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El cielo ha dejado de ser azul hace días en Australia. No se puede salir a la calle sin mascarilla y han tenido que cancelarse varios eventos deportivos al aire libre. 2000 bomberos trabajan a destajo para frenar estos voraces incendios que hacen temer lo peor porque todavía, allí, no ha comenzado el verano.

El rodaje de esta cinta de aventuras (Edward Zwick, 2003) no tuvo lugar en los bosques y praderas japonesas, sino en lugares emblemáticos de Nueva Zelanda, donde se recrearon paisajes, escenarios y el Japón rural de la segunda mitad del siglo XIX.

El presidente de EE.UU, Donald Trump, presionó en una llamada telefónica reciente al primer ministro de Australia, Scott Morrison, para tratar de obtener información que desacreditaría la investigación sobre la interferencia rusa en las pasadas elecciones, según ha informado el diario The New York Times.

Una mujer ha sido apuñalada en el centro de Sidney por un hombre que después ha sido detenido por la Policía. El atacante, que habría actuado solo, también ha intentado sin éxito apuñalar a otras personas, aunque ha sido reducido por los transeúntes, que han empleado sillas, barras metálicas y cajas para conseguirlo. 

La Policía ha confirmado que la mujer ha sido herida en la espalda y que se encuentra en un hospital de Sidney, aunque no se teme por su vida. El ataque habría sido indiscriminado, y todas las hipótesis siguen abiertas. 

Medios locales también han informado de que otra mujer ha aparecido degollada en un apartamento de la calle Clarence, en la misma ciudad. Los investigadores australianos intentan confirmar si existe conexión entre este asesinato y el ataque callejero.

Las mismas fuentes informan de que el atacante se había fugado recientemente de una institución de salud mental.