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Al menos 11 personas han fallecido y tres han sido rescatadas este lunes tras la erupción el domingo del volcán Marapi, en la isla de Sumatra, mientras los equipos de rescate buscan entre pausas por la continuada actividad volcánica a otros doce desaparecidos.

En total, 75 personas, todos de nacionalidad indonesia, se encontraban en la zona cuando tuvo lugar la erupción, de los cuales 49 fueron evacuados entre la pasada noche y esta madrugada, según ha asegurado este lunes en una comparecencia Abdul Malik, jefe del equipo de rescate,

El proceso de rescate de los desaparecidos ha tenido que ser interrumpido este lunes debido a nuevas y menores erupciones, hasta ocho, según ha dicho este lunes a los medios de comunicación Arief Pratama, de la organización nacional de búsqueda y rescate (Basarnas).

El volcán, con una cima de 2.891 metros y cuyo nombre se traduce como "Montaña de Fuego", es el más activo de la isla de Sumatra. Indonesia alberga más de 400 volcanes, de los que al menos 127 continúan activos y 65 están calificados de peligrosos.

Israel ha ampliado el radio de ataque al resto del territorio gazatí después de que el norte esté arrasado. Mientras, el gobierno de netanyahu ha confirmado la muerte de 15 de los 137 rehenes que siguen en manos de Hamás.

Hablamos también de lo que ha dado de sí la reunión entre dos líderes con visiones muy distintas de la guerra en Oriente Próximo,  Lula da Silva y Olaf Scholz; estamos en la COP para analizar el último informe de la Unión Europea sobre cambio climático; conocemos las nuevas medidas en materia de inmigración impulsadas por el gobierno de Reino Unido y hablamos de cómo China está cambiando su forma de entablar relaciones con otros países.

Los drones se han convertido en artefactos clave en las guerras y los ataques con este tipo de aeronaves no tripuladas son muy habituales. Se han convertido en esenciales para quienes quieren atacar distintos tipos de objetivos pero, ¿respetan las leyes de guerra? Lo analizamos con Jordi Sandalinas, profesor de derecho de drones y satélites en la UOC y experto en derecho aéreo y espacial.

La última vez que Meiran escuchó la voz de su hija fue cuando el 7 de octubre la llamó desde el festival de música Nova, donde Hamás mató a 270 personas. Romi, de 23 años, estaba herida.

"Y me dijo: mamá me han disparado, creo que voy a morir", cuenta su madre que, por el teléfono escuchaba cohetes, disparos y gritos en árabe. No sabía cómo ayudar a su hija.

"Dije que la que quería; pensé que, si iba a morir, al menos que supiera que la amaba y que no iba a morir sola."

Meiran ha participado en una rueda de prensa con otros familiares de rehenes para pedir al gobierno acción y una reunión inmediata.

"No mañana, no, ahora", decía el familiar de uno de los secuestrados.

Yael, la madre de otro rehén lanzaba este mensaje a Netanyahu: "Que se reúna con nosotros, que nos mire a los ojos, porque nos sentimos solos."

Entre los secuestrados, un joven de 30 años que fue capturado también en el festival de música Nova. Su hermano también lanzaba esta petición: "Que el Gobierno nos diga dónde están y lo que sabe de ellos." Porque cada día que pasa, dicen, aumenta el temor por sus vidas.

FOTO: EUTERS/Athit Perawongmetha

Los soldados israelíes avanzan entre los edificios destruidos de Gaza. Sus portavoces aseguran que ya casi dominan el norte y que ahora limpiaran el sur de los terroristas de Hamás.

Los palestinos denuncian que los bombardeos se suceden contra objetivos civiles, también en el sur hacia donde han huido cientos de miles de personas. Barrios residenciales de donde los equipos de rescate buscan supervivientes, escuelas y hospitales a donde no dejan de llegar los heridos.

Los médicos de los pocos hospitales que aún funcionan en Gaza denuncian que los suministros que les han llegado durante la tregua siguen siendo insuficientes y que no pueden atender ni a los heridos ni a los enfermos.

También enfrentamientos en Cisjordania. Los más importantes en Qaulquilia, al norte de los territorios ocupados y en Kalandia, entre Ramala y Jerusalén. Y aumenta la tensión en el Mar Rojo donde EE.UU. acusa a los rebeldes Huties de Yemen de varios ataques con drones a barcos comerciales.

FOTO: REUTERS/Amir Cohen

El chavismo ha ganado el referéndum no vinculante sobre la anexión del Esequibo, una rica región selvática de160.000 kilómetros cuadrados en disputa con Guyana, con más del 90% de los votos, según el Centro Nacional Electoral (CNE). El presidente de este organismo, Elvis Amoroso, ha declarado que la participación en la consulta estuvo cercana de los 10 millones de personas en un país con más de 28 millones. A pesar de la alta abstención, las autoridades chavistas han negado que la afluencia de gente en los centros electorales haya sido baja y han declarado que la asistencia en las mesas ha sido masiva.

El Esequibo, en el norte de Sudamérica, es conocido entre otras cosas por sus recursos naturales y forestales y está controlado por Guyana. Además, sus aguas territoriales tienen una inmensa riqueza petrolera. La disputa entre Guyana y Venezuela por este territorio se remonta a hace más de un siglo cuando en 1899 un arbitraje internacional dictaminó que el territorio pertenecía a Guyana, excolonia británica. Desde entonces, Caracas insiste en que es necesario un nuevo fallo que determine nuevamente las fronteras entre ambas naciones.

Con la consulta, la intención del Gobierno de Nicolás Maduro es la de otorgar la nacionalidad venezolana a unas 125.000 personas que viven en esa franja de selva. Por su parte, el gobierno guyanés pidió a la Corte Internacional de Justicia de la ONU, con sede en La Haya, que suspendiese la consulta popular venezolana por considerarla una amenaza. Aunque el organismo no suspendió explícitamente el proceso, la corte sí advirtió a Caracas de "no hacer nada que modifique la situación sobre el territorio que administra y controla de facto Guyana", mientras se determina el fondo de la disputa sobre el territorio que analiza el tribunal, es decir, la validez de la frontera que defiende Guyana.