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El 'Rena', un gran portacontenedores, encalló y quedó escorado en octubre frente a las costas de Nueva Zelanda. La precaria situación del barco se puede apreciar en este reportaje de On Off.

El piloto de helicótpero Greg Gribble ha salido ileso de un espectacular accidente de su aparato en Auckland (Nueva Zelanda). Gribble trabajaba para erigir un árbol de Navidad de metal de siete pisos de altura, cuando la hélice de su aparato tocó la estructura, provocando que el aparato cayera y quedara parcialmente destrozado. La cabina, no obstante, se ha mantenido intacta y Gribble ha sobrevivido. Sus compañeros le han sacado de los restos del helicóptero y le han llevado al hospital, donde le han dado el alta con heridas leves.

Hablamos de la visita que Obama realiza a Australia. Allí ha firmado con la Primera Ministra australiana un acuerdo de cooperación militar, para destacar un contingente de militares norteamericanos en Darwin (16/11/11).

Cuatro españoles, tres hombres y una mujer, han sido detenidos en Australia durante una operación antidrogas en la que la Policía se ha incautado de 300 kilos de cocaína.

Los cuatro fueron arrestados el viernes mientras intentaban negociar la venta de parte de la droga. Este lunes deberán comparecer ante un tribunal.

Los arrestados se enfrentan a una pena máxima de cadena perpetua. Se trata del quinto mayor cargamento de cocaína intervenido en Australia y su valor estimado es de unos 60 millones de euros.

La situación del carguero "Rena", encallado frente a las costas de Nueva Zelanda desde comienzos de octubre, empeora día a día, y las autoridades se preparan "para lo peor". Para este miércoles se anuncia una nueva tormenta y el buque amenaza con volcar.

El combustible del "Rena", un porta-contenedores encallado en un arrecife el 5 de octubre a 22 kilómetros de la localidad de Tauranga (norte del país), ha sido casi completamente extraído: sus tanques contienen 300 toneladas de fuel, cuando en el momento del accidente tenían 1.673.

Después del vertido de 350 toneladas en las aguas de la bahía de Plenty, un paraje poblado por delfines y ballenas, los equipos han trabajado día y noche para evacuar el resto del combustible. Pero los golpes de viento han retardado las operaciones. El casco presenta fisuras y amenaza con romperse.