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En el centésimo octogésimo programa de Poesía Exterior, escuchamos al maestro Vicente Montiel Moreno, quien ha enseñado a leer a quienes fueron aplastados por la sombra de su abuela, a los que se reabren el agujero del ombligo para enterrar en él su pasado, a quienes regresan de buscar el mar entre los pliegues de una falda del siglo diecisiete. Ha enseñado a leer a los que besan sin lengua. Ha enseñado a leer incluso a los políticos. Y ha enseñado a leer a todos los mártires que no quisieron compartir su cruz porque no querían compartir la fama.

Yo soy ejemplo de fracaso escolar: aprendí a pensar por mí mismo.

¡Feliz Júpiter!

Hoy 10 de enero se cumplen 100 años del nacimiento de Eduardo Chillida. Su trayectoria desborda las fronteras del arte y nos evocan la poesía, el pensamiento, la arquitectura o la música. Recordamos algunas de sus reflexionex y experiencias a través del libro Chillida: dudas y preguntas, que el antropólogo Luxio Ugarte publicó en 1994 con la editorial Erein.

Informa Íñigo Picabea

En el bullente engranaje social de nuestros días, donde el peso, el sentido y la importancia de las palabras parecen desvanecerse en medio de una apabullante vorágine de emoticonos y likes, siempre efímeros, debemos volver a vertebrar una pertinente reflexión sobre el papel de la poesía en una suerte de rescate del lenguaje, que no es sino un rescate de la intersubjetividad, de lo que nos separa y nos une, pero, al fin y al cabo, de lo que nos pone en contacto real con el otro. Carlos Javier González Serrano charla con Berta García Faet, poeta y ensayista, sobre poesía y sobre palabras, sobre amor y sobre afectos, y sobre el lenguaje como un acto de obstinación frente a la creciente trivialización de nuestro universo simbólico. Perder el lenguaje es perder también un mundo en el que habitar.

Marta Soliño, alias Male Di Miele, es una instapoeta que alcanzó una gran repercusión compartiendo en la red social Instagram aforismos sobre placerescontradiccionesatrocidades y excusas cotidianas. Pero, además, acaba de publicar su tercer libro, titulado Siempre que estoy a punto de conocerme, editado por Lunwerg. Sobre su libro y sobre su experiencia como instapoeta ha charlado con Laura Odene en esta entrevista.

Hoy mucha ternura con 'Corazonada', el nuevo poemario de la autora valenciada. Use Lahoz y las cartas que enviaba Roal Dahl a su madre. La poesía de Aramburu y 'El Día mas corto del año' que es mañana, con Sonia Castelani.

LIBROS DE HOY:

-'Corazonada' (La Bella Varsovia) de Berta García Faet

-'Te quiere, boy' (Gatopardo) de Roald Dahl

- Sinfonía corporal (Tusquets) de Fernando Aramburu

Les biblioteques escolars. Entrevista a la poetessa Marta Pessarrodona i recitat. Entrevista al pintor Carlos Pazos i imatges de la seva obra. Diseny i moda collage. Els lutiers o violers, fabricants artesanals de violins: procés de realització d'un violí. Entrevista a l'estudi a l'escriptor Pere Calders i a Berta Jardí, i als autors dels nous diccionaris catalans, en idiomes fins ara no traduïts: Josep Torras, Dorota Szmidt i Manuel de Seabra.

Hemos entrado en una sala de doblaje. Estamos en Joinville, en los estudios franceses de la Paramount. Son aún los años 30 y se fuma abundantemente. Sólo hay una mujer, que está doblando la voz de Marlene Dietrich. Algo hay en sus ojos de esa ensoñación bajo los cielos líquidos del amanecer que alumbrarán también, en ese poema en marcha que empieza a ser el cine, la presencia de luz de Marlene Dietrich. No es una presencia artificial, no es otra Mae West que haya continuado todo el repertorio de las rubias platino: algo hay en Marlene que nos seduce con la sensualidad de su misterio. Pero Marlene, en España, se encarnará en la voz de una mujer llamada Josefina de la Torre. Tiene talento para la interpretación, es actriz y sabe ocupar su escenario con ese fondo huidizo de sus ojos, desde una calidez que se despierta antes de ser tocada. Resultará perfecto el ensamblaje y, durante mucho tiempo, será la voz de Marlene Dietrich. Así, cuando Pablo García Baena vea por primera vez El ángel azul en un cine de Córdoba, escuchará la voz de esta mujer polifacética nacida en Las Palmas de Gran Canaria en 1907, activa en todas las vanguardias y muy próxima a la generación del 27. Melodiosa y grave, es una voz que toca la conciencia de la mujer que vemos en pantalla. Si nos adentramos en su timbre, podremos ir tocando los poemas que también se abrirán desde sus labios, porque en 1930 ya ha publicado un libro que ha tenido su recorrido crítico: Poemas de la isla. Cuatro años después, junto con Ernestina de Champourcín, serán las únicas mujeres incluidas en la famosa Antología de la Poesía Española de Gerardo Diego.


