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En Afganistán las mujeres han perdido casi todos sus derechos desde la llegada al poder de los talibanes. Las que han huido del país intentan que el mundo no olvide la situación que sufren. Dos de ellas, dos deportistas que han competido en París, han aprovechado esa visibilidad para recordarlo. 

Zadia Khudadadi se ha hecho con la medalla de bronce en Taekwondo en los paralímpicos de París. Su triunfo es único: se ha convertido en la primera refugiada afgana en subir al podio.

Las mujeres perdieron sus derechos con el regreso de los talibanes en 2021. La última prohibición ha sido a hablar en público, pero no pueden ni estudiar ni trabajar y tampoco, por ejemplo, hacer deporte. Khudadadi, que nació sin un antebrazo, escapó ese mismo año de su país para poder participar en los Paralímpicos de Tokio. Se instaló en París y ahora con su medalla ha conseguido alzar la voz.

Manizha Talash, de 21 años, es una afgana que vive en España y ha ido a los Juegos Olímpicos con el equipo de refugiados. Manizha no ha necesitado medalla para que la escuchen. Fue descalificada de la competición de Break Dance por mostrar un eslogán político: una capa en la que pedía la libertad para las mujeres afganas. Solo mostró su vulnerabilidad y con ella sus lágrimas al pedir a sus compatriotas que no se rindan.  

Sus historias son capítulos de otra todavía más dura: la de lucha de la mujer afgana por la libertad. Cruzan los dedos porque consigan ganarla.

FOTO: AYANO SHIMIZU/IPC

En Aviñón, Francia, ha comenzado el juicio por uno de los casos de agresión sexual más siniestros en la historia del país. Un jubilado de 71 años drogó a su esposa durante nueve años para que la violaran en su casa. 72 hombres participaron en las violaciones, de las que ella no recuerda nada. La policía registró el ordenador de Dominique Pelicot después de sorprenderlo grabando bajo la falda de clientes de un supermercado en 2020. Allí encontraron, filmadas a lo largo de una década, 92 violaciones a su esposa, que ahora tiene 71 años. 

Foto: Christophe SIMON / AFP

En Israel, nueva noche de protestas para exigir un alto el fuego que salve a los rehenes. Por tercer día consecutivo, miles de israelíes se han echado a la calle en varias ciudades del país para presionar al Gobierno de Benjamín Netanyahu, que no muestra signos de que vaya a ceder. La rabia no abandona a buena parte de la población que, desde que llegaron los cadáveres de los últimos seis rehenes, participa en protestas cada vez más airadas. Hamás ha dicho que, si no hay alto el fuego, devolverá a todos los secuestrados en ataúdes.

En Gaza, este martes han muerto una treintena de palestinos en distintos ataques. Uno de ellos, en esta escuela del centro de Gaza que hacía de refugio para familias desplazadas. Solo se han salvado de las bombas las zonas donde se ha implantado un corredor de seguridad para poder vacunar contra la polio. Ya han sido inmunizados más de 160.000 niños. La violencia contra menores también ha tenido este martes una víctima en Cisjordania, una chica de 16 años ha muerto alcanzada por disparos de soldados israelíes. Desde hace seis días, la ofensiva israelí en esta región palestina ocupada ha causado más de 30 muertos. 

Foto: REUTERS/Florion Goga

En Ucrania, un bombardeo ruso en la ciudad de Poltava deja ya más de 50 muertos, y unos 200 heridos, en el ataque más mortífero de 2024. Antes, un bombardeo nocturno ruso impactó contra varias viviendas y un complejo hotelero en el sureste en Zaporiyia, matando a un niño de 8 años y su madre.

Al menos 129 personas han muerto, 24 de ellas por disparos, en un intento de fuga nocturno de la mayor cárcel de la República Democrática del Congo (RDC), en Kinshasa, según el Ministro de Interior. El Ministro también se ha referido a "varias mujeres violadas", sin especificar su identidad. No han trascendido detalles sobre el número de detenidos que intentaron huir, ni las circunstancias. El portavoz del gobierno, Patrick Muyaya, ha asegurado a la televisión nacional que la situación estaba "bajo control". Por ahora, los heridos están siendo "atendidos por el gobierno para que recibieran el tratamiento adecuado".

Aunque haya sido construida para contener 1.500 presos, la cárcel de Makala alberga unas 15.000 personas hoy en día. La ONG Human Rights Watch ha denunciado en varias ocasiones las condiciones inhumanas en las que sobreviven las personas detenidas. Cerca de 505 personas murieron el año pasado a causa de enfermedades o asfixia.

La red social X, antes conocida como Twitter, ha dejado de funcionar en Brasil después de que la Justicia brasileña decidiera bloquear la aplicación como represalia por no designar un representante legal en el país. Hablamos de las causas que han llevado a ello con Emerson Cervi, profesor del departamento de Ciencias Políticas de la Universidad Federal de Paraná.