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El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha asegurado que el Gobierno está estudiando "el alcance" de la suspensión del tratado de amistad y cooperación anunciada este miércoles por Argelia por el cambio de posición de España sobre el Sáhara Occidental y ha abogado por dar una respuesta "serena, constructiva y firme".

FOTO: El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, conversa con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, este miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados. EFE/Fernando Alvarado

Jesús Núñez, del Centro de Estudios sobre Conflictos, ha explicado en La Hora de La 1 que la ruptura del Acuerdo de Amistad con Argelia es el eslabón final de una cadena que se inició con la retirada del embajador y que puede continuar con nuevas medidas en el futuro. "Es un gesto de inamistad, de enfado, por no haber sido consultado en el momento en que España decide un giro que el Gobierno español decía que no se había producido, pero que este miércoles ha reconocido".

Núñez cree que, "salvo cláusula secreta, empezamos a ver las consecuencias negativas del giro sin ver las positivas, no solo en la posición de Argelia, sino con Marruecos, no se ve un beneficio ni un cambio real más allá del regreso de la embajadora marroquí"

"Por lo que vemos, no se consultó de manera adecuada a Argelia. Aunque ya sea tarde, para España, tanto Marruecos como Argelia son socios preferentes - añade - Si añadimos dependencia gas argelino, aunque en lo que llevamos de año EE.UU. es el primer suministrador, hay que cuidar mucho esa relación". 

Foto: Imagen de archivo del presidente argelino, Abdelmadjid Tebboune. EFE/EPA/ETTORE FERRARI

Argelia ha anunciado este miércoles que suspende de "inmediato" su Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España por su "injustificable" posición sobre el Sáhara Occidental y el plan de autonomía marroquí. La ruptura del tratado se produce horas después de que el presidente Pedro Sánchez ratificase en el Congreso el giro histórico del Gobierno español respecto a este contencioso.

Argelia ha anunciado que suspende su Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación con España por su "injustificable" posición sobre el Sáhara Occidental y su apoyo al plan de autonomía marroquí. Ante esta decisión, muchos ojos miran al gas, actualmente estratégico para algunos países dadas las sanciones a Rusia. En abril, la gasista pública argelina Sonatrach anunció que pensaba en recalcular el precio del combustible a España y mantenerlo a otros socios europeos. Los compradores, sin embargo, rebajaron el tono de la amenaza y dijeron que pronto tocaba revisión de los contratos, por lo que ya esperaban subidas de precios. Por otro lado está Marruecos, que se quedó sin gas argelino tras la rotura de las relaciones y acordó comprarlo a España. Sin embargo, a finales de abril, Argel advirtió al gobierno español que cortaría el grifo si se mandaba su gas al reino alauí, algo que la vicepresidenta Teresa Ribera negó. 

Con todo, España ha dejado poco a poco de depender de Argel. Su combustible representaba el 60% del total en los mejores tiempos, pero ahora no llega ni a un tercio. Ahora bien, la diversificación también sale cara. El principal proveedor ahora es Estados Unidos, que lo manda por barco, lo que incrementa el coste. Su aportación representa el 43% del total, según los datos de la Corporación De Reservas Estrategicas De Productos Petrolíferos (CORES).

Informa Daniel Hernández

"La soberanía española sobre Ceuta y Melilla está fuera de toda duda". Este es el mensaje que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recalcado este miércoles en el Congreso de los diputados y que trasladó al rey de Marruecos, Mohamed VI, durante su visita a Rabat en abril. El presidente se ha pronunciado así durante su comparecencia para informar, entre otras cuestiones, de las relaciones de España con Marruecos y de la nueva posición de su Ejecutivo ante el conflicto del Sáhara, un "bandazo" que Unidas Podemos y la oposición han vuelto a criticar de forma unánime. El jefe del Ejecutivo ha instado al resto de formaciones a "mover posiciones" respecto al Sáhara como ya ha hecho su Gobierno.

La Operación Paso del Estrecho se empieza a poner en marcha. Marruecos prepara desde este domingo los dispositivos de acogida y la operación conjunta con España comenzará el 15 de junio. Estuvo paralizada los dos últimos años por la pandemia y por la crisis diplomática entre España y Marruecos. Se espera que este año haya mucho movimiento.

