En Suecia se tambalea la estrategia basada en la responsabilidad de cada uno. Ya registran 1.300 muertes por coronavirus, mientras que en la vecina Finlandia hay 75.
Las críticas al Gobierno vienen del mundo académico. Una veintena de científicos y 900 profesores se quejan de que son incapaces de obligar a los niños a mantener distancias seguridad.
En Suecia los bares y restaurantes siguen abiertos. La mitad de los ciudadanos trabaja desde casa y el uso del transporte público se ha reducido en un 50%.
El gobierno no ha ordenado, solo pedido que utilicen el sentido común. La idea que subyace se aplicó inicialmente en Reino Unido: evitar que se saturen los hospitales y mirar a largo plazo.