Los equipos de rescate buscan a cientos de personas desaparecidas que podrían permanecer atrapadas bajo los escombros tras el terremoto de magnitud 7.2 que ha azotado el extremo sur oriental de Turquía.
Las últimas cifras oficiales son de 217 muertos, aunque se espera que el balance final sea mucho mayor. "Esperamos encontrar a todos los supervivientes posibles", ha dicho el primer ministro, Recep Tayyip Erdogan.
La falta de maquinaria pesada en algunas localidades de la zona, fronteriza con Irán, y los cortes de luz por el temblor dificultan las tareas de búsqueda. Los voluntarios usan palas y manos para mover los escombros. El Ejército ha enviado dos batallones para asistir en las labores de ayuda.