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Cuando comenzó la guerra, Ahmed estaba a 80 km de su casa de Gaza, trabajando en Tel Aviv. En Gaza seguían su mujer y sus tres hijas: Tala, de cinco años, Lana, de dos, y la más pequeña, de uno, Lasha.

Cada día, a las 8.30 de la mañana, llamaba a su esposa para saber si estaban bien. El 8 de diciembre también la llamó, pero ese día todo fue distinto

Estaba hablando con su mujer y cayó una bomba cerca de la casa. Ella sabía que se iba a morir, cuenta Ahmed.

El hombre cuenta que su esposa salió corriendo y se refugió en otro edificio junto a decenas de parientes, en el barrio de Zeitun, en la ciudad de Gaza.

Pero otra bomba les cayó encima. Murieron 17 familiares directos de Ahmed: su mujer, sus hijas, su madre, sus hermanos, sus sobrinos…

Hoy, este hombre, dice que a él también le han matado. Su historia es parecida a la de otros hombres en su misma situación. En el refugio de Jericó hay otros muchos gazatíes esperando volver a su tierra.

Ahora, Ahmed tiene un solo deseo: volver a Gaza a enterrar adecuadamente a su mujer y a sus hijas y hacerlo con una moneda de medio shekel, que le solía dar a Tala, la mayor, y con el último dibujo que ella le hizo y donde escribió, junto a varios corazones: "Te quiero, papá".  

FOTO: EFE/EPA/MOHAMMED SABER

La guerra de Gaza ha provocado que cada vez más voces pidan un embargo de armas a Israel, un país que lleva años presumiendo de industria militar, pero que, a la vez, necesita aliados.

El estado judío se apoya en la ocupación de los territorios palestinos para exportar su armamento bajo la marca de "probado en combate". Además, es un proveedor clave de sistemas de inteligencia, como el software espía Pegasus, que adquirieron gobiernos de todo el mundo.

Israel también cuenta con proveedores clave de armas como Estados Unidos y la Unión Europea, que le suministran la mayor parte del material militar que necesita. España, aunque es un socio menor, es un ejemplo de cómo funciona un negocio habitualmente bastante opaco.

Analizamos todo esto con Alejandro Pozo, investigador del Centro de Estudios por la Paz J.M. Delàs, Alberto Estévez, portavoz experto en comercio de armas de Amnistía Internacional, y Josh Paul, exdirector de asuntos públicos en el Departamento de Estado de EE.UU.

Las bandas armadas han asaltado la Penitenciaría Nacional de Puerto Príncipe, la cárcel más grande de Haití. Cerca de 3.600 presos se han fugado tras el ataque, lo que supone al menos un 97% del total de los internos (3.696), según ha informado este domingo el Colectivo de Abogados para la Defensa de los Derechos Humanos.

FOTO: AFP/LUCKENSON JEAN

Este 8 de marzo se cumplen 10 años de uno de los grandes misterios de la aviación: la desaparición del vuelo Malaysia Airlines 370 con 239 personas a bordo. La búsqueda duró cuatro años, en ella participaron barcos de hasta siete países, rastrearon las aguas de Malasia y el sur de Vietnam con robots, drones, radares y cámaras sin obtener respuestas.

Israel no ha enviado una delegación negociadora a El Cairo ante la negativa del grupo islamista Hamás a compartir su listado de rehenes vivos. Los mediadores —Egipto, Catar y Estados Unidos— han incrementado sus presiones sobre Israel y Hamás para alcanzar una tregua antes del inicio del ramadán, basada en un borrador de acuerdo para el cese de las hostilidades durante seis semanas.

Portugal celebra elecciones dentro de una semana, comicios anticipados con nuevas caras entre los candidatos de la izquierda y la derecha tradicional, que se disputan la victoria, según los sondeos. Pero la ultraderecha es la que más crece, aspira a ser decisiva.

El expresidente estadounidense, Donald Trump, sigue imparable y ya acaricia su nominación como candidato republicano a la Casa Blanca. Se ha impuesto a su oponente Nikki Haley en los caucus de Míchigan, Misuri y Idaho, a las puertas del 'Supermartes', la gran cita de las primarias presidenciales. Ese es el que más estados votan y en el que eligen a un tercio de los delegados republicanos o demócratas. Foto: SAUL LOEB / AFP