Las sirenas siguen sonando en Yabla, uno de los dos bastiones del régimen de Damasco, junto con Tartús, objetivo de la cadena de ataques del autoproclamado Estado Islámico, en la costa noroeste de Siria. Decenas de vehículos calcinados dan testimonio de la violencia del ataque junto a la estación de autobuses de Yabla. Primero ha estallado un coche bomba, y después dos kamikazes han detonado sus cinturones explosivos. Un tercer terrorista se ha inmolado junto a un hospital y una instalación eléctrica. En Tartús, otra cadena de tres explosiones ha golpeado en la estación de autobuses y en una zona residencial. Es el ataque más letal contra la provincia de Latakia en cinco años de guerra. La zona concentra a gran parte de la minoría alauí, una secta musulmana a la que pertenece la familia Al Asad.
Decenas de personas han muerto y hay numerosos heridos en varios atentados en las ciudades de Tartus y Yabla, al noroeste de Siria.
Los ataques en ambas localidades, feudos del régimen sirio, han sido reivindicados por el Estado Islámico. En Yabla se han producido tres explosiones, una en una estación de autobuses y las otras dos en un acceso a la ciudad y en una instalación eléctrica. Y en Tartus tres explosiones en otra estación de autobuses han dejado numerosos muertos.
Las potencias reunidas en la cumbre internacional sobre Siria celebrada este martes en Viena se han comprometido a apoyar el actual cese de las hostilidades y avanzar hacia un alto el fuego completo que permita retomar las negociaciones de paz entre el Gobierno y la oposición, aunque no se han fijado plazos ni han conseguido cerrar una fecha para que esas conversaciones se reanuden.
La imagen se parece a la de otras reuniones, cumbres, conversaciones y acuerdos o desacuerdos sobre Siria pero, de momento, es la única oportunidad para ampliar la tregua de la semana pasada. Con las negociaciones de Ginebra suspendidas, se intenta que la oposición vuelva a sentarse mejorando como piden las condiciones de la tregua y la distribución de ayuda humanitaria.
Diana Al Azem, una escritora de origen sirio, ha escrito un libro para ayudar a los refugiados que huyen del conflicto. Cardamomo nos cuenta la historia de un médico, de familia acomodada, que se replantea su forma de ejercer su profesión y trasladarse a Siria como voluntario. Allí conoce a Nour, una joven que lucha por sacar adelante a su familia, en medio de ese escenario de horror y muerte, surgirá el amor. Al Azem ha dicho que el amor, el de pareja y el de la familia, es lo único que nos hace tener esperanza e ilusión por seguir viviendo (11/05/16).
Luisa Canelas, madre del periodista Ángel Sastre, liberado tras 10 meses de secuestro en Siria, se muestra feliz y orgullosa de su hijo, de quien dice que "gente como él son los que hacen que en la tele o en la radio se pueda escuchar las cosas que pasan de verdad". En Las mañanas de RNEexplica que sintió mucho dolor en el corazón y físico porque al principio le dijeron que estaba desaparecido y pensó que estaba muerto tirado en alguna calle: "Fue un dolor espantoso". Asegura también que Ángel no está para nada traumatizado porque tiene muy buena cabeza (09/05/16).
Informar sobre Siria de manera relativamente segura solo es posible en estos momentos si hay una invitación del Gobierno de Damasco o si se viaja empotrado con el ejército ruso.
Aterrizan en el aeropuerto de Torrejón de Ardoz los tres periodistas españoles secuestrados en Siria desde julio el año pasado. Antonio Pampliega, José Manuel López y Ángel Sastre han viajado a bordo de un avión de las Fuerzas Aéreas procedente de Turquía.