El campo de refugiados de Moria, en la isla griega de Lesbos, donde se albergan cerca de 13.000 personas, casi cuatro veces su capacidad, ha quedado prácticamente destruido en un incendio provocado esta madrugada que ha quemado tiendas de campaña y contenedores tras enfrentamientos entre los migrantes. Miles de familias han tenido que ser evacuadas a causa de las llamas.
La imagen del niño Aylan ahogado en una playa turca sacudió las conciencias de toda Europa en 2015. Cinco años después, un barco en llamas con 21 migrantes a bordo se hunde en el Mediterráneo y tres de ellos se ahogan en su intento de llegar a Italia. El drama se repite casi a diario, especialmente desde que en 2015 estallase la gran crisis migratoria.
Morir por alcanzar la costa: tres trágicas historias que pasan inadvertidas en plena pandemia
- El drama de la inmigración deja esta semana decenas de muertos que trataban de llegar a España
- 50 personas fallecieron en alta mar, dos niños en el puerto de Valencia y otro joven en una playa de Fuerteventura
- Aumentan en la capital libanesa las protestas violentas contra el Gobierno, al que responsabilizan de las explosiones
- Siguen los trabajos de rescate en busca de supervivientes cuando se van a cumplir 72 horas del siniestro
Pau Abad es periodista y a la vez cooperante que trabaja con varias ONG en la isla griega de Lesbos. Hablamos con él en el Diario 24 horas fin de semana de RNE Diario 24 horas fin de semana de RNE porque este domingo era el día en el que los campamentos de refugiados de las islas griegas iban a dejar de estar confinados, pero el Gobierno griego ha decidido prorrogar hasta el 31 de agosto ante el aumento de casos positivos de coronavirus en todo el país, pero con un trato totalmente diferentes en esos campamentos a el que reciben los residentes nacionales. Médicos Sin Fronteras reiteradamente está denunciando las condiciones en las que están miles de personas - unas 30 mil - que viven hacinadas y que con esta medida empeoran sus condiciones. MSF ha llegado a cerrar por ejemplo su centro de aislamiento en Moira por las presiones del gobierno. "La situación es desesperante, es frustrante. Todas las personas que llegan a los campamentos de Lesbos llegan con muchos sueños en la cabeza de llegar a Europa, a este u otro país, pero de repente solamente tienen un único sueño que es el de salir del campo de refugiados de Moría, que bueno, es una mezcla de injusticias, de miedos, de condiciones inhumanas a nivel de higiene, a nivel de vivienda y luego toda la situación de criminalidad que se vive también dentro del campo. El miedo que se siente dentro es respirar inseguridad por todas las partes del campo de refugiados, además obviamente de todos los recursos que les faltan a estas personas".
El campo de refugiados de Moría se confinó a mediados de marzo. Había controles estrictos en las carreteras de acceso y los refugiados solo podían salir, por ejemplo, si tenían una cita con el hospital "pero no podían acceder a los supermercados como si podían acceder los residentes griegos de lesbos, tampoco podían ir a un cajero automático a retirar dinero, porque ellos reciben como 90 euros al mes por persona para poder vivir". Tal fue el problema que se instaló, aunque con retraso un cajero automático en el propio campo, para que pudieran adquirir lo esencial para su mantenimiento. Y luego el otro miedo "que cualquier caso positivos que se registrase en el campo pues podía ser una bomba de relojería".
Más de 1.700 personas murieron en 2018 y 2019 en las travesías migratorias irregulares africanas, según un informe elaborado por ACNUR. El trabajo titulado 'En este viaje, a nadie le importa si vives o mueres' pone el foco en cómo la mayoría de las personas que toman esas rutas sufren o son testigos de una "falta de humanidad" y una "brutalidad indescriptibles" a manos de los traficantes, redes de trata, milicias y, en algunos casos, incluso de los funcionarios gubernamentales.
