Marine Le Pen, "en nombre del pueblo"
Crecida políticamente a la sombra de su padre y fundador del Frente Nacional, Jean Marie Le Pen; considerada en sus inicios, por algunos de sus correligionarios, como poco más que una cara bonita; tachada de "ultra" por sus enemigos, Marine Le Pen ha logrado el pase a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales francesas, que tendrá lugar el 23 de abril, y nadie puede descartar que se convierta en presidenta, después de romper el techo de votos de su formación.
Le Pen, que dice hablar "en nombre del pueblo", según su lema de campaña, representa el ascenso de la ultraderecha a ambos lados del Atlántico: partidos y candidatos con un discurso abiertamente excluyente pero con un fuerte contenido social pescan votos entre las clases populares, acuciadas por la crisis y descontentas con los partidos y líderes tradicionales.
La candidata se ha convertido también en una de las principales preocupaciones actuales de la Unión Europea, temerosa de la decisión de los votantes franceses, visto lo ocurrido al otro lado del Canal de la Mancha con el Brexit. Por eso, los líderes europeos se han posicionado a favor del que será su contrincante en la segunda vuelta, Emmanuel Macron.