El gobernador del banco central ha dicho que Gadafi vendió parte del oro libio pocos días antes de su caída. Mientras, los inmigrantes buscan una salida a su situación en campos de ayuda.
El accidente aéreo en el que han muerto todos los miembros, menos uno, del equipo ruso de hockey sobre hielo Lokomotiv se une a otras catástrofes aéreas en las que perdieron la vida deportistas. Por ejemplo, en 1949, un avión en el que regresaba el equipo italiano del Torino tras jugar un partido amistoso en Lisboa se estrelló o 1958 cuando otro accidente aéreo en Munich (Alemania) en el que viajaba el equipo de fútbol inglés Manchester United fallecieron 23 personas, entre las que se contaban ocho jugadores, el entrenador, dos directivos y ocho periodistas. Entre los siete jugadores que sobrevivieron estaba Bobby Charlton.
Los bomberos de Nueva York todavía aprenden a convivir con su propia leyenda después de 10 años del 11S: los recuerdos de aquel día, la muerte de 343 compañeros y las nuevas amenazas. El Pentágono, de hecho , ha elevado hoy la alerta antiterrorista de cara al aniversario.
En Libia aumenta la presión sobre los últimos focos de resistencia de los gadafistas. El gobierno provisional controla ya prácticamente todo el país y los rebeldes han dicho que tienen cercado a Muamar el Gadafi. Human Right Watch alerta del riesgo de que el mercado negro o grupos terroristas se apoderen de los arsenales de armas que los gadafistas han abandonado a su suerte en su huida de los ataques rebeldes.
En Estados Unidos, está casi todo preparado para rendir homenaje a las víctimas del 11-S diez años después de los brutales atentados. El domingo será el día grande de las conmemoraciones. El presidente Barack Obama y George W.Bush asistirán juntos a los homenajes en Nueva York y en Washington se celebrará también una ceremonia en la catedral nacional. RNE ha entrevistado a William Rodríguez, trabajador durante 20 años en los servicios de limpieza, superviviente del ataque, héroe nacional y presidente del Consejo de víctimas hispanas, que ha contado cómo vivió aquel día en primera personas; y también a Manuel Trujillo, profesor de Psiquiatría de la Facultad de Medicina de la Universidad de Nueva York.
