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El alto el fuego acordado por EE.UU. y Rusia en Siria entra este lunes en vigor en medio de serias dudas sobre su efectividad, al no haber sido aceptado por parte de la oposición siria, y después de un sangriento fin de semana.

La principal alianza opositora, la Comisión Suprema para las Negociaciones (CSN) aún no ha decidido si aceptar o no la tregua. El Ejército Libre Sirio (ELS), la principal facción que la compone, afirmó que no aceptaba el acuerdo pero en las últimas horas ha escrito a Washington asegurando que "cooperará positivamente".

Por su parte, un dirigente del Movimiento Islámico de los Libres de Sham, uno de los grupos armados más prominentes de Siria y de tendencia salafista, ha asegurado que las brigadas rebeldes han respondido de forma "constructiva al pacto", al igual que las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), una coalición armada kurdo árabe que ha obtenido los mayores logros en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico

Estados Unidos vive un día de homenajes y recuerdos por los casi 3.000 fallecidos en los atentados del 11 de septiembre de 2001. El acto central de este homenaje ha tenido lugar en la zona cero donde estaban las Torres Gemelas.
 

TVE entrevista a Niguel Ángel Ballesteros, general director del Instituto Español de Estudios Estratégicos, quien desarrolla las claves de la situación en Estados Unidos tras los atentados terroristas del 11 de septiembre de 2001.

Los bombardeos continúan matando civiles y niños en la ciudad siria de Alepo en medio de la repulsa internacional por el uso de armas químicas por el ejército gubernamental sobre la población esta semana. La condena a Asad por instituciones internacionales como la Organización contra el uso de Armas Químicas intenta canalizar esta indignación para estrechar las negociaciones por la paz. Se suma la propuesta presentada en Londres por el grupo negociador de la oposición siria para lograr una capitulación en tres fases. Estas iniciativas han activado, por enésima vez, las voluntades de los principales actores en el conflicto y en Ginebra están pendientes de una posible nueva reunión entre los jefes de las diplomacias de Estados Unidos y Rusia para estabilizar un alto el fuego definitivo.

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha cancelado la reunión que tenía previsto mantener este martes con su homólogo de Filipinas, Rodrigo Dutertedespués de que este le llamara "hijo de puta" por cuestionar su política de lucha contra el narcotráfico.

El incidente diplomático que debilita la postura estadounidense ante China en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), en la que la soberanía sobre el Mar de China meridional será uno de los asuntos clave.

"Soy el presidente de un Estado soberano y hace mucho que dejamos de ser una colonia", ha remarcado Duterte ante los medios, antes de proclamar: "No tengo ningún amo salvo el pueblo filipino. Hay que ser respetuoso, no lanzar preguntas y comunicados. Hijo de puta, te voy a maldecir en ese foro".

"Es un tipo pintoresco", se ha limitado decir el presidente de Estados Unidos desde China, donde participaba en la cumbre del G20, sobre el exabrupto de Duterte, muy alejado de los modos diplomáticos habituales. En cualquier caso, Obama se ha reafirmado en que pensaba abordar el asunto de las ejecuciones extrajudiciales en el marco de la lucha contra el narcotráfico en Filipinas, por lo que emplazó al Gobierno filipino a confirmar que podría mantener con Duterte una reunión "productiva" y "constructiva".