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Giorgio Napolitano, de 87 años, ha jurado este lunes como presidente de la República italiana en un acto celebrado en el Parlamento, en una sesión conjunta de las dos cámaras. "He considerado que no podía renunciar a esta solicitud aunque me costara aceptarlo porque me identifico completamente con la suerte del país", ha dicho en un discurso crítico con la clase política de su país. Napolitano fue reelegido el pasado sábado en la sexta ronda de votaciones, convirtiéndose en el primer presidente de la historia de Italia que repite mandato.

El Ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo ha visitado en Jericó, Cisjordania, una Academia de policía, donde miembros de la guardia civil española forman a policías palestinos.

Washington venderá armas a Israel, Arabía Saudí y los Emiratos Árabes por valor de 7.600 millones de euros para contrarrestar la amenaza iraní. El secretario de Defensa estadounidense suscribe hoy el acuerdo con el gobierno de Tel Aviv, que reforzará así su capacidad de defensa y ataque.

Giorgio Napolitano, de 87 años, asume hoy su segundo mandato como presidente de la República de Italia. El veterano político jurará esta tarde su cargo y anunciará las condiciones que ha impuesto para aceptar de nuevo la presidencia y así intentar desbloquear la crisis política que vive el país.

En Boston, las autoridades siguen muy pendientes de la evolución del sospechoso de los atentados del pasado lunes. El joven de origen chechenio sigue en estado muy grave y sus lesiones le impiden hablar. Dzhokhar Tsarnaev sigue grave a consecuencias de las heridas en la garganta. Algunos medios locales aseguran que intentó suicidarse con un tiro en el cuello antes de ser detenido. El FBI ha buscado en las últimas horas algún momento de consciencia del herido para iniciar el interrogatorio que de momento solo se hace por escrito. Los Tsarnaev planeaban además, nuevos ataques, es la hipótesis que maneja la policía, dado que ambos tenían en su poder pistolas, un fusil y varios explosivos. Ninguno de los dos poseía licencia de armas.

Los equipos de rescate trabajan contrarreloj para buscar a posibles supervivientes del terremoto que el sábado mató a 186 personas en China e hirió al 11.000. El operativo se centra también en liberar las carreteras para que puedan pasar los vehículos de ayuda, a veces usando incluso dinamita. Mientras, quienes han quedado sin casa se instalan en campamentos improvisados donde podrían pasar meses o años.

Un monarca en la república. Tras un fin de semana rebosante de imágenes, Giorgio Napolitano jura esta tarde la renovación de su cargo. Silvio Berlusconi sonriente, Pier Luigi Bersani llorando y Beppe Grillo vociferando son las instantáneas de las últimas horas.

A las cinco de la tarde Giorgo Napolitano jurará como presidente en una histórica renovación, para los próximos siete años.

En su agenda aparece una rápida ronda de contactos con los partidos y el miércoles encargará la formación de gobierno. Será un ejecutivo llamado "del presidente" y con una vida limitada.

Giuliano Amato es quien muchos señalan como próximo primer ministro. Tiene experiencia al frente de gobiernos de vida limitada: lo fue durante de 10 meses entre junio de 1992 y abril del 1993 y durante 13 entre abril de 2000 y mayo de 2003.

Su misión será abordar algunas leyes de carácter urgente, como la reforma electoral y tras esa suerte de varas, dejar la legislatura para la faena de nuevos comicios.

El Partido Democrático, por su parte, tendrá la misión de refundarse rápidamente para evitar la ruptura que se adivina en un horizonte muy, muy cercano. Tras un congreso, debe ser Matteo Renzi el encargado de cerrar las grietas que parecen más bien corredores dentro de la casa progresista.

El candidato a presidente en la primera votación, Franco Marini, no se muerde la lengua y dice que Renzi es un hombre con un nivel de ambición desenfrenada

Así empieza este lunes este nuevo capítulo de la historia de Italia con un Berlusconi reforzado y un Grillo que habló de golpe de estado con la reelección de Napolitano. Mandó a la gente a marchar sobre Roma. Demasiadas similitudes con Mussolini. Al final anuló la algarada y dijo que era un golpecito. Quizás se diera cuenta de que las palabras, como balas de plata, también terminan con los vampiros.