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La primera ministra británica, Theresa May, está apurando los plazos para tratar de salvar su acuerdo del Brexit en Reino Unido. El miércoles, tras sobrevivir a la moción de censura, May abrió una ronda de contactos con todos los partidos políticos con el fin de presentar su plan B el próximo lunes. Sin embargo, el Partido Laborista rechaza negociar con May hasta que descarte la posiblidad de un divorcio sin acuerdo.

  • A menos de tres meses para que Reino Unido abandone la Unión Europea, todas las opciones parecen envenenadas
  • Ni el Gobierno ni el Parlamento son capaces de alcanzar un consenso sobre qué hacer, aceptable para Bruselas

La primera ministra británica, Theresa May, ha repetido desde que asumió el cargo en 2016 que el "Brexit significa Brexit" en su determinación por liderar la salida del Reino Unido de la Unión Europea. Ha llegado incluso a señalar que un divorcio sin acuerdo es mejor que un mal acuerdo, pero ahora debe encontrar un plan alternativo a contrarreloj para convencer a los diputados el próximo lunes.  Muchos temen que su oferta consista en meros retoques, mientras que la Unión Europea se prepara para aplazar la salida para que haya más tiempo para negociar.

 

El Brexit se hará definitivamente efectivo dentro de apenas 71 días, pero Londres y Bruselas siguen encallados en el que ha sido el principal escollo desde el inicio de la negociación: el acuerdo sobre la frontera entre la provincia británica de Irlanda del Norte y la República de Irlanda, que impide a la primera ministra, Tehresa May, ratificar el texto suscrito con sus socios comunitarios en el Parlamento de Westminster.

Bruselas planteó desde el primer momento la necesidad de establecer un "mecanismo de protección" o "salvaguarda" (backstop en la jerga de los negociadores) para impedir la aparición de una frontera física entre las dos partes de la isla irlandesa, por temor a que resurgiesen la división y la violencia.

El Gobierno de Theresa May se resistió inicialmente a la propuesta, pero acabó aceptándola. Un compromiso que se ha convertido en uno de los principales obstáculos para consumar el Brexit y que explica parcialmente la brutal derrota que sufría la primera ministra este martes.

El acuerdo negociado por May con la UE no convenció a los diputados, que veían con desconfianza la controvertida "salvaguarda" pensada para evitar una frontera fija entre las dos Irlandas. El plazo para presentar un plan alternativo del Brexit finaliza el lunes, 21 de enero.

El líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, ha pedido la dimisión de la primera ministra, Theresa May, durante el debate de la moción de censura presentada tras la estrepitosa derrota de su acuerdo del Brexit en el Parlamento británico. Todo apunta a que la moción fracasará,  ya que May cuenta con el apoyo de sus diputados y los unionistas del DUP. Si la gana, la primera ministra deberá presentar un plan alternativo del Brexit que logre convencer a los parlamentarios.

La incertidumbre se apodera también de muchos de los británicos que viven en nuestro país, por la falta de acuerdo sobre el Brexit. Aunque la mayoría tienen claro que se quedarían aquí aún si se hace sin consenso.

Con ellos ha hablado en Alicante nuestra compañera Ana María Llacuna.

El Reino Unido ha llegado al precipicio. El Parlamento ha dicho un no alto y claro a todo lo que se había negociado hasta ahora para salirse de la Unión Europea. Quieren el Brexit, no quieren seguir perteneciendo a este club, pero no de este modo. No como pretende Theresa May.

La UE está a la espera de que el Reino Unido se aclare lo antes posible. Es lo que ha señalado el Presidente de la Comisión Europea Jean Claude Juncker en un comunicado. El negociador europeo, Michel Barnier, ha afirmado que la UE acelerará su preparación para un brexit sin un acuerdo a la espera de que el Reino Unido indique cómo quiere proceder después de que su Parlamento rechazase el acuerdo de salida.