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La posibilidad de que la reapertura de las investigaciones del FBI sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton se basen solo en "insinuaciones" de tono político, preocupa a Barack Obama. Así lo ha manifestado este miércoles el presidente saliente, y ha subrayado que se trata solo de una opinión. "He hecho un esfuerzo muy deliberado para asegurarme de que no parezca que me estoy entrometiendo en lo que se supone que deben ser procesos independientes para tomar estas decisiones", ha dicho Obama en una entrevista al portal digital Now This News. "Pero sí creo que hay una norma de que, cuando hay investigaciones, no trabajamos basándonos en insinuaciones, ni en informaciones incompletas, ni en filtraciones. Trabajamos basándonos en decisiones concretas que se han tomado", ha añadido.

La investigación sobre la pertinencia de estos correos se ha convertido, junto con los deslices sexuales de Trump y sus insultos, en una de las armas arrojadizas que han marcado la campaña electoral estadounidense en 2016. Considerados los candidatos peor valorados en muchos años, tanto por el odio que concitan como por la falta de confianza que generan, Trump y Clinton abordan la recta final de unas elecciones cuyo resultado no apuntan definitivamente las encuestas. Pese al repunte de Clinton en las últimas semanas, los últimos sondeos señalan una igualada y algún punto de ventaja para Trump, que ha tenido que rechazar los apyos públicos del Ku Klux Klan e hilar fino para conciliarse con el voto negro y latino.

En Florida, un votante de cada 4 es latino. Es uno de los 27 millones de hispanos con derecho a voto en estas presidenciales estadounidenses. La carrera a la Casa Blanca en 2016 será probablemente la más marcada por el voto de las minorías, representadas por uno de cada tres votantes en el país. Tanto la campaña de Donald Trump como la de Hillary Clinton han tenido en cuenta este dato, la demócrata con su tradición de apoyo a las minorías y la republicana, que apela a una también tradicional conciencia conservadora en esta comunidad, a pesar de los proyectos de Trump respecto al polémico muro con México. De hecho, según los sondeos, a apenas una semana de las elecciones la intención del voto hispano en Florida se inclina hacia el magnate.

El electorado de EE.UU. este año es el de mayor diversidad de la historia. Uno de cada tres votantes será hispano, negro, asiático o de otra minoría étnica. El grupo que más ha aumentado es el de los votantes latinos, con un crecimiento del 17%, por delante de asiáticos -16%- y afroamericanos -6%-. La población blanca apenas ha crecido un 2%. Actualmente hay 156 millones de blancos con derecho a voto en EE.UU. frente a 70 millones de las diferentes minorías.

En EE.UU. viven casi 57 millones de hispanos. De ellos, 27 millones tienen derecho a voto. Eso ni significa que todos los que pueden votar vayan a hacerlo. Tradicionalmente, suelen tener una baja participación en las elecciones pero muchos piensan que esta vez será diferente. Las organizaciones hispanas están llevando a cabo numerosas campañas para despertar a este ¨gigante dormido¨y para animar a los latinos a dejen oir su voz en las urnas. En las elecciones del 2012, votó un 64% de blancos no hispanos y un 67% de los afroamericanos con derecho a voto. En cambio, solo fueron a las urnas un 48% de hispanos y un 47% de asiáticos.

ALMUDENA ARIZA (Corresponsal de TVE en Estados Unidos) - Francisco Pelayo, colaborador de la campaña de Hillary Clinton en Florida, y Denise Galvez, cofundadora de 'Latinas for Trump', cuentan a RTVE cómo ven los latinos a los candidatos demócrata y republicano de cara a las elecciones presidenciales de Estados Unidos.