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Hasta el 26 de octubre acudir a Las Naves del Español del Matadero de Madrid será como estar En el desierto. Este montaje es una idea original del coreógrafo Chevi Muraday, Premio Nacional de Danza, que también se encarga de la dirección artística y la coreográfica. La dirección teatral corre a cargo de Guillem Clua, también coautor de varios textos junto con Plablo Messiez. Los personajes de En el desierto van hacia un lugar incierto. Huyen porque fueron expulsados de su lugar de origen y en la huída se cruzan, se encuentran. Les une una necesidad común: resistir. Y descubren que sosteniéndose los unos a los otros evitarán desaparecer. "Pretendía reflejar en algún sentido lo que nos sucede a los creadores, cómo nos expulsan de nuestros lugares de origen, cómo nos están cerrando los teatros en Madrid, y de otra forma, cómo luchamos los creadores contra ellos", explica Chevy Muraday (8/10714).

El próximo domingo termina la Vuelta, una prueba deportiva que desde hace décadas se identifica también por su música. Desde Azul y Negro, pasando por OBK o Melendi, han puesto banda sonora al pedaleo de los ciclistas.

Las cerca de 22.000 personas que se han dado cita en la 69 edición de la Tomatina de Buñol (Valencia) han empezado a las 11.00 horas la tradicional batalla de tomatazos que, como cada último miércoles de agosto desde hace 69 años, tiñe de rojo en pocos minutos todo el centro de la localidad. Tras la explosión de la carcasa pirotécnica que marca el inicio de la fiesta, ha empezado el griterío en varios idiomas diferentes y se ha podido ver "volar" los primeros tomates, sólo una muestra de los 140.000 kilos de "munición" que se han preparado para la ocasión.

 

Andoni Ferreño y Ramón Langa protagonizan Hay que deshacer la casa, de Sebastián Junyent, una obra distinguida con el Premio Lope de Vega en 1983 que fue pensada originalmente para ser interpretada por dos mujeres. Andoni Ferreño, también director del montaje, ha sido el encargado de adaptar el texto. "Los hombres nos enfrentamos a una situación de manera diferente a cómo se enfrenta una mujer -explica-. El hombre es mucho más cobarde a la hora de mostras emociones, de desnudarse emocionalmente. Somos más bestias a la hora de decir ciertas cosas y entonces todo eso ha habido que adaptarlo". La función narra el reencuentro de dos hermanos que tienen que repartirse la herencia de sus padres y que se enfrentarán a heridas todavía abiertas. "Se identifica muchísimo mucha gente, porque quién no ha tenido un hermano con el que ha discutido, quién no ha tenido problemas familiares", afirma Ramón Langa (21/08/14).

Puede que pasen desapercibidos pero sin ellos, la acción no existiría en el cine. Una profesión de riesgo, la de especialista, en la que no puede haber margen de error.

Fran Perea se mete en la piel del jefe de prensa del presidente del Gobierno y Manuela Velasco en la de una periodista comprometida con un secreto de Estado en Feelgood, sátira política del periodista escocés Alistair Beston que se representará entre el 20 de agosto y el 28 de septiembre en el Teatro Infanta Isabel de Madrid. En la función, estrenada hace un año en las Naves del Español del Matadero Madrid, se reflexiona sobre lo que somos capaces de hacer para conservar el poder. "No hace una crítica a un partido determinado, sino a un sistema donde las ideas han pasado a un segundo plano", comenta Fran Perea sobre la obra, adaptada y dirigida por Alberto Castrillo-Ferrer. "Lo terrorífico es que a ninguno nos sorprendió el texto", confiesa Manuela Velasco, que subraya que el espectador llega a la reflexión fundamentalmente a través de la risa. "La pena es que a la gente le produzcan tanta risa los eufemismos en Feelgood porque están muy acostumbrados", añade (19/08/14).