Genya, propietaria de un restaurante ruso, explica que no lo ha tenido fácil desde que estalló la guerra en Ucrania. Pocos clientes, reseñas nefastas en redes y llamadas amenazadoras son algunas de las situaciones a las que se está enfrentando. "Es que he pasado por todo tipo de emociones: de culpa, de pena, de miedo, de rabia...", cuenta en el Telediario. Con 20 años se marchó de Rusia. Nunca se ha identificado con la política de su país y quiere dejarlo claro.
En el norte de Siria, en estas casas destruidas por la guerra, alguien ha pintado a un Putin atacando a Ucrania."Cuando veo los bombardeos en ciudades ucranianas siento mucha tristeza. Es lo que sufrimos nosotros", asegura Khaled, vecino de Alepo, el gran bastión de los rebeldes sirios que el ejército de Al Asad no conseguía conquistar. Hasta que intervino Rusia, con bombardeos y ataques constantes. No hubo piedad. Ataques a civiles, hospitales, escuelas, cortes de suministros. Sin que la comunidad internacional actuara, reprocha Yaman, que como millones de sirios tuvieron que huir, convirtiéndose en refugiados en países vecinos o en Europa. El asedio de Alepo duró casi 4 años, degenerando en una guerra de guerrillas sangrienta. Algo que podría suceder también ahora en Ucrania. Javier Gutiérrez, corresponsal en Oriente Medio: "La intervención de Rusia y de sus tácticas de bombardeos y asedios permanentes en Siria inclinaron la balanza de la guerra en favor de Bachar Al Asad que sigue en el poder. Una guerra que, 11 años después, por cierto, continúa pese a la indiferencia de la comunidad internacional".
Ucrania denuncia que Rusia ha cortado la electricidad en la antigua central de Chernóbil, que sufrió un accidente en 1986 en su reactor 4. Los otros 3 ya no funcionan tampoco, pero el sistema eléctrico permite vigilar y refrigerar el combustible que queda. Kiev ha pedido un alto el fuego urgente para poder reparar la red, aunque de momento el Organismo Internacional de Energía Atómica cree que los sistemas alternativos son suficientes para mantener la seguridad.
Al menos 17 personas han resultado heridas en un ataque aéreo contra el hospital materno infantil de Mariúpol, la ciudad portuaria del Donbás, sitiada por los rusos. Ha ocurrido durante el alto el fuego y lo ha denunciado el ejército ucraniano. El presidente Zelensky, que acusa a Rusia, lo ha calificado de atrocidad y ha vuelto a pedir el cierre del espacio aéreo.
España no descarta un nuevo envío de armamento a Ucrania para que haga frente a la invasión, pero sigue dejando claro que no mandará tropas, en consonancia con la línea de la OTAN. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha comparecido esta tarde en el Congreso y ha pronosticado que el conflicto será largo, por su carácter imprevisible. Las operaciones rusas podrían alargarse hasta dos meses y medio más, según la nota que el Jefe del Estado Mayor de la Defensa le escribía a la Ministra Robles en el transcurso de la comisión. Robles ha replicado a quienes insisten en la vía diplomática: "Putin tenía una estrategia de imposición y conquista en la que de nada han servico el diálogo y la diplomacia y necesariamente tiene que pagar por ello". Insiste, además, en que España envia material bélico porque Ucrania está ejerciendo su derecho legítimo de defensa: "Se está en el estricto cumplimiento de lo que son principios básicos del derecho internacional".
Desde hace dos semanas, los ucranianos se despiertan con el sonido de las bombas, que avisan a los que aún no se han ido del país, que es momento de abandonar sus hogares. En medio de ese éxodo se encuentran muchas historias, pero ninguna tan cruel como las de los pacientes de oncología infantil de los hospitales ucranianos. La mayoría de los niños han tenido que interrumpir sus tratamientos para poder huir de la invasión, llegando a perder por el camino incluso sus historiales médicos. La guerra ha erosionado de forma extrema el sistema sanitario de Ucrania, por lo que estos niños solo van a poder recibir tratamiento en los países que les acojan. Polonia es, por su cercanía con Ucrania, de los países a los que más refugiados han llegado desde que estalló la guerra. Allí se trata de ayudar lo máximo posible a todas estas personas que vienen tras haberlo perdido todo, sin saber cuándo podrán regresar a sus hogares. Sin embargo, los recursos son limitados y el tiempo corre en su contra. “Necesitamos la ayuda de otros países más grandes y ricos” ha dicho Ernest Kuchar, jefe del Departamento Pediátrico de la Universidad Médica de Varsovia, en relación al sustento del tratamiento de estos pacientes. Ha manifestado que las condiciones son terribles para estos enfermos, y que los hospitales de la zona están comenzando a saturarse. Como solución, se ha abierto una vía de cooperación entre toda Europa. En Ucrania, cerca de 160.000 pacientes con un cáncer diagnosticado. Malgorzata Dutkiewicz, el jefe de la fundación que está ayudando a muchos niños con cáncer a huir del país, ha dicho que cada año se cuentan 1.000 nuevos casos de cáncer infantil, por lo que es vital contar con ayuda lo antes posible.
En el paso de Medyka no ha dejado de nevar y por todas partes hay fogatas, estufas y brasas para que todos los refugiados ucranianos puedan calentarse. Un estudiante jordano nos cuenta que la intervención de su embajada ha sido decisiva para que él y otros compañeros pudiesen de salir del país en autobús. En este paso fronterizo también hay luz y música, David ha arrastrado un piano entre un montón de bolsas de ropa y ha empezado a tocar: “Quiero dar música para que la gente pueda sentir que la guerra queda atrás, que están en Europa y que están seguros”.
