Grupos partidarios y detractores del presidente brasileño, Jair Bolsonaro, se han enfrentado este domingo en violentos disturbios por la crisis política y sanitaria que vive Brasil, uno de los países más afectados por el coronavirus con más de 500.000 casos. Después de media hora estrechando la mano a algunos de sus acólitos reunidos en Brasilia, Bolsonaro ha montado en un caballo de la Policía Militar y se ha dado un baño de multitudes.
Casi tres meses después se abren las puertas de los Museos Vaticanos. Algunas decenas de personas han entrado este lunes, lejos de las 25.000 diarias que solían visitarlos antes de la pandemia del coronavirus tras hacer largas colas. Por ahora quienes lo visitan son romanos, porque el turismo sigue limitado. También reabre el Coliseo.
Desde este lunes se puede circular por este paso fronterizo los lunes y los jueves entre las seis y las ocho de la mañana y entre las cinco y las siete de la tarde. Comunica Calvos de Randín, en Ourense con municipio de Montalegre, en Portugal. Los pueblos más cercanos están a menos de tres kilómetros.
Los venezolanos ya no tendrán la gasolina más barata del mundo. Desde hoy los conductores tendrán 120 litros de combustible subvencionado al mes a dos céntimos de euro. Una vez llegados a este tope tendrán que recurrir al mercado libre donde el precio será de unos 45 céntimos.
Tres meses han pasado desde que el último turista atravesó el umbral del Coliseo. En la mañana del lunes 1 de junio los visitantes han vuelto a poder acceder a este símbolo de Roma, siempre con cita previa y guardando la distancia de seguridad. El Reino Unido también relaja las medidas anti COVID-19. Se reabren las escuelas de primaria después de dos meses y medio cerradas y se permiten las reuniones de hasta 6 personas en la calle. También vuelven los mercadillos, pero con la advertencia de que "se toque solo lo que se vaya a comprar". El zoo de Sídney, en Australia, que antes de la pandemia no había cerrado nunca en sus más de 100 años de historia, ahora reabre con dispensadores de desinfectante. Corea del Sur además ha ideado un robot que dispersa a grandes grupos de personas.
Sin aglomeraciones ni colas pero con todas las medidas de seguridad. Así ha sido la reapertura de los Museos Vaticanos tras tres meses cerrados por la pandemia de coronavirus. Las entradas solo pueden comprarse a través de la web y se debe acceder por turnos para disfrutar de los seis kilómetros de galerías y salas y de dos nuevos óleos nunca vistos de Rafael.
A pesar de que la realidad de un museo que recibía 25.000 visitantes al día ha cambiado, su directora admite que hoy es un día de "alegría y fiesta".
En los últimos veinte años el Grupo Social ONCE ha afianzado su alianza con las instituciones europeas, convencidos de que el empleo, la educación y la accesibilidad son las mejores vías para lograr la plena inclusión social. Y así lo impulsa para 85 millones de europeos con discapacidad. Y lo reconoce el Alto Representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, y vicepresidente de la Comisión Europea, Josep Borrell.
El budismo propone "vivir de una manera consciente" así que prácticamente "cualquier cosa cotidiana se puede ver desde una perspectiva budista". La filósofa Teresa Gaztelu imparte en Casa Asia el curso Una mirada budista para temas importantes de la vida cotidiana, seis sesiones que abordan temas como el amor, la compasión, la muerte, el duelo o la confianza desde la perspectiva de este saber ancestral.
Portugal avanza a la tercera fase de la desescalada aunque se mantienen restricciones importantes enLisboa y sus alrededores. Estaba prevista para hoy la reapertura de centros comerciales y grandes superficies, pero se han retrasado al menos hasta el jueves por el repunte de contagios en la capital y su entorno. De hecho, el 90% de los nuevos casos de Covid se han notificado en esta zona.
Hoy abren cines, teatro y gimnasios en todo el país y se podría decir que se vuelve a casi a todos los trabajos. Desde el Colegio de Médicos se pide un refuerzo de personal para hacre frente a un posible pico.