(Entrevista de Manuel Sollo). ¿Es posible que Gustavo Adolfo Bécquer regresara a su Sevilla natal en 1862 desde el Madrid donde encontró la gloria literaria? No hay pruebas fehacientes de ese viaje, pero sí seis cartas anónimas que publicó su periódico, El Contemporáneo, sobre las fiestas de primavera de aquel año. Esos documentos fueron encontrados por el escritor e ingeniero en telecomunicaciones José María Jurado García-Posada, quien elucubra sobre la autoría en el libro Bécquer 1862. Un paseo literario por Sevilla (Athenaica). El ensayista desgrana los indicios sobre la verosimilitud de su hipótesis: de los rasgos estilísticos al profundo conocimiento de una ciudad entre la tradición y la modernidad. Aquel periodista desconocido se desplaza como un flaneur que cuenta a pie de calle y a manera de reportajes “los cuatro movimientos de una impresionista sinfonía sevillana”: la Semana Santa, los toros, el flamenco y la Feria de Abril. Son paisajes y escenarios becquerianos en la llamada «corte chica» de los duques de Montpensier. El volumen, que recoge íntegramente las cartas, reproduce también numerosas fotografías, estampas, litografías y pinturas del costumbrismo local, algunas de ellas firmada por José Domínguez Bécquer, padre del autor de las Rimas.

Fernando Aramburu nos habla en el 24 Horas de RNE de su libro ‘Sinfonía corporal. Poesía reunida’, un volumen que recoge seis libros de poesía que el autor de 'Pátria' escribió entre 1977 y 2005. Nos explica cómo se inició en la creación literaria por medio de la poesía, aunque dice que, con el paso de los años, la fue dejando atrás. “El último poema, fechado en 2005, es el único escrito en el S.XXI”, revela el autor, que no rechaza volver en algún momento a escribir en verso a pesar de que, en estos momentos, dice calmar su “necesidad de poesía" con la obra de los demás: “La poesía es astro central de lo que hago, de lo que necesito”, señala Aramburu.

La poesía radicalmente intimista de Ernestina de Champourcín puede dividirse por etapas, pero su vida sufre un estallido con la Guerra Civil. La obra de cualquier poeta verdadera participa de una evolución, porque escribir es una imantación que nos atrapa, desde ese viento alzado de palabras, dentro del retrato en el espejo. Y no somos los mismos, ni las mismas, en todos los actos sucesivos del drama. La representación nos atenaza, y también nos obliga a contemplarnos en el escenario. Es lo que sucede con Ernestina de Champourcín: que, aunque su cronología puede catalogarse entre sus libros de un amor más sensorial, corporal o humano, y los de un amor divino, 1936 será el epicentro mismo del temblor que partirá su existencia en dos, igual que a tantos miles de españoles, y su vida se dividirá en antes y después de la Guerra Civil. Pero también existe una tercera época: cuando Ernestina vuelva del exilio. Ahí comprenderá, como tantos otros exiliados -pienso en Ramón J. Sender o en Pablo de la Fuente-, que el paraíso soñado durante el largo exilio ya únicamente existe en la memoria. Esta mujer de ida y de regreso asiste a su propio desenlace con la mirada lúcida y expuesta desde las marejadas que la arrastran irremisiblemente, sobre el oleaje del siglo convulso de los totalitarismos que arrasarán biografías, atravesando obras literarias como las de Ernestina de Champourcín, que en vano tratará de rescatar, de entre los vientos, los buenos días perdidos que ya no volverán.


La poesía es un buen aliado para sostener el peso de las ausencias, para darle sentido y contenido al dolor que nace desde el momento de la despedida. El autor del poemario 'Jugar con las bajadas', Tomás Martínez, nos ayuda a recordar a los que se han marchado pero aún siguen siendo una parte esencial en nuestras vidas.