El coronavirus se está ensañanado con los colectivos más vulnerables, como los miles de migrantes africanos que buscan una vide mejor. Muchos etíopes han quedado atrapados en Yemen, un país de paso en su camino a Arabia Saudí. Viven con miedo a la violencia y la discriminación, ya que los yemeníes les acusan de propagar el coronavirus por el país. [Coronavirus: última hora en directo
Once mil refugiados en situación de extrema vulnerabilidad, incluidos niños, podrían quedarse en la calle en Grecia. Médicos Sin Fronteras asegura que el Gobierno del país heleno les está expulsando de los pisos de acogida para descongestionar los campos de las islas griegas. Antes tenían alojamiento garantizado durante seis meses para intentar encontrar un modo de vida independiente. Ahora, son 30 días.
Desde el 21 de mayo, el uso de mascarillas es obligatorio tanto en la vía pública, como en espacios al aire libre y en espacios cerrados de uso público o que se encuentren abiertos al público, siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros. En este contexto, están surgiendo iniciativas en torno a la fabricación de mascarillas con fines solidarios y sociales. Es el caso del programa Mascarillas Refugiarte, de la ONG Urda Spain, que ayuda a mujeres refugiadas a conseguir una vida mejor. De ello nos hablan Pablo Cerezal, portavoz de Urda Spain, Rachida Kamil, refugiada de la guerra de Siria y en España desde 2016, e Ivana González Mena, CEO de Menamobel.
- Los partidos han registrado una Proposición No de Ley para regularizar sin condiciones a los más de 600.000 'sin papeles'
- Desde el Ejecutivo defienden una entrada con "todas las condiciones" que se desarrolle en un "marco de normalidad"
Tras 49 días retenido por las autoridades italianas en el puerto de Palermo, el Aita Mari, el barco de la ONG Salvamento Marítimo Humanitario, ha partido hoy hacia su puerto base en Guipuzkoa. La ONG denuncia que el bloqueo, ante el que no tiene opción de recurso, se debe a unas exigencias para navegar que no se corresponden para su tamaño y dimensiones y que les impide rescatar a personas en el Mediterráneo. Informa Arancha Garijo.
En el informativo 14 Horas Fin de Semanainformativo 14 Horas Fin de Semana hemos hablado con Estrella Galán, secretaria general de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) en el Día Mundial del Refugiado. Ha señalado que con la pandemia, ven peligrar el derecho de asilo y piden a los Estados que no utilicen la emergencia sanitaria para dar "una vuelta de tuerca más" a este derecho y sentencia que "cualquier cosa se podrá poner en cuarentena, pero los derechos no". Denuncia Galán que existe un bloqueo cada vez menos solidario con estas personas.
Refugiados e integración social, una semilla de democracia en tiempos de crisis
- Casi 80 millones de personas en el mundo han tenido que abandonar sus hogares debido a las guerras o el hambre
- España solo aceptó un 5% de las demandas de asilo en 2019, según la Comisión de Ayuda al Refugiado
JUAN MANUEL CUÉLLAR.- La integración social de migrantes y refugiados no solo abre la puerta a la solución de un grave problema humanitario. La mayoría de estas personas, procedentes de países en gran precariedad o supervivientes de conflictos y sistemas políticos represores, descubren en la sociedad que les acoge una nueva forma de entender la convivencia que cambia sus vidas.
Belal Darder es un fotoperiodista egipcio cuyas imágenes de las primaveras árabes en su país dieron la vuelta al mundo. Por ello fue condenado a 15 años de cárcel en Egipto y huyó como refugiado político.
Monaf Andiwi, un joven estudiante de arte, salió de Siria con sus padres cuando sus familiares empezaron a morir en la guerra civil que asola el país. Ellos cuentan como la democracia cambió sus vidas. Ambos han hecho de España su hogar y trabajan duro para contribuir a mejorar la sociedad de acogida, Belal se casará aquí y se siente “madrileño”, y también con la vista puesta en la reconstrucción de su país, como es el caso de Monaf, que reflexiona con su arte sobre las guerras y su daño permanente a los niños, como él cuando estaba en Siria.
