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Joe Biden se ha convertido este miércoles en el primer presidente de los Estados Unidos en pisar suelo israelí durante una guerra. Lo ha hecho tan solo unas horas después del ataque más mortífero en Gaza desde que estalló el conflicto bélico para trasladar su apoyo al primer ministro Netanyahu. El líder estadounidense ha respaldado la versión del ejército israelí sobre la autoría de la explosión en el hospital de la Franja.

Foto: EFE / MIRIAM ALSTER

La tensión por la guerra entre Hamás e Israel se extiende incluso al ámbito de la cultura. En la Feria del Libro de Fráncfort han abucheado a un escritor por hacer mención a las víctimas palestinas. La polémica ya rondaba la feria porque había aplazado la entrega de un premio a la autora palestina Adamia Shibli, pero la tensión explotó con el discurso del filósofo esloveno Zizek, en el que condenó incondicionalmente los ataques de Hamás, pero también pidió acordarse de las víctimas palestinas y contextualizar el conflicto.  La indignación en el público fue creciendo y el comisario de antisemitismo le interrumpió y le dijo que no podía comparar lo que hace Hamás con lo que hace Israel.

El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha llamado a "evitar una escalada" de la tensión en Oriente Medio y atender la crisis humanitaria en la Franja de Gaza. "Concentremos los esfuerzos en dos puntos: atender la crisis humanitaria y evitar una escalada que provoque la extensión a la región", ha dicho en rueda de prensa desde La Moncloa después de participar en el Consejo Europeo extraordinario por videoconferencia, en el que la UE ha zanjado la división interna sobre la guerra entre Israel y Hamás. También ha instado a apostar por la vía de los dos Estados para encontrar una "paz justa y duradera" a un conflicto "que lleva enquistado más de 70 años".

FOTO: Pedro Sánchez, en rueda de prensa tras el Consejo Europeo extraordinario. EFE/Moncloa/ Borja Puig de la Bellacasa

Al menos 500 personas han muerto en el ataque con un misil a un hospital en Gaza. Hay cientos de heridos porque muchos desplazados pensaban que ese era un lugar seguro en el que refugiarse. Las autoridades palestinas acusan a Israel. Pero Israel responsabiliza a la yihad islámica. Son ya más de 3.000 fallecidos en la Franja desde el comienzo de la guerra.

FOTO: Foto de víctimas del ataque al hospital de Gaza. AP Photo/Abed Khaled

Israel y Hamás están en guerra tras el ataque por sorpresa del grupo palestino desde Gaza del 7 de octubre. Los bombardeos cruzados prosiguen en la undécima jornada de enfrentamientos, mientras las cifras de víctimas no dejan de aumentar.

Israel ha bombardeado un hospital en la Franja de Gaza donde han muerto cientos de personas. En el 24 horas de RNE, Husni Abdel Wahed, embajador de Palestina en España, asegura que no es el único hospital amenazado y que los hospitales además de albergar a los enfermos "ahora son refugio de la población amenazada por Israel".

Pedro Sánchez, presidente de España en funciones, pone el foco en la llegada de la ayuda humanitaria a Palestina y reitera la condena rotunda del atentado perpetrado por Hamás. También Sánchez ha pedido a Israel que cumpla con el derecho humanitario. Husni Abdel Wahed se muestra positivo con estas palabrass pero recuerda que "el pueblo palestino durante los últimos 75 años ha escuchado declaraciones de buenas intenciones que nunca se han concretado"



El Consejo de Seguridad de la ONU ha rechazado la resolución presentada por Rusia en el que se pedía el fin de los bombardeos cruzados, la liberación de todos los rehenes israelíes, el acceso de la ayuda humanitaria o la apertura de un corredor seguro para evacuar a los civiles. Necesitaba nueve votos positivos para aprobarse pero recibió cinco. En cualquier caso, EE.UU., Reino Unido y Francia habían anunciado que de salir adelante ejercerían su derecho de veto. La razón, han argumentado, es que el documento en ningún momento menciona a Hamás ni lo reconoce como grupo terrorista. Tras la votación, los bloques enfrentados se han lanzado reproches al no conseguir un acuerdo común de mínimos que condene la violencia y ofrezca la ayuda humanitaria necesaria.

El paso de Rafah, al sur de la Franja de Gaza tiene carteles en los que ponen que está cerrado y que es peligroso estar ahí por los bombardeos israelíes. Aún así, grupos de gazatíes con doble nacionalidad se acercan.

Rafah es el único paso de la Franja que controla Egipto. Da acceso al Sinaí, una península que exceptuando algunos puntos turísticos es un gran desierto, donde además operan grupos yihadistas. El Cairo siempre ha temido la llegada de miembros de Hamás, aliados de la organización islamista Hermanos Musulmanes, considerados terroristas por Egipto. Por eso, salir por aquí, nunca ha sido fácil para los gazatíes.

"Entrada de ayuda humanitaria, sí", dice el ministro de Exteriores egipcio, pero nada de permitir la entrada masiva de palestinos de Gaza. Los camiones humanitarios, con alimentos, agua y medicina, siguen esperando la apertura de la frontera en el lado egipcio. A escasos kilómetros, los gazatíes tratan de conseguir algo de pan. Mientras, los bombardeos israelíes siguen haciendo estragos.

FOTO: REUTERS/Stringer

La familia de Mia Shem, una joven franco-israelí entre los 199 secuestrados por Hamás, ha pedido su liberación después de verla en los vídeos difundidos como prueba de vida por la organización islámica. "Es un crimen contra la humanidad", ha afirmado su madre. 

Foto: GIL COHEN MAGEN / AFP