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El expresidente egipcio Hosni Mubarak y sus hijos, Alaa y Gamal, negaron hoy las acusaciones que recaen contra ellos de abuso de poder e implicación en la muerte de manifestantes durante la Revolución del 25 de Enero. "Niego todas estas acusaciones", dijo Mubarak, que respondió a la pregunta del juez Ahmed Refat con un micrófono y en una camilla junto a sus hijos, que permanecieron de pie. Alaa y Gamal, vestidos de blanco y con un libro en la mano, también se declararon no culpables y repitieron la misma frase que su progenitor.

El ex presidente de Egipto será juzgado junto a dos de sus hijos y el exministro del Interior por la muerte de manifestantes durante las revueltas. Su comparecencia aún está en el aire por su estado de salud. Fuera del juzgado se registran disturbios entre partidarios y detractores.

Mubarak, tras abandonar el hospital en el que se encontraba ingresado, en Sharm el-Sheikh, por su débil estado de salud, está ya en El Cairo para enfrentarse a su juicio. Junto a él, su antiguo ministro del Interior, Habib el Adli, y sus dos hijos, Gamal y Alaa. Todos están acusados de acusados de estar implicado en la muerte de manifestantes, así como de enriquecimiento ilícito y de corrupción.

Tercer día de una dura ofensiva del ejército de Al Asad contra la población de Hama en Siria desde el inico del ramadán. Este martes han muerto al menos cinco personas. El Consejo de Seguridad de la ONU está reunido a la espera de adoptar una posible condena a Damasco.

Nueva detención en el escándalo Murdoch: Stuart Kuttner, el exdirector financiero del periódico "News of the World", bajo sospecha de pagar escuchas telefónicas y sobornos a policías. Su arresto ha coincidido con la condena a seis semanas de prisión del humorista que lanzó espuma de afeitar contra el magnate de la prensa anglosajona. Kuttner ha sido interrogado y está puesto en libertad bajo fianza.

  • Renuncian a su cuota de caza de 29 ejemplares para proteger a la especie
  • La cifra es fruto de un acuerdo internacional entre Rusia y Estados Unidos
  • Anualmente mueren unos 150 osos a manos de cazadores furtivos