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Han muerto por disparos de un conductor de la policía afgana. Los fallecidos son el capitán José María Galera Córdoba, el alférez Abraham Leoncio Bravo Picallo, ambos de 33 años y un intérprete de origen de iraní, nacionalizado español. El autor de los disparos fué abatido poco después. Los talibanes en la zona se han atribuido el ataque. El ministro Alfredo Perez Rubalcaba ha dicho que fue un atentado premeditado.

Alfredo Pérez Rubalcaba ha dado por arreglada la situación en la frontera de Melilla. Lo ha dicho en Rabat donde se ha reunido con el ministro del interior marroquí. Por la tarde ha sido recibido por el Rey Mohamed VI.

La lucha contra el terrorismo islamista es uno de los asuntos que ha centrado esta mañana el encuentro en Rabat entre el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y su homólogo marroquí. Una entrevista para escenificar el fin del desencuentro entre ambos países tras lo ocurrido en la frontera de Melilla.

El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha comparecido tras las detenciones de los presuntos etarras Aguirresarobe y Ezkerra para hacer balance de "un año sin ningún atentado, y ninguno es ninguno", ha dicho. También ha recordado a las últimas víctimas de ETA, los guardias civiles Carlos Saénz de Tejada y Diego Salva, asesinados en Mallorca en julio de 2009. Rubalcaba no ha querido ampliar la información ofrecida por el consejero Ares sobre la operación y se ha limitado a confirmar que la pistola que mató a Pagazaurtundua es la misma que acabó con la vida de Giménez Abad. "Seguimos con la guardia bien alta. Si no hay atentados no es porque ETA no quiera, es porque no puede, porque entre todos se lo hemos impedido", ha concluido.

La histórica integrante de la organización terrorista ETA Idoia López Riaño, alias 'La Tigresa', ha sido trasladada a la cárcel alavesa de Nanclares de Oca desde la prisión de Granada en la que cumplía condena.

Interior asegura que López Riaño, condenada a miles de años de prisión por 23 asesinatos, ha firmado la carta de arrepentimiento que se exige a los etarras para ser acercados a centros penitenciarios del País Vasco.

Casi la mitad eran ciudadanos españoles. Son datos del Ministerio de Interior, que insiste en que los grupos criminales son cada vez más sofisticados.