Informan Isabel Jiménez y Fernando Torrico, enviados especiales de RNE en la frontera polaca
Ucrania pudo evacuar este martes a civiles atrapados en Irpin y Sumi y Rusia se ha comprometido a mantener abiertos seis corredores humanitarios este miércoles. Sin embargo, en Mariúpol la evacuación ha sido imposible por ahora.
Una de las grandes preocupaciones de la guerra de Ucrania es qué van a hacer los rusos con las centrales nucleares que tienen en su poder: la de Zaporizsya y la de Chernóbil. Precisamente, Ucrania lanzaba hoy la voz de alarma sobre esta última, que se encuentra sin electricidad y está funcionando con generadores. El Gobierno ucraniano acusa a Rusia de dañar la línea de alta tensión que lleva electricidad a Chernóbil, con lo que estaría poniendo en peligro el control de los residuos atómicos almacenados. Aluden incluso a la posibilidad real de fuga. La respuesta rusa no se ha hecho esperar: dice el departamento de Defensa del Kremlin que han sido las fuerzas ucranianas las que han atacado las líneas. Más allá de acusaciones mutuas, se confirma que los generadores pueden dar electricidad al menos 48 horas. Según el Organismo Internacional de la Energía Atónmica (OIEA), el corte no tiene un impacto importante en la seguridad, ya que la carga de la piscina de almacenamiento de combustible y el volumen de agua de refrigeración actuales sonsuficientes. Recuerda el OIEA, sin embargo, que una de las bases de la seguridad es garantizar el suministro de electricidad.
Para analizar si existe o no ese riesgo, entrevistamosAlfredo García, supervisor de la Central Nuclear de Ascó (Tarragona). García explica que los generadores de los que dispone Chernóbil son modernos y rápidos, de modo que en pocos minutos tras el corte eléctrico se activan y empiezam refrigerar las piscina. El último reactor de la central dejó de funcionar en el año 2000, por lo que, tras 22 años refrigerándose, "la carga térmica es muy baja". Por ello, considera que, más allá de estar pendientes, "no es necesario preocuparse". En cuanto a los 200 técnicos que se encuentra retenidos desde hace 13 días, García pone el foco en sus derechos laborales y en su necesidad de descanso, pero insiste en que no corren peligro porque "no hay emisiones radioactivas".
En 24 horas, Carlos Núñez ha hablado con Patricia Simón, autora de su nuevo libro Miedo. Simón asegura que el panorama que se ha encontrado en Kiev es desolador: "El hecho de que las personas tengan que abandonar sus hogares, y que sus vidas terminen en escombros, es desgarrador", ha asegurado. "Me he encontrado una ciudadanía que me ha sorprendido mucho por su organización respecto a la defensa de la ciudad de Kiev", ha explicado.
En relación al miedo a la muerte, al refugiado pobre, pero no tanto al que viene de Ucrania, Simón ha sido tajante: "Es una demostración de cómo se ha normalizado el racismo", asegura. "La sociedad polaca está siendo ejemplar con los ucranianos y al mismo tiempo apoyan el rechazo frontal a las gentes de África u Oriente próximo", considera. "Lo que al principio nos parecía intolerable, como que el Mediterráneo sea un fosa común, ahora se ha convertido en nuestro paisaje", ha concretado.
Patricia Simón, también especialista en perspectiva de género, advierte sobre que ya se están documentando "violaciones entre mujeres y hombre soldado", enfatiza Simón, quien sostiene que el 15% del Ejército ucraniano está compuesto de mujeres, claves en conflictos de esta naturaleza: "Las mujeres son las que, cuando los hombres van al frente, son las encargadas de garantizar la vida y los cuidados" ha puntualizado.
Ucrania acusa a Rusia de bombardear un hospital de maternidad en Mariúpol. Hay por lo menos 17 heridos. Los vecinos han tenido que salir corriendo. El presidente Zelenski y el ministerio de Exteriores han difundido estas imágenes del ataque y lo tachan de "atrocidad".
Rusia ha impuesto un ‘corralito’ al limitar hasta septiembre la retirada de efectivo en divisas extranjeras hasta los 10.000 dólares. A partir de esa cantidad, darán rublos. No habrá límites, en cambio, para quienes repatríen dinero y declaren bienes y depósitos en el extranjero durante el próximo año en la que es la cuarta amnistía fiscal que aprueba el Kremlin desde 2015.
Un alto el fuego unilateral declarado por Rusia ha permitido la evacuación de civiles de la ciudad de Irpin en el decimotercer día de guerra en Ucrania. Con ayuda de soldados y combatientes voluntarios, cientos de personas huyen de la ciudad por caminos improvisados. El paisaje es desolador y el ambiente, de caos y desesperación.
La evacuación llega después de que Rusia haya permitido la apertura de un corredor humanitario con un alto el fuego hasta las 21:00 horas. Moscú ha anunciado un nuevo alto el fuego para seguir con estas evacuaciones el miércoles a las 10:00 de la mañana, hora de Rusia.
En los últimos días, en Irpin, localidad satélite de la capital de Ucrania, ha habido víctimas entre los civiles que intentaban huir de los combates. Unas 150 personas han podido abandonar la zona. “La ciudad está casi en ruinas, en el distrito donde vivo es como si ninguna casa se hubiera salvado de los bombardeos”, explica a Reuters una joven madre que ha huido con un bebé. La ciudad ha estado cuatro días sin agua, luz ni electricidad. El gobernador de la región, Oleksiy Kuleba, dice que Ucrania está haciendo todo lo posible por evacuar a los civiles.