El Gobierno francés prohibirá calentar las terrazas y otros espacios exteriores por el despilfarro energético pero la medida no se aplicará hasta que termine el próximo invierno para no perjudicar todavía más al sector de la hostelería, muy afectado por la crisis del coronavirus.
El anuncio lo hizo este lunes la ministra de la Transición Energética, Barbara Pompili, que también precisó que se obligará a que mantengan las puertas cerradas de todos los establecimientos a los que el público tenga acceso, como las tiendas, en los que haya calefacción o climatización.