Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

Hoy tomamos un café virtual con el biólogo Juan Luis Arsuaga, uno de los científicos que más sabe de la evolución de la especie humana y que retoma esta semana las excavaciones en Atapuerca (Burgos). Con él charlamos del ser humano y de cómo ha ido mejorando con el paso del tiempo, de lo privilegiados que somos por haber nacido, de la bondad y del entusiasmo como virtudes, de las ilusiones a las que no deberíamos renunciar nunca y hasta de extraterrestres. ¿Sabéis qué le diría Arsuaga a un extraterrestre si se lo encontrara? Se lo preguntamos

El cretácico pero, sobre todo, el jurásico, son momentos de la historia de nuestro planeta que suelen fascinarnos especialmente. Y eso tiene una explicación: los grandes saurios. La paleontóloga Laia Alegret ha centrado su vida profesional en el estudio de sus fósiles.

A estas alturas es difícil encontrar a alguien que no haya oído hablar de Atapuerca y de la relevancia científica de sus yacimientos paleontológicos, ¿verdad? Bien pues el lugar que visitamos en esta nueva escapada se creó para albergar parte de los hallazgos de Atapuerca y, especialmente, para explicar las nuevas teorías de la evolución surgidas a raíz de todo lo encontrado. Estamos en Burgos para conocer el Museo de la Evolución Humana.

La actividad volcánica no jugó un papel directo en la extinción de los dinosaurios, según un equipo internacional de investigadores liderado por la Universidad de Yale, que ha confirmado que el causante fue un asteroide.
La revista Science ha publicado este jueves un artículo que pone fin al debate de las extinciones de finales del Cretácico y rechaza el vulcanismo como causa de la extinción del 70% de las especies.

Un joven murciano de 24 años aficionado a la paleontología encuentra un hueso de dinosaurio en Moratalla, en una zona donde no se había localizado ninguno hasta ahora. Iba buscando fósiles marinos pero tropezó con una roca que le pareció rara y enseguida se dio cuenta de que era el primer hallazgo importante de su vida.

Hace 65 millones de años, una enorme roca de diez kilómetros impactó contra la Tierra y desencadenó la quinta extinción masiva. Ese día, el último de los dinosaurios y el primero de una nueva era dominada por los mamíferos -y por el hombre-, ha sido reconstruido en un estudio que se publica en la revista Pnas.
La investigación, liderada por científicos del Instituto de Geofísica de la Universidad de Texas (Estados Unidos), se basa en el análisis de las muestras de rocas extraídas de la "zona cero" del impacto, el cráter Chicxulub, de la península de Yucatán (México).

  • Un estudio reconstruye la secuencia catastrófica de sucesos desencadenada por el choque de un gran meteorito
  • Se basa en las muestras de rocas extraídas de la "zona cero" del impacto, el cráter Chicxulub (México)