También prestamos atención a las dificultades de los migrantes más desfavorecidos, entre ellos los subsaharianos, que lo tienen aún más difícil por la precariedad económica y educativa.
Hasta 80 millones de personas han tenido que huir de sus países por la guerra, las pandemias, la violencia o la discriminación. En el día mundial del refugiado, escuchamos su voz, la de Mahmood de Egipto y la de Miriam de Honduras. Ellos están esperando una respuesta del Gobierno. El suyo es uno de los más de 133.000 expedientes sin resolver que hay en las oficinas de inmigración, cerradas durante el confinamiento. Según la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), en 2019 de las casi 120.000 solicitudes de asilo, solo se concedió protección al 5,2%. Lo cuenta Rosa Cervantes, directora del programa de RNE, Refugios.
Cerca de 80 millones de personas abandonaron sus hogares y sus países el último año por la guerra y el hambre. Son los refugiados o desplazados, a los que este sábado se dedica el día para no olvidar su drama. La Comisión de Ayuda al Refugiado alerta de que en 2019 España solo aceptó un 5 % de las demandas de asilo, frente al 24 % del año anterior o el 31 % de media en la Unión Europea. Un documental español, titulado 'Mar Nuestro', refleja los testimonios de quienes sufren esta situación.
Miles de personas quedaron atrapadas en países no seguros por la pandemia. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado pide a las administraciones que esta crisis no limite más el derecho de asilo en España. En 2019 solo se admitieron cinco de cada 100 peticiones.
Minerva Oso recoge el testimonio de varias personas que llegaron a España buscando una vida mejor. Lejos de su familia, sin hogar propio y con trabajos precarios, esperan ahora una mejora de sus condiciones.
En la víspera del Día mundial de los refugiados, nos acercamos a los testimonios que recoge "Mar Nuestro", un corto documental que forma parte de un proyecto multidisciplinar -la fotografía es de David Salas- donde el arte llama a la reflexión crítica, a concienciar sobre el problema de la crisis migratoria desde la empatía. Lo conocemos gracias a sus directores, Álvaro López y Franz Blanco, y algunos de sus protagonistas.
Según el último balance del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, el 1 % de la población mundial se ha visto obligada a abandonar su hogar debido a los conflictos, la violencia o la persecución. Es el doble de personas que las que estaban en esta misma situación hace 10 años.
María Jesús Vega, portavoz de ACNUR en España, ha hablado en 14 horas de la situación actual por la que pasan estas personas: "Hay conflictos de larga duración que no se cierran y personas que no pueden retornar a sus casas. Se abren nuevos conflictos y nunca hemos registrado un dato más alto. Se ha duplicado el número de personas que se han visto obligadas a dejar sus hogares desde 2010"
Además, insiste en la importancia de que los gobiernos apoyen a los refugiados, sobre todo en situaciones como la pandemia que se está viviendo este año: "La pandemia es una emergencia más que se suma a las otras emergencias a las que hacemos frente desde ACNUR, como el cambio climático, que no hay cosechas, ha habido plaga de la langosta... El impacto del coronavirus ha sido devastador", ha dicho. "Pedimos a los gobiernos que no dejen de apoyar e invertir porque permitir la entrada a gente que necesita protección, implica salvarles la vida".
El 1 % de la población mundial se ha visto obligada a abandonar su hogar debido a los conflictos, la violencia o la persecución: son refugiados. Se trata de una cifra récord que sitúa el total de desplazados forzosos a nivel mundial en 79,5 millones de personas, según el último balance del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur). Son el doble de personas que las que estaban en esta misma situación hace 10 años.
Los motivos de este incremento son, según el jefe de Acnur, Filippo Grandi, el enquistamiento de los conflictos, el surgimiento de nuevos y la parálisis de de la comunidad de internacional para resolverlos
Dos de cada tres refugiados provienen de Siria, Venezuela, Afganistán, Sudán del Sur y Myanmar. Los países que más acogen son Turquía, Colombia, Pakistán, Uganda y Alemania.
Informa Sara Alonso