En el campo de refugiados de Adén, apenas hay agua potable y los niños juegan... con fuego. En esta ciudad del sur de Yemen, disputada por rebeldes y gobierno apoyado por Arabia Saudí, sólo un hospital gestionado por Médicos sin Fronteras se ocupa de pacientes de COVID-19. Sus portavoces nos explican que sólo tratan la punta del iceberg: 173 pacientes en las últimas dos semanas, de los que se han muerto 68. Pero en Adén están enterrando a 80 personas al día: ocho veces más de lo habitual. La ONU reconoce que no tiene fondos para atender a los casi cuatro millones de desplazados internos en un país donde los enfermos de malaria, cólera o dengue se están quedando sin atención. Los sanitarios no cobran.
El coronavirus en Yemen se está cebando con hombres de 40 a 60 años, más jóvenes que en el resto del mundo. En todo el país hay sólo 500 respiradores y 700 camas UCI. La OMS ha enviado 6.700 tests y hace sonar la alarma por el riesgo de que el virus se propague como un incendio entre las poblaciones más vulnerables del mundo.
Con la pandemia de COVID-19 ha aumentado la desinformación, que pone a prueba los sistemas democráticos. Lo analizamos con Carme Colomina, investigadora del CIDOB, el think tank de Barcelona que presenta un nuevo número de su Revista CIDOB d’Afers Internacionals: «Desinformación y poder: la crisis de los intermediarios.» También hablamos de la evolución de la pandemia en Estados Unidos y en el Reino Unido, de las protestas en Chile y de las violencias en Sudán.
En los últimos días han crecido las protestas en Chile por las consecuencias económicas de la pandemia de COVID-19. Llueve sobre mojado en el país andino, escenarios desde el pasado mes de octubre de grandes manifestaciones por las desigualdades que existen en la sociedad. Las restricciones que acompañan el coronavirus han vuelto a poner en la cuerda floja a las familias y a las personas más empobrecidas. Lo analizamos con Valentina Doniez, antropóloga social de la Universidad de Chile e investigadora de la Fundación Sol, que realiza informaciones sobre cuestiones como los salarios, la seguridad social o el endeudamiento de las clases trabajadoras del país.
El nuevo brote del coronavirus detectado en las provincias del noreste de China muestran diferente secuencia genética al que se propagó en Wuhan en diciembre: más tiempo de incubación y síntomas más leves. El riesgo de contagio y propagación es mayor, pero es notablemente inferior la tasa de contagios graves. El pulmón es el más afectado, pero no daña tanto músculos cardíacos, riñones o intestinos. [Coronavirus:última hora en directo
En la India y Bangladesh siguen haciendo recuento de víctimas tras el paso del ciclón Amphan. Desde 1999 no se veían unas tormentas tan devastadoras. Los muertos se acercan ya al centenar y calculan más de 3 millones de personas desplazadas de sus hogares.
Bolivia investiga un presunto caso de corrupción por la compra unos respiradores a una empresa española. Desde el Ministerio de Sanidad del país aseguraban que cada respirador le había costado unos 20.000 dólares, cuando su precio real ronda los 7.000. Ahora el ministro, Marcelo Navajas. se encuentra detenido y el Gobierno bolivariano advierte de posibles acciones legales a la empresa española que se los vendió, y anuncia que va a auditar todas las compras de equipos sanitarios.
Una periodista local ha denunciado que los contagiados de coronavirus sufren fuertes presiones por parte del gobierno de la República rusa. Una revelación que ha provocado que reciba amenazas incluso del presidente Ramzan Kadírov. Según medios rusos apuntan a que Kadírov podría estar ahora hospitalizado en Moscú victima del virus.
Desde el inicio de la crisis del coronavirus, se han repartido casi dos billones de euros en ayudas públicas de Estado en la Unión Europea. La mitad, casi un billón, corresponden al Gobierno alemán, un abismo frente a lo que ha percibido Francia o Italia, con paquetes de más de 300.000 millones. Las ayudas a España equivalen al 1,4% del total, según las últimas estimaciones comunitarias, unas diferencias que amenazan con crear distorsiones en el mercado interior europeo. [Coronavirus: última hora en directo
En Estados Unidos, el Gobierno recomendó hace mes y medio a los ciudadanos el uso de mascarilla, pero no necesariamente mascarillas quirurgicas o con filtro, sino mascarillas de tela, bufandas o bandanas, porque prefieren reservar el uso de mascarillas médicas para sanitarios. En muchas ciudades como Washington, su uso es obligatorio en el transporte público, supermercados y negocios cerrados y en ocasiones se llega a multar. [Coronavirus: última hora en directo]
En el Reino Unido no es obligatorio el uso de mascarillas. A pesar de que el número de fallecidos por coronavirus supera los 35.000, el Gobierno británico no impone llevar este tipo de protección, sino que lo deja a la libre elección de cada ciudadano. Eso sí, las autoridades recomiendan su uso en el transporte público y en los supermercados, aunque en ningún caso son obligatorias. [Coronavirus: última hora en directo
El complejo de Disney en Orlando es el favorito entre todas las sedes para acabar la temporada de la NBA. Sin fecha oficial para el regreso de la competición, la propuesta de Disney serviría para acoger a toda la comitiva de la liga y a las familias de los jugadores.
La ausencia de turistas por el coronavirus ha obligado a los responsables de las reservas de animales de Kenia a buscar soluciones imaginativas.
Para recaudar fondos que permitan seguir salvando a los animales de la reserva de los furtivos han organizado lo que llaman "telesafaris", conexiones en directo para mostrar a los animales a través de las redes sociales.
Israel continúa con su plan de desescalada. En las últimas horas se han reabierto las playas y no todos los bañistas guardaban la distancia de seguridad. En este país, en el que es obligatorio el uso de mascarillas, el Gobierno ha rebajado su uso debido al calor que está haciendo estos días. Israel cuenta con más de 16.000 contagios y algo más de 270 muertos contabilizados.
El coronavirus deja ya 5 millones de contagios en todo el mundo y más de 330.000 fallecidos. Estados Unidos, Rusia y Brasil son los países con más casos y en cuarto lugar, España. Las consecuencias económicas también se hacen notar. Más de 38 millones de estadounidenses han pedido un subsidio por desempleo en las últimas 9 semanas. Un millón y medio de personas se han sumado a la cola del paro en la última semana, algo menos que la anterior. De momento las aperturas parciales no están consiguiendo revertir la pérdida trepidante de empleo y comienzan a verse colas en los bancos de alimentos.
A diferencia de España, donde el uso de mascarillas es obligatorio en todo el país, en Italia su empleo es imperativo dentro y fuera en las regiones más afectadas por el coronavirus. Al margen de estas, algunas como Trento y otras ciudades como Génova y Ferrara se han adherido a esta norma debido a la inclusión de sus territorios en la Fase 2 de la desescalada, lo que lleva a instalarse entre las autoridades el posible temor por un rebrote. En Sicilia no es obligatorio su uso en exteriores, pero sí lo es llevarla encima. En el resto del país solo se emplea en interiores o cuando no pueda garantizarse la distancia de seguridad, como sucedía en nuestro país hasta hace unos días. Las excepciones son las mismas: menores de seis años, deportistas y personas con dificultades respiratorias.