Foto: Puerto de Algeciras (EFE/A.Carrasco Ragel)

Marruecos ha activado el dispositivo social para la Operación Paso del Estrecho, que vuelve a incluir los puertos españoles tras su exclusión durante los últimos dos años debido a la pandemia del coronavirus y la superada crisis diplomática entre Madrid y Rabat, aunque el inicio operativo del tránsito de vehículos entre España y Marruecos será el 15 de junio. Pero ya desde este domingo, la Fundación Mohamed V para la Solidaridad, encargada de coordinar la operación, ha activado más de 1.000 médicos, asistentes sociales y voluntarios, que prestarán apoyo a los viajeros en las paradas de descanso y en los barcos.

Foto: Puerto de Algeciras (EFE/ M.C.I.C)

Hace un año, más de 12.000 personas entraron en la ciudad autónoma de Ceuta a nado en una de las mayores crisis que se han vivido en los últimos años en la frontera.  Casi 1.000 eran menores de edad.

En dos centros de Ceuta siguen todavía acogidos 250 menores, una cuarta parte de los que llegaron masivamente, a la espera de expedientes individualizados. En este tiempo, sus devoluciones fueron seguidas muy de cerca por ONG y el defensor del pueblo, ante las denuncias de que se estaban produciendo sin la suficiente protección.

Detrás esas llegadas masivas, muchos vieron las consecuencias de un conflicto diplomático abierto con Marruecos. Ahora, con el cambio de política de España respecto al Sáhara, se han rehabilitado las relaciones con el país vecino y en Ceuta esperan no volver a vivir otro mayo igual.

Foto: EFE/Brais Lorenzo

Dos años y dos meses después del cierre, se han reabierto las fronteras de Ceuta y Melilla con Marruecos. De momento solo pueden cruzar los ciudadanos de la UE y con permiso para moverse por el espacio Schengen. En dos semanas también podrán hacerlo los trabajadores marroquíes transfronterizos y con visado exclusivo para Ceuta y Melilla.

La expectación era máxima anoche en la frontera de Ceuta con Marruecos. "¡Viva España, viva Marruecos!", exclamaban algunos. Había ganas de reencontrarse con los suyos. "Mis padres, mis amigos, familiares... Hace tiempo que no les veo", cuenta un joven a TVE. "Tengo a mi hija ahí. Deseando llegar, cogerla y traérmela para acá", explica también una mujer. En la fila, todos pasaporte en mano y algo que no se pedía antes: "El pasaporte, el pasaporte COVID. Todo lo que pedían lo tengo". No obstante, eran más los curiosos que se acercaron a la frontera que los que la cruzaban.

En estas primeras horas alrededor de 900 personas han cruzado la frontera hacia España y casi 2.000 hacia Marruecos. En Ceuta y Melilla, la frontera se ha reforzado con más de 200 agentes, entre Policía y Guardia Civil, y con drones para controlar también desde el aire.

Foto: EFE / Maria Traspaderne

Hoy a las 24h de la madrugada Marruecos ha abierto, después de dos años, su frontera con Ceuta y en Las Mañanas de RNE hemos hablado con Eduardo de Castropresidente de Melilla. Explica que ahora mismo el tráfico se está desarrollando con normalidad y que espera que las fases sucesivas se vayan implementando "de forma gradual y ordenada". Señala, sin embargo, que "se van a alargar unos meses" hasta que lleguen a un punto de normalidad que, resalta, "no debe ser como antes". Respecto a esto, apunta que no se pueden permitir las situaciones caóticas que se vivían en Ceuta y Melilla, así como la imagen de las porteadoras que ha tachado de "inhumanas" y que espera "no se vuelvan a repetir" por parte de Marruecos. 

Considera que la presión migratoria en la valla de Melilla dependerá mucho de las relaciones entre España y Marruecos, sobre los que opina que "no son un vecino fácil". Y apunta que en todos estos años se han firmado muchos acuerdos entre ambos y les señala directamete como los responsables de haberlos podido incumplir en algún momento.