En su ronda de reuniones en busca de apoyos para la investidura, el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha pedido este lunes la abstención al PP, al menos de los diputados necesarios, y el voto favorable a Ciudadanos. Sin embargo, ambas formaciones se han mostrado inamovibles en sus posturas. El presidente del PP, Pablo Casado, ha asegurado que se toma esta petición "casi como un insulto", porque supondría hacer vicepresidente a Pablo Iglesias, líder de "un partido comunista y populista como Podemos".
Por su parte, la portavoz de Ciudadanos, Inés Arrimadas, ha negado su apoyo a Sánchez porque su partido no va a respaldar un gobierno que el propio Sánchez "dijo que no dejaría dormir al 95% de los españoles" e insiste en la fórmula de coalición entre su partido, PP y PSOE, que tanto Sánchez como Casado han rechazado.