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Los atentados del 11 de septiembre en Estados Unidos cambiaron el mundo, pero ¿qué cambió? Afganistán es la zona donde nace Al Qaeda, el grupo terrorista autor de los atentados. El 11S supuso un cambio radical en las relaciones de EE.UU. con Oriente Próximo, aunque contaba con los apoyos de Israel y Arabia Saudí. En Rusia, el cambio de estrategia exterior estadounidense significó que la guerra contra el terrorismo se pusiera en primer lugar y la guerra Washington-Moscú quedara a un lado. En Europa, destaca el papel de la OTAN tras los atentados. Además, los ataques supusieron un cambio en la seguridad interior de la Unión Europea. En el Reino Unido, se produjeron cientos de detenciones tras el 11S y también el país fue objetivo posterior de los terroristas. Alemania tuvo conexión directa con los atentados porque varios de los terroristas estudiaron en el país. Francia, por su parte, fue el primero en mostrar su solidaridad y apoyo a la administración Bush, pero luego las relaciones se truncaron por la guerra de Irak.

Con los corresponsales de Radio Nacional en Jerusalén, María Gámez; en Bruselas, María Carou; en Moscú, Erika Reija; en Londres, Sara Alonso; en Berlín, Gabriel Herrero; y en París, Antonio Delgado.

William Rodríguez tenía previsto librar el 11 de septiembre de 2001, pero su jefe insistió en que acudiera a trabajar. Él aceptó, aunque llegó 30 minutos más tarde de lo habitual. Rodríguez limpiaba cada día escalera a escalera los 110 pisos de la torre norte del World Trade Center. A las 8:46 de la mañana del martes 11 de septiembre del 2001, Rodríguez estaba en el sótano cuando los terroristas estrellaron el vuelo 11 de American Airlines contra el piso 93 de la torre norte. Aquel retraso fue determinante en su vida.

Unha reproducion dun campamento real de Brasil onde viven máis de mil familias desprazadas na Coruña, para concienciar sobre o drama das persoas de territorios en conflito que son obrigadas a abandonar os seus fogares
 

Así fueron los preparativos para el 11-S. Diecinueve secuestradores. Cinco comandos, aunque uno nunca llegó a actuar. El plan original tenía 11 objetivos, pero el propio Osama Bin Laden lo consideró poco factible y se redujo a cinco.

La idea era de este hombre: el kuwaití Jalid Sheij Mohammed, encarcelado en Guantánamo desde 2006. Fue él quién se lo presentó al líder de Al Qaeda en 1996. Y con su visto bueno se lo encargó a la llamada Célula durmiente de Hamburgo. Jóvenes yihadistas, la mayoría saudíes, que estudiaban en la ciudad Alemana y a los que dirigía el egipcio Mohammed Atta. Eludiendo el radar de los servicios secretos, viajaron a Estados Unidos, y se prepararon. Durante meses realizaron reconocimientos de aviones y aeropuertos. Y se formaron en escuelas de aviación de Florida, con especial dedicación en virajes y despegues, pero ningún interés en los aterrizajes.

"No me sorprendió que Atta estuviera tramando algo terrible, porque no tenía pinta de ser alguien que disfrutara de la vida ", recordó tiempo después el dueño de una de esas academias de vuelo. 

Atta viajó a Madrid entre enero y julio, donde se cerraron los últimos flecos. En agosto llegó la autorización final de los líderes de Al Qaeda y a cada comando se le adjudicó un vuelo, un objetivo. Y "la fecha de la Boda", como llamaban al día del ataque
 El 10 de septiembre, Mohammed Atta y Abdelazziz Al Omari, miembros del primer comando, alquilaron un coche y condujeron desde Boston hasta Portland. Pasaron la noche los alrededores del aeropuerto. Y a primera hora del 11-S, volaron de nuevo hasta Boston. Allí embarcaron en el vuelo final: el 11 de American Airlines con destino Los Ángeles, que minutos después se estrellaba contra la Torre Norte del World Trade Center. Detrás vendrían los demás. Los que se estrellaron contra la Torre Sur,  contra el Pentágono y el que lo hizo en campo abierto por la rebelión de los pasajeros. No alcanzó su objetivo, que en realidad era el Capitolio.

Foto: REUTERS/Russell Boyce/archivo

Después de veinte años, la pregunta para muchos ya no es ¿qué hacías cuando cayeron las Torres Gemelas de Nueva York?, sino ¿qué sabes del 11-S? Es la pregunta que le hemos hecho a unos varios jóvenes que nacieron el mismo año de los atentados y que sólo han podido saber de ellos por lo que les han contado o lo que han estudiado.

Foto: Un hombre observa un informativo en una televisión en el parqué de la Bolsa de Nueva York (REUTERS/Brendan McDermid)

Uno de los cambios inmediatos después de los atentados fue el aumento de la seguridad, Y desde entonces ha cambiado nuestra forma de viajar. Se han multiplicaron los controles en los aeroupertos y se han convertido en algo casi rutinario para todos.

FOTO: Varios agentes vigilan en las inmediaciones del lugar donde se ubicaba el World Trade Center, en Nueva York. REUTERS/Jeenah Moon.

El siglo comenzó con atentados yihadistas masivos en Madrid, Londres o París, 20 años después la guerra contra el terror para expulsar a los terroristas de sus santuarios ha tenido como efecto indeseado la extensión del yihadismo a otros países. Ha cambiado el tipo de ataques, ahora cometidos con frecuencia por "lobos solitarios" y proliferan nuevos grupos terroristas en el Sahel, la zona más preocupante por su cercanía a Europa. En la imagen, la ciudad siria de Deir Al Zur, bastión terrorista destruido. FOTO: EFE/Rania Zanoun

El desescombro y la limpieza de las ruinas del World Trade Center tardaron ocho meses. Miles de personas participaron en esos trabajos. Muchas, en torno a 3.000, eran inmigrantes sin papeles que, 20 años después, tienen muchos problemas de salud y ningún acceso a la Sanidad. La mayoría no quiso acogerse a las ayudas del Gobierno federal por miedo a ser deportados. Ahora lanzan una llamada de auxilio al Gobierno de Biden. Informa desde Nueva York, Juan Tato.

EE.UU. se prepara para conmemorar el 20 aniversario de los atentados más graves de su historia. Los actos oficiales previstos se vivirán este año en un clima especial. Los supervivientes de aquellos atentados recuerdan con claridad, veinte años después, la tragedia y el impacto emocional que supuso para ellos, con unas consecuencias psicológicas que aún perduran.

Uno de los aviones secuestrado por los terroristas se estrelló contra el Pentágono. Murieron casi doscientas personas, ciento veinticinco de ellas se encontraban en la sede del Departamento de Defensa de Estados Unidos, entre ellos el entonces subsecretario de defensa, Roger Pardo. Y de la situación en Afganistán se habla hoy en Islamabad. Allí está el ministro español de exteriores José Manuel Albares, que pedirá la colaboración de Pakistán para ayudar a los afganos amenazados por el gobierno talibán.