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María Tejada, de ACCEM y Margarita de la Rasilla, de ACNUR, organizan la acogida de los ciudadanos ucranianos que están llegando al centro de Pozuelo, en Madrid. Las dos coinciden en que está siendo un trabajo intenso, agotador tanto física como emocionalmente, pero ágil, porque todos los actores implicados están respondiendo muy bien. “Son familias separadas”, dicen, al explicar que llegan mujeres y niños que se han visto obligados a dejar a la mitad de la familia en el territorio de la guerra: “Necesitan que les escuchen (…) Ves el sufrimiento y en sus ojos”. Con respecto al cambio con respecto a la llegada de refugiados de otros conflictos, las dos coinciden en que se pondrá aprender mucho de la experiencia actual: “En menos de 24 horas la gente tiene concedido el permiso temporal. Es una oportunidad para aprender buenas prácticas en otros aspectos en los que hay muchos problemas. Mejor no olvidarnos de que a España llegan muchos refugiados”.

En los pasos fronterizos polacos el goteo de refugiados es constante, aunque se caracteriza por grupos pequeños que huyen de Ucrania. Allí les esperan los voluntarios y las organizaciones para ayudarles. En el punto fronterizo de Budomierz se encuentran los enviados especiales de RNE, Fernando Martínez y Juan Miguel Sanz, que han podido hablar con varios de ellos. Daniel es un joven británico que ayuda como intérprete, ya que estudió ruso en la universidad. Admite que la experiencia es muy abrumadora e intenta romper el hielo con los refugiados, que la mayoría hablan ruso, para poder ayudarles. También han llegado 35 bomberos franceses para reforzar a los compañeros polacos y montar clínicas de campaña, acompañados de médicos y enfermeros. Cuentan que no están acostumbrados a vivir crisis como esta, pero hacen todo lo posible para poder ayudar.

La guerra sigue provocando un éxodo incesante de refugiados, sobre todo hacia Polonia. En el punto fronterizo de Medyka, donde se encuentran los enviados especiales de RNE, Fran Sevilla y Fernando Martínez, llegan cada sábado centenares de voluntarios desde todas partes de Europa. Dejan material humanitario y se llevan a refugiados. Hoy lo ha hecho un grupo de 9 catalanes, llegados desde Barcelona, que han hecho crowfunding para poder lograr los medios. Salieron el jueves por la noche, con tres furgonetas y un coche, y pretendían volver y parar a dormir en Francia, pero su ruta se desvía hasta Cracovia para seguir recogiendo a más personas.

Algunos de esos refugiados llegan desde hace días a España, donde se enfrentan a la incertidumbre de haber dejado atrás sus casas y a un largo trámite burocrático. En Barcelona, el pabellón 7 de la Feria ha estado recibiendo refugiados ucranianos toda la noche. El ambiente es tranquilo, pero los ucranianos que se han acercado para tramitar los permisos de trabajo y residencia explican que es muy complicado conseguir cita y los teléfonos están colapsados.

Informa Juanfra Álvarez

Entre quienes se desplazan a esa frontera ucraniana para intentar ayudar están los en torno a 30 taxis madrileños que salían el viernes con ayuda humanitaria, y que esperan regresar con hasta 150 refugiados. Ahora mismo han llegado a Varsovia y el objetivo es cruzar la capital polaca hasta el punto en el que descargarán la carga. La idea inicial era la frontera ucraniana, pero la ONG con la que viajan les avisó de que la frontera ucraniana no era segura, ni para el convoy ni para las personas a las que querían recoger. Los conductores siguen ilusionados y comprometidos con la causa, después de 40 horas de conducción a sus espaldas.

Informa Álex Llorca, enviado especial

La guerra y los ataques están provocando también un caos sanitario, que denuncian las ONG. En el caso de Leópolis, la situación humanitaris se complica, llegan miles de personas, y es muy difícil encontrar alojamiento. Allí están habilitando escuelas y las medicinas y atención sanitaria llegan gracias a la coordinación entre el gobierno y las ONG internacionales. Médicos Sin Fronteras se encuentra en Mariúpol y Kiev. Su responsable de comunicación de emergencias cuenta que la situación es caótica: "La situación que más preocupa ahora es la de Mariúpol, por que no es posible prestar asitencia médica y encontrar medicamentos en farmacias, que están vacías o cerradas", expresa. En Mariúpol, no queda agua ni comida y hay cadáveres por las calles: "No se puede describir, es un completo desastre humanitario".

Informan María Eulate y Luis Montero, enviados espeicales a Leópolis

Continua el éxodo de refugiados que huyen de Ucrania, la frontera polaca sigue siendo la vía de escape. A estas fronteras llegan voluntarios de todas partes de Europa, como la Asociación de Ayuda en Carretera DYA que, tras tres jornadas sin dormir en carretera, lamentan que los materiales que trataban de llevar han sido trasladados a otros puntos por falta de coordinación. Juan Carlos es el guía de la asociación: "Es un poco frustrante, hemos colapsado el campo de refugiados de material y mañana lo llevarán en coches a donde haga falta, nosotros no tenemos capacidad para saber sitio concreto, es trabajo de las administraciones".

Laura, una voluntaria española que vive en Alemania, ha trasladado a decenas de refugiados de las fronteras. Reclama que se aprendan de las lecciones pasadas para que los países europeos sepan coordinarse ante crisis humanitarias como esta: "Es una pena que no hayamos aprendido de otras catástrofes, que no haya un sistema", expresa. Dice que ha tratado de ponerse en contacto sin éxito con la Cruz Roja en Ginebra y con el Gobierno vasco, para saber qué hacer con las personas una vez que las recoge.

