El incendio que ha devorado la Torre Grenfell en Kensington, Londres, ha dejado al menos doce muertos, y se ha prolongado más de 20 horas después de iniciarse en la madrugada del miércoles al jueves. Tras declararse la alerta, los bomberos han rescatado a 65 personas y, según Reuters, las ambulancias han trasladado a 68 heridos a centros hospitalarios londinenses. Entre ellos, 18 permanecen en estado crítico. Permanecen desaparecidos varios vecinos, ha confirmado el alcalde de Londre Sadiq Khan. El inmueble residencial de 24 plantas ha quedado prácticamente consumido por las llamas. Muchas de las 120 viviendas que albergaba la construcción son de protección oficial propiedad del ayuntamiento y en ellas vivían unas 500 personas y muchas familias con hijos. El fuego se desató a la una de la madrugada en la Torre Grenfell, en el distrito de North Kensington, cerca del popular barrio de Notting Hill, y se extendió a partir de la segunda planta. Las causas se desconocen aún. En las labores de extinción trabajan 200 bomberos y 45 vehículos autobombas, además de numerosas ambulancias.
El responsable de los servicios de bomberos de la capital británica, Dany Cotton, ha advertido que las labores de extinción se extenderán durante 24 horas. Cotton ha asegurado que se trata de un "incidente sin precedentes" y que en sus 29 años como bombero "nunca había visto nada de esta magnitud". Por el momento, los bomberos sólo han podido llegar hasta el piso 20. La Policía ha acordonado la zona ante el temor de que que pueda haber derrumbes, aunque el ingeniero que trabaja con los bomberos ha asegurado que el edificio aún es seguro.
Un incendio de grandes proporciones devora el edificio Grenfell en Londres, una torre residencial de 27 plantas en el barrio de Lancaster West, en cuyo interior continúan atrapadas varias personas.
La Policía Metropolitana de Londres (MET) ha señalado en su cuenta de Twitter de que "numerosas personas" están siendo atendidas por heridas de diversa gravedad e inhalación de humo.
En las labores de extinción trabajan 200 bomberos y 40 vehículos autobombas.
A pesar de las críticas en el seno de su partido, Theresa May ha dejado bien claro que no va a dimitir y que con el apoyo de los Unionistas de Irlanda del Norte en el Parlamento podrá gobernar con cierta comodidad. El acuerdo no está cerrado, pero la líder del DUP, Arlene Foster, ha dejado claro que no habrá problemas para llegar a un pacto. El acuerdo de gobierno arrastra incógnitas incómodas, desde la actitud del arco católico norirlandés, políticamente rival del DUP, hasta el replanteamiento de la fecha de inicio de la legislatura, que debe hacer la reina Isabel y su retraso la obligaría de faltar a las carreras de caballos, una distorsión de agenda sin más consecuencias pero que no ha ocurrido jamás en la rutina da la tradición británica.
Este lunes, la primera ministra británica, Theresa May, se reúne con el grupo parlamentario de su partido por primera vez desde las elecciones generales del pasado jueves, en las que perdió la mayoría absoluta. La reunión de la jefa del Gobierno con el llamado Comité 1922, integrado por los diputados conservadores, es considerada vital para conocer el futuro político de May. La primera ministra fracasó en su apuesta por ampliar su ventaja en escaños y reforzar así la posición de su gobierno en las negociaciones del Brexit con Bruselas. May tendrá que convencer a sus correligionarios y hacer frente a las críticas de varios diputados y exlíderes del partido, como George Osborne, exministro de Finanzas y hoy editor del diario Evening Standard. Osborne ha calificado a May como "una muerta andante".
Uno de los tres terroristas que mataron a ocho personas e hirieron a 48 la semana pasada en el puente de Londres trató de alquilar un camión horas antes del ataque, ha revelado este sábado la policía británica. Khuram Butt, de 27 años, no pudo cerrar el alquiler del vehículo pesado, de 7,5 toneladas, al fallar el pago que había hecho.
La primera ministra de Reino Unido, Theresa May, formará un nuevo gobierno con los Unionistas de Irlanda del Norte (DUP) para "buscar certidumbre" y una vía para culminar "la promesa del Brexit juntos", cuya negociación arranca "en 10 días". Así lo ha anunciado este viernes en un comunicado ante los medios en Downing Street.
Bruselas afronta con cautela los resultados de las elecciones en el Reino Unido y sus consecuencias para las negociaciones del 'Brexit' que tenían que empezar en diez días, el 19 de junio, y habrán de acordar la salida de la segunda economía más fuerte de la Unión Europea. Por el momento, creen que no tiene por qué cambiar la posición de un país rumbo que está de salida, pero a juicio de varios expertos, el resultado de las urnas, lejos de las expectativas de la actual primera ministra, Theresa May, aleja también la perspectiva de un 'Brexit' duro.