturbios de Argentina ha cargado contra un grupo de veteranos de la Guerra de las Malvinas que protestaban en Buenos Aires para pedir pensiones. Este grupo de antiguos soldados se han quedado fuera de las pensiones de guerra porque, aunque sirvieron durante el conflicto que enfrentó al país con Reino Unido en 1982, nunca llegaron a estar desplegados en las islas.