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La comunidad autónoma de Cantabria posee una vastísima historia vinculada con tesoros del periodo paleolítico y estos tesoros a su vez tienen una larga relación con investigadores y universidades de Estados Unidos. El subsuelo cántabro es rico en yacimientos arqueológicos y muy significado en cuevas de deslumbrante arte rupestre de ese periodo que ayuda a comprender el origen de la vida humana en comunidad. 

Como nos cuenta en Atlantic Express el antropólogo, politólogo y sociólogo Gonzalo Sánchez Eguren, la región cántabra, con una extensión de 5.300 km2, con 10.000 cuevas, es un museo subterráneo, un espectáculo geográfico,  conformado por catedrales geológicas en las que los que vivieron durante la última glaciación, hace decenas de miles de años, dejaron un testimonio de valor universal en las paredes y techos de las cuevas. Pinturas, grabados, reliquias de valor incalculable, diarios pictóricos de su modo de vida por el que se interesado a lo largo del siglo XX prestigiosos investigadores y universidades estadounidenses.

Altamira es la primera cueva del mundo donde se documenta científicamente arte rupestre paleolítico y también la primera cueva española declarada patrimonio de la humanidad por la Unesco, así distinguida, en París, en 1985, por ser consideradas sus pinturas rupestres las primeras manifestaciones artísticas de la humanidad.Desde hace años, la Cueva de Altamira tiene restringidas las visitas y el tiempo de estas como medida de conservación y cuidado, pinturas que admiraron y estudiaron investigadores llegados del otro lado del Atlántico.    


Los neandertales ya tenían capacidad simbólica, según ha demostrado un equipo de científicos en el yacimiento de la cueva de la Des-cubierta en Pinilla del Valle (Madrid), donde ha comprobado que esta especie humana ya utilizaba los cráneos de grandes herbívoros como trofeos de caza.

Estos homínidos, que vivieron en la región hace 40.000 años, convirtieron este lugar en un santuario de caza donde preparaban animales como bisontes, rinocerontes o ciervos siguiendo un mismo patrón. Primero les quitaban la mandíbula y el maxilar superior, después comían sus los sesos y finalmente dejaban la parte del cráneo con los cuernos o astas a modo de trofeo de caza.

"Un dato importante es que hemos podido constatar que la actividad se mantuvo a lo largo de, al menos, varias generaciones, lo queintroduce el concepto de tradición cultural que habría pasado de generación en generación", ha explicado el codirector del yacimiento de Atapuerca y paleontólogo de la Universidad Complutense Juan Luis Arsuaga, uno de los autores del estudio, en la nota de prensa que han difundido este jueves las instituciones que han participado en el hallazgo.

De la cueva de La Garma en Cantabria a la Garganta de Olduvai en Tanzania, hay yacimientos donde equipos españoles están  Desenterrando el pasado. Proyectos seleccionados por laFundación Palarq para suII Premio Nacional de Arqueología y Paleontología, explicados ahora en unlibro editado con RBA en su sello National Geographic.

Informa Íñigo Picabea

La Fundación Palarq es una organización privada que ayuda a misiones arqueológicas españolas que trabajan fuera de Europa y a investigaciones en yacimientos nacionales. Con sus últimas convocatorias,  financiará entre un 50% y un 70% de los costes de 172 proyectos arqueológicos y palentológicos.

Informa Íñigo Picabea