Informa Fernando Martínez, enviado especial

Para los refugiados que han conseguido salir de Ucrania, comienza una nueva etapa, cargada de miedo e incertidumbre. El papel de los voluntarios está siendo fundamental en este proceso. Muchos de ellos ofrecen sus casas a los ucranianos que llegan a la frontera, para evitar los campos de refugiados. Un voluntario alemán consiguió una semana de vacaciones para colaborar en la frontera. Se encarga de sacar refugiados y llevarles ayuda humanitaria, por lo que pide que las donaciones sean prácticas: “Cosas como carrito del bebé o grandes juguetes para los niños es una bonita idea, pero no es práctico para la gente”, expresa.

Verónica, que es voluntaria en el paso fronterizo, dice que hoy no tienen nada: “Tenemos dulces, pero esto no es comida, necesitamos toda clase de comida y snacks que se puedan llevar”, pide. Además, desde Cáritas necesitan medicinas para enviar a Ucrania y se lamentan de que "las posibilidades de los polacos para acoger gente en sus casas en breves se acabarán".

La mayor parte de refugiados que salen de Ucrania son mujeres y se enfrentan a muchos duelos. Nora Martínez, psicóloga y consultora de Naciones Unidas para las Migraciones, asegura que pasan por varios tipos de duelo: el duelo por la familia perdida, por tu vida, tu rutina, tu contexto y también por perder tu identidad.

Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico

Continúa creciendo el número de personas desplazadas por el conflicto. Según estimaciones de Naciones Unidas, más de dos millones y medio de ucanianos han huido del país, en su mayoría mujeres y menores de edad. Polonia es el principal país de acogida. Allí, en la ciudad de Lublin, hay acogidas 15 familias ucranianas que tienen en común un niño con una enfermedad crónica o terminal. Estos pequeños sienten el estado de preocupación y nerviosismo que tienen sus padres por la guerra. Acción Humanitaria Polaca está resistiendo una presión importante y reconocen que nunca esperaron que tendrían que ayudar de esa forma en su país.

Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico, enviados especiales

Esta madrugada ha llegado a Valencia un autobús fletado por la ONG 'Juntos por la vida', con 42 personas procedentes de Ucrania. Una veintena de menores con sus madres, tías y abuelas han tenido que recorrer durante tres días más de 3.000 km y que previamente tuvieron que esperar durante 8 horas al raso para poder cruzar la frontera. Desde la fundación aseguran que están de camino otros dos autobuses y que seguirán fletanfo mientras siga siendo necesaria la ayuda.

Informa Nacho Marimón.

Se cumple una semana de guerra en Ucrania, Naciones Unidas cifra ya en un millón las personas que han huído del país y proliferan las iniciativas para prestarles ayuda. En Extremadura, propuestas como la de Ana, una ciudadana ucraniana afincada en Arroyo de San Serván, recopila bienes de primera necesidad para aquellos que han tenido que dejar todo atrás.

La trabajadora humanitaria española Juana Ruiz ha salido de una prisión israelí tras 10 meses cumpliendo condena por pertenecer a una ONG palestina considerada ilegal por Israel. Con ella ha estado un equipo de TVE, en su casa de Cisjordania. Juana Ruiz está agradecida por tanto apoyo recibido, pero aún tiene el miedo en el cuerpo. Sigue declarando su inocencia. Llegó a un acuerdo de culpabilidad por pertenecer a una organización considerada ilegal por Israel, pero asegura que su caso forma parte de una causa general.

Foto: Juana Ruiz (EFE/ Sara Gómez Armas)

La ONG gallega IGAXES trabaja en un proyecto piloto de la Xunta de Galicia que busca facilitar la emancipación de estos jóvenes, una vez cumplen los 18 años, y su arraigo en el medio rural en el que viven. A su vez, también el gobierno gallego ha promovido un plan para detectar a menores que ya se encuentran en riesgo: trabajará con las familias para evitar que su situación empeore y que acaben siendo acogidos por el sistema de protección estatal.

La crisis de la Covid-19 ha empeorado la situación de los hogares españoles, menos de la mitad se encuentra plenamente integrado en la sociedad. Así lo indica el estudio publicado por la Fundación Foessa, según el cual desde 2018 se ha incrementado la desigualdad social más severa llegando a afectar a seis millones de personas. Actualmente España se encuentra entre los países con mayor diferencia de renta entre los hogares. Informa Minerva Oso.

Oxfam Internacional señala en su último informe que durante 2021 mientras los 10 hombres más ricos del mundo aumentaban su fortuna, el 99% del planeta veía como perdía ganancias. La pandemia ha provocado el mayor aumento de la desigualdad de toda la historia. En España, durante el primer año de la pandemia, 1 millón de personas entró en carencia severa. Oxfam pide medidas como el aumento de medidas fiscales que garanticen que pagan más, quienes más tienen. Informa Alba Urrutia.

Anabel Montes es la responsable de los equipos de salvamento de 'Médicos sin Fronteras' en el Geo Barents, el barco de rescate de la organización en el Mediterráneo Central. Nos habla del desembarco que hicieron ayer en Sicilia de más de 500 personas procedentes de África, de los protocolos de los rescates y del balance de este 2021.