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El primer ministro eslovaco, Robert Fico, se encuentra en estado muy grave tras recibir cuatro disparos, según ha confirmado el portavoz del Ministerio de Interior de Eslovaquia. Los hechos han tenido lugar tras abandonar una reunión del Gobierno este miércoles, en la ciudad de Handlova, en el centro del país, a 165 kilómetros de la capital, Bratislava.

El portavoz ha afirmado que el primer ministro ha sido víctima de un atentado. Los medios locales han informado que el mandatario ha sido trasladado de urgencia al hospital en un helicóptero tras el ataque. Un traslado que llevó bastante tiempo por la necesidad de un tratamiento intensivo.

La Nakba, la "catástrofe" en árabe, que se recuerda cada 15 de mayo. En 1948, miles de palestinos fueron expulsados de sus casas y de sus tierras para facilitar la creación del estado de Israel. Hoy, 76 años después, otras fotografías, de refugiados huyendo en Gaza, devuelve a muchos a aquel momento.

Cuando las tropas israelíes se preparaban para entrar en Ráfah, el Pentágono frenó el envío de 3.500 bombas de gran tamaño. Biden amenazó con retener más munición. ¿Lo están haciendo? Lo preguntamos en el Departamento de Estado. Dicen que no, que retuvieron las bombas para que no las usaran en una zona tan poblada, pero que Israel necesita armas para defenderse no solo de Hamás, también de Irán y otros enemigos.

En Francia, un despliegue policial sin precedentes busca a los hombres que ayer mataron a dos agentes de prisiones. Asaltaron un furgón para liberar a un preso, un peligroso criminal. Los tres están huidos. 

El lugar elegido para la emboscada fue un peaje y sus cámaras lo grabaron todo. El coche negro intercepta el convoy policial y, en segundos, un grupo de encapuchados armados lo asalta. Matan a dos de los cinco policías que escoltan al detenido, dejan heridos a los otros tres, y huyen con él. 

El dispositivo de búsqueda no tiene precedentes en el país, según ha explicado el ministro de Interior.

El personal de prisiones ha protestado para pedir más seguridad en los traslados de presos. Su frustración se mezcla hoy con el luto por la muerte de sus compañeros.

FOTO: ALAIN JOCARD / AFP

El carguero Borkum ha hecho una parada en Canarias y en estos momentos atraviesa el Estrecho. En las próximas horas, atracará en el Puerto de Cartagena, en Murcia. Allí ya se ha concentrado un grupo de activistas. Aseguran que el barco transporta armas y que su destino es Israel.

A las críticas se ha sumado Podemos que pide por carta a Pedro Sánchez y a varios ministros, que se retenga al barco. Sumar también exige información a su socio de coalición.

El Gobierno español niega que Israel sea el destino del buque. Sus papeles están en regla, según el Ministerio de Transportes, y su destino final es la República Checa, aunque no aclara si lleva armas o no.

Una jornada más, los jóvenes georgianos llenan de banderas y proclamas democráticas las calles de Tiflis. Las universidades son hoy edificios fantasma, porque sus estudiantes priorizan, dicen, el futuro de su país.

Comparan la norma que se ha aprobado con la ley rusa que sacó adelante el Kremlin para silenciar a los disidentes. El principal partido opositor, en señal de protesta, se ha retirado temporalmente del parlamento y asambleas locales.

El gobierno asegura que la ley terminará con la falta de transparencia en el país porque con ella, las ONGs, organizaciones de derechos humanos, cooperativas agrícolas o medios de comunicación que reciban más del 20% de sus fondos del exterior deberán registrarse como entidades bajo influencia extranjera. Algo que daría vía libre al ejecutivo para inspeccionar sus oficinas cada 6 meses.

La presidenta georgiana ha amenazado con tumbar la norma, pero el parlamento, después, podría restaurarla con una nueva votación. Esto comprometería sus apoyos internacionales. Para Estados Unidos, su relación con Tiflis está en riesgo y también su adhesión a la Unión Europea. Bruselas concedió a Georgia el estatus de candidato el año pasado, precisamente por no aprobar esta ley, y ahora esas negociaciones podrían caer en saco roto.

FOTO: REUTERS/Irakli Gedenidze

Hoy se cumplen 76 años de la Nakba, el éxodo forzoso del pueblo palestino tras la fundación del Estado de Israel. José Abu-Tarbush Quevedo, profesor titular de Sociología en la Universidad de La Laguna y co-autor del libro 'Gaza. Crónica de una Nakba anunciada', ha señalado en Las mañanas de RNE que este año llama la atención los paralelismos con la actual tragedia en Gaza. "Para los palestinos, la Nakba ha continuado de manera sutil durante las últimas décadas, pero de una forma claramente forzada, como estamos viendo en Gaza".

El profesor ha explicado que la Nakba comenzó con la colonización británica de Palestina, que preparó el terreno para "la implementación del Estado israelí" y que, hoy, se reproduce lo mismo bajo la influencia de Estados Unidos. "La mayoría de los países del entorno están bajo el área de la influencia estadounidense y mantiene una pasividad cómplice con lo que está haciendo Israel", ha señalado José Abu-Tarbush Quevedo, que ha señalado a Egipto como caso evidente de esto. Además, ha insistido en la idea de que esta "dinámica histórica" caracteriza a Oriente Medio. 

Sobre el reconocimiento del Estado palestino por parte de España y otros gobiernos europeos, el profesor ha asegurado que, aunque ayuda a reconocer la "injusticia histórica", no tendrá un "efecto inmediato de traducción sobre el terreno" en materia política porque "seguirá estando ocupado por Israel".