Un día más, se han escuchado muchos reproches en el Congreso. Gobierno y oposición se culpan mutuamente de la crispación política y lo hacen con duros cruces de acusaciones. Sánchez dice que Casado hace frente común con Vox para sacarle de Moncloa y el presidente del PP le reprocha que no escuche sus propuestas de pactos de estado.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado este miércoles al líder del PP, Pablo Casado, de utilizar la crisis del coronavirus"para hacer caer a un gobierno legítimo" y ha asegurado que ha sido "un gran fracaso". Así se ha pronunciado en su respuesta al presidente 'popular' en la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso en la que también le ha acusado de fomentar la crispación.
Por su parte, Casado ha culpado a Sánchez de ser él quien extiende ese "veneno" junto a sus "socios" y le ha reprochado a que no haya aceptado ninguno de los pactos de Estado que le ha ofrecido.
Pablo Casado repite que quiere un PP "moderado", "centrado en las cuestiones importantes para España" y recalca que no es "un partido bronco, pero tampoco ingenio e incauto". "Hay muchos votantes de centroizquierda que el socialismo ha abandonado", ha asegurado el líder popular ante los suyos. Informa Verónica Muñoz.
El líder del PP, Pablo Casado, ha vuelto a reivindicar este lunes que su partido es "moderado" y "centrado" frente a la "crispación" que cree que quiere imponer el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y ha vuelto a rechazar que haya en el seno de la formación "duros y blandos". En su intervención ante la Junta Directiva Nacional, ha repetido, en este sentido, gran parte del discurso que ya pronunció ante este mismo órgano el pasado 13 de enero, cuando iniciaba la actual legislatura como líder de la oposición, tras la investidura de Sánchez.
Con 177 votos a favor, 155 en contra y 18 abstenciones, el presidente Sánchez da por concluida esta etapa y avanza que un decreto ley regulará la "nueva normalidad", a la que algunas CC.AA. se incorporarán antes que otras. En un pleno con aroma a debate sobre el estado de la nación, Sánchez ha recordado que "el veneno del odio es el veneno más dañino" antes de que el pleno se conviritiera en un examen sobre su etapa en la Moncloa. El líder de de los populares, Pablo Casado, ha rivalizado con la ultraderecha parlamentaria en las críticas al Gobierno, a lo que el líder del Ejecutivo le ha respondido con un contundente "viva el 8 de marzo". Por su parte, Ciudadanos y Esquerra Republicana de Catalunya se han criticado mutuamente y han conminado al Gobierno a que elija entre ambos de cara al futuro. Informa Sandra Gallardo.
El último debate parlamentario sobre la prórroga del estado de alarma en el Congreso ha vuelto a estar marcado por la crispación y los cruces de acusaciones. [Coronavirus:última hora en directo]
La oposición ha criticado la gestión de Pedro Sánchez y le ha reprochado la situación del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, que está en el punto de mira por el cese del coronel de la Guardia Civil y la investigación del 8M.
Para la prórroga, el Gobierno cuenta con el sí de Ciudadanos y, de nuevo, con la abstención de ERC, que votó en contra en la última ocasión. Su portavoz, Gabriel Rufián, insiste en que el Ejecutivo tiene que elegir con quién quiere pactar.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha acusado a Abascal y Casado de "mala fe" y utilizar el coronavirus para la "política partidista". Les ha replicado que hubo manifestaciones masivas del 8 de marzo en todo el mundo desde Berlín a Nueva York, Santiago de Chile y París y les ha preguntado con sorna si la culpa de esas concentraciones también es del ministro del Interior o del delegado del Gobierno en Madrid.
El líder del PP, Pablo Casado, pide la restitución del coronel Pérez de los Cobos y acusa a Pedro Sánchez de "las purgas" en la Guardia Civil. Le insta a cesar al ministro del Interior al que tilda de Fouché y afirma que ha vulnerado la división de poderes.
El calificativo de "hijo de terrorista" este miércoles de la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, al vicepresidente de Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, ha generado malestar en algunos sectores del PP, que consideran que fue "una intervención lamentable" y "un error dentro del punto de vista táctico" y "moral", según fuentes del partido a TVE.
El cese del coronel de la Guardia Civil Pérez de los Cobos hace dos días fue la semilla que germinó en la sesión parlamentaria más bronca del estado de alarma. La oposición cargó duramente contra el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que volvió a descartar la relación entre su decisión y el informe del 8-M realizado por el coronel- Por su parte, Sánchez criticó fuertemente a Casado, del que dice que empieza a ser indistiguible de Vox, poco antes de que García Egea y Álvarez de Toledo arrastraran a Iglesias al enganchón más fuerte de todo el debate: la portavoz de los populares acusó al vicepresidente del Gobierno de ser "hijo de terrorista".
La destitución del coronelDiego Pérez de los Cobos por parte del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ha centrado gran parte del debate en la sesión de control al Gobierno de este miércoles en el Congreso de los Diputados. El PP, Vox y Cs han criticado duramente al Ejecutivo. Pablo Casado ha exigido responsabilidades al Gobierno "por sabotear la independencia judicial en la investigación por el 8M" y porque "desde Roldán nunca nadie había manchado así a la Guardia Civil".
La oposición dirige sus críticas al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, por el cese del jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Madrid, el coronel Diego Pérez de los Cobos. El PP exige responsabilidades de manera inmediata. Considera un insulto a la Guardia Civil y al Estado de Derecho que Sánchez "tape" la destitución de este lunes -dice- con la equiparación salarial. Ciudadanos pide la dimisión del ministro. Y desde Vox, elogian la dimisión del número dos de la Guardia Civil.
El Partido Popular acusa al PSOE de traicionar a todos sus socios de gobierno y "engañar" a sus ministros por un "puñado de abstenciones" de EH Bildu tras el pacto para la derogación de la reforma laboral de 2012. Su líder Pablo Casado avisa de las consecuencias de derogarla y señala que no se puede decidir hacerlo de forma unilateral sin contar con los agentes sociales y otras fuerzas políticas. Pide que comparezca en el Congreso el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para explicar qué puntos quiere derogar, además de la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Informa Verónica Muñoz.
