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Después de haber estado en Ucrania por primera vez desde el inicio de la guerra, el presidente estadounidense Joe Biden ha ofrecido un discurso en el Castillo Real de Varsovia (Polonia) delante de cientos de personas. Tal como explica Juan Tovar Ruiz, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Burgos, ha destacado por su marcado carácter político, en respuesta a la intervención de Vladímir Putin, y por la ausencia de novedades: "Se mantiene en los mismos puntos que había anunciado hace un año". Para Tovar, llama la atención "que no haya hecho ninguna referencia al aspecto nuclear", teniendo en cuenta que el presidente ruso ha congelado su participación en el tratado Nuevo START. "Implica una ruptura importante de puentes entre las dos potencias, incluso más allá del ámbito nuclear. Es un aspecto que debería preocuparnos", afirma el profesor. Sobre el papel de China, cree que mantendrá los lazos con el Kremlin, pero que trata de mejorar su reputación internacional: "Los líderes chinos intentan presentar una imagen de país que contibuye a una situación de paz, pero en el ámbito estratégico la posición de China siemre va a estar más cercana a la de Rusia".

Putin ha centrado su esperado discurso anual frente a los senadores y diputados rusos en sus críticas frontales a Occidente. Les ha acusado de empezar la guerra de Ucrania, de mentir sobre sus deseos de paz y de estar intentando hacer pruebas con nuevas armas nucleares. Pero sus críticas también han ido más allá y ha llegado a acusar a Occidente de convertir la pedofilia en una norma y en bendecir los matrimonios homosexuales cuando en todas las religiones, ha insistido, dejan claro que el matrimonio es la unión únicamente de un hombre y una mujer. Además, ha asegurado que la iglesia anglicana prevé un Dios de género neutro. Muestras según él, de la degradación de estas sociedades y contra las que Rusia, ha asegurado, va a combatir para que estos mensajes no lleguen a los niños rusos.

Después de que el jefe de la diplomacia de Estados Unidos, Antony Blinken, asegurara que existe una "preocupación" de que China estuviera considerando enviar "apoyo letal" a Rusia para la ofensiva en Ucrania, el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, ha respondido a las declaraciones de la nación estadounidense y ha afirmado que es "Estados Unidos y no China quien está enviando armas al campo de batalla". China ha llamado a Estados Unidos a dialogar para terminar el conflicto y "reflexionar de forma seria sobre sus propias acciones y a realizar más esfuerzos con el objetivo de calmar la situación, promover la paz, dejar de culpar a otros y de propagar información falsa".

El secretario de Estado de EE. UU., Antony Blinken, advirtió este lunes a China que si entrega armas letales a Rusia tendrá "un verdadero problema en sus relaciones con muchos otros países, no solo con Estados Unidos". "Nos preocupa que China esté considerando apoyar el esfuerzo bélico de Rusia en Ucrania con ayuda letal, algo que estamos observando muy, muy de cerca", aseguró el jefe de la diplomacia estadounidense en una rueda de prensa en Ankara. "No voy a exponer cuáles serían las consecuencias", añadió Blinken, que relató que trasladó ese contenido en Múnich, en los márgenes de una conferencia de seguridad, al director de la Oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Partido Comunista de China (PCCh), Wang Yi.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha visitado este lunes Kiev por sorpresa para encontrarse con Volodímir Zelenski en la capital ucraniana, por primera vez desde el comienzo de la invasión rusa, hace casi un año.

Durante su visita a Kiev, Biden ha anunciado 500 millones de dólares en ayuda adicional a Ucrania y ha adelantado que esta semana anunciará más sanciones contra Rusia. Ambos presidentes han discutido el suministro de armamento de largo alcance.

Foto: Evan Vucci / POOL / AFP

La reunión del secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, y el representante chino Wang Yi, no ha reducido las tensiones y desconfianzas entre ambos países. Un encuentro por la noche, en un lugar desconocido, fuera de la Conferencia de Seguridad. Más tarde, en una entrevista a CBS, Blinken dijo que Washington tiene información sobre el apoyo armamentístico chino a Rusia, de momento no letal, pero que pronto podrían ser armas letales, aunque no ha proporcionado más detalles.

FOTO: El secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinken, durante la Conferencia de Seguridad de Múnich. Petr David Josek / POOL / AFP

Estados Unidos y China han protagonizado su primera reunión diplomática de alto nivel tras la 'crisis de los globos' en el marco de la Conferencia de Seguridad de Múnich, Alemania. La tensión entre China y Estados Unidos se ha disparado después de que las autoridades estadounidenses derribaran el pasado 4 de febrero un globo chino que, según Washington, forma parte de un programa de espionaje y que para Pekín tenía solo fines meteorológicos. Foto: Chad Fish, AP, archivo.

Dos semanas después del descarrilamiento del tren en Ohio, los vecinos temen las consecuencias en la salud y el medio ambiente del vertido tóxico. La Casa Blanca ha envíado más agencias de salud pública para investigar el caso y la compañía de ferrocarriles ya ha indemnizado a los afectados con 1.000 dólares. Mientras continúa el debate sobre la seguridad de este transporte, después de que otro tren con mercancías peligrosas de la misma compañía descarrilara hace dos días en Detroit, aunque este sin vertidos tóxicos. Foto: EFE/EPA/TANNEN MAURY.

Es el cuarto descarrilamiento de un tren en Estados Unidos en lo que llevamos de febrero. Ha ocurrido en Michigan, cerca de Detroit. Todas las miradas vuelven a estar puestas en la empresa Norfolk Southern Corporation. Hace solo dos semanas, uno de sus trenes también protagonizó un descarrilamiento con consecuencias nefastas: los vertidos liberaron hasta cinco tóxicos nocivos para la salud en East Palestine, una localidad cercana a Pittsburgh. Desde entonces, los vecinos exigen respuestas y denuncian que las autoridades no les están informando adecuadamente. El administrador de la Agencia de Protección Medioambiental de Estados Unidos, Michael Regan, ha intentado tranquilizar a los vecinos. Asegura que se han llevado a cabo mediciones de gases nocivos en el interior de 480 viviendas afectadas y dice no haber detectado niveles preocupantes para la salud. Pero los habitantes no confían en estos estudios. La mayoría de ellos explican que sienten dolor de cabeza, tos persistente y picor de ojos. Se muestran preocupados por los efectos que pueda tener en la salud los tóxicos vertidos sobre su pueblo, que en un primer momento obligaron a desalojar a 2.000 personas. El tren transportaba materiales peligrosos y se dirigía de Pensilvania a Illinois.