Informa Belén Lorente, corresponsa de RTVE en Lisboa
Se trata de las movilizaciones contra el racismo más intensas de los últimos 50 años en Estados Unidos. "No puedo respirar", lo último que pudo decir George Floyd antes de ser asesinado, se ha convertido en el grito de unas protestas que se han repetido por toda la geografía del país. La noche ha sido complicada en el exterior de la Casa Blanca donde la policía ha dispersado las concentraciones con gases lacrimógenos. Además, en Minneápolis, 150 personas han sido detenidas por desafiar el toque de queda y rendir recuerdo a Floyd.
Uno de los manifestantes, Robert, explica que "son décadas, sino siglos, de ignorar y abusar de la gente".
A partir de este lunes, muchos países pasan a la siguiente fase de desconfinamiento. En Italia los museos volverán a abrir sus puertas como los Vaticanos, tras casi tres meses de cierre. Portugal entra en su fase final de desescalada. Todo el territorio a excepción de Lisboa, donde se retrasa unos días, a causa de un rebrote. Teatros cines y cafés ya están abiertos, y el lunes lo harán gimnasios y grandes superficies. Sin embargo, mantienen la declaración de estado de calamidad. Por su parte, Reino Unido, no sin polémica, autoriza desde este lunes la reapertura de escuelas y colegios de primaria y rebaja las medidas de distancia social.
Crece la tensión en Estados Unidos por la muerte del afroamericano George Floyd en un arresto. Se extienden las protestas y los actos violentos y también los enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, que actúan con contundencia para reprimir los altercados. Son cientos los heridos y los detenidos durante el fin de semana.
La ciudad de Minneapolis es un polvorín desde la muerte el pasado lunes de George Floyd, un negro de 46 años que perdio la vida asfixiado bajo la rodilla del policía blanco Derek Chauvin. Ahora las protestas se ha extendido por todo Estados Unidos y también al exterior como en Berlín o Londres porque la brutalidad policial y la injusticia social vuelven a ponerse de relieve. Es la quinta noche de enfrentamientos y se volverán a repetir porque los manifestantes cuyo grito es "no puedo respirar", como dijo Floyd antes de morir, no piensan respetar los toques de queda. Ha habido centenares de detenidos, otro muerto y varios heridos y el presidente Donald Trump enciende los ánimos. Fran Sevilla es nuestro enviado especial en Minneapolis. 31/05/20
La policía estatal ha cargado este sábado contra los manifestantes en Mineápolis (Minesota) que protestaban por quinta noche consecutiva por la muerte del afroamericano George Floyd a manos de policías cuando estaba siendo detenido el pasado lunes. Los agentes han arremetido contra los presentes y lanzado gases lacrimógenos después de que algunos manifestantes arrojaran petardos contra ellos produciendo incendios en diferentes partes de la ciudad.
George Floyd fue un prometedor jugador de baloncesto y fútbol americano. Y ha sido el exprofesional de la NFL Colin Kapernick una de las estrellas del deporte que más se ha implicado en las protestas por la muerte de Floyd, contra la que también han alzado su voz Lebron James, Pau Gasol o Stephen Curry.
Su activismo le costó a Kapernick quedarse sin contrato cuando hace tres años se arrodilló en pleno himno nacional en protesta por la laxitud del gobierno ante los excesos policiales. Ahora, su tuit ha sonado como un grito en las redes sociales. "Cuando el civismo conduce a la muerte, rebelarse es la única reacción lógica", dice.
Jaylen Brown, jugador de los Celtics de Boston, ha conducido quince horas para estar en una marcha en Atlanta. "Ser una estrella de la NBA no me excluye de la discusión. Antes que nada soy un hombre negro y miembro de esta comunidad", ha añadido.
Es el último episodio del movimiento del deporte contra el racismo en Estados Unidos, como el que sufrió Jesse Owens al regresar de los Juegos de 1936.
O las protestas, contra la guerra y la segregación racial, de Cassius Clay, el más grande. El mundo conoció la reivindicación del "Black Power" en los Juegos de México 1968. Una discriminación contra la que también luchó Arthur Ashe. A veces el deporte unió razas, como logró Nelson Mandela con la selección sudafricana de rugby en la Copa del Mundo de 1995.