Enlaces accesibilidad
arriba Ir arriba

En una mina abandonada en Stulfontein, al noroeste de Sudáfrica, 4.000 mineros ilegales llevan días sin ver la luz y tampoco reciben comida ni agua. La policía de la localidad quiere terminar con la minería ilegal y, por eso, decidieron bloquear la zona para preservar la seguridad. El gobierno sudafricano se negaba también a proporcionarles suministros básicos.

Ante esta situación, asociaciones que trabajan por los derechos humanos lo denunciaron y ahora han conseguido desbloquear la zona. La jueza Brenda Neukircher, del Tribunal Superior de Gauteng, en Pretoria ha decidido paralizar el bloqueo: "Pendiente de la finalización de la solicitud, el pozo de la mina de Stilfontein, la ciudad donde suceden los hechos, que constituye el objeto de esta solicitud, será desbloqueado y no podrá ser cerrado por ninguna persona o institución, ya sea gubernamental o privada".

El rescate de los miles de mineros atrapados es un proceso difícil y extremadamente lento. De hecho, Sabelo Mgnuni, representante de las comunidades afectadas, ha explicado que podría tardar casi dos semanas, porque “no está claro el número de personas que permanecen bajo tierra”. La portavoz de la policía sudafricana, Athlenda Mathe, ha explicado la conflictividad de esta actividad ilegal. Además del perjuicio económico para el país, esta mina genera violencia entre los trabajadores. “En esta área en particular, en un momento dado del año pasado, recogimos cerca de 20 cadáveres de estos mineros ilegales que se habían peleado. La estrategia que han mantenido, ha dicho Mathe, tiene como objetivo acabar con la minería ilegal.

El próximo 29 de mayo Sudáfrica celebra elecciones generales. Tras 30 años del Congreso Nacional Africano en el poder, algunas encuestas apuntan a que por primera vez podría perder su mayoría parlamentaria. Ese es precisamente el objetivo de los principales partidos de la oposición que se presentan en bloque. Para profundizar en estos comicios hablamos con Secundino González, profesor de Ciencias Políticas y Sociología en la UCM. Catedrático del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados “Ignacio Manuel Altamirano”.

El próximo 29 mayo se celebran elecciones generales en Sudáfrica. Analizamos cómo serán estos comicios con Hilda Varela, profesora e investigadora del Colegio de México y autora de Historia política de Sudáfrica.

Entrevistamos a Mario López Aréu, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Comillas y autor del libro "Anticolonialismo y no violencia: Antología de Mahatma Gandhi", publicado por la editorial Alianza.

De las nueve medidas solicitadas, destacaba el alto el fuego para prevenir y evitar daños irreparables en los derechos del pueblo palestino. Desde los atentados de Hamás del 7 de octubre y la posterior ofensiva sobre Gaza han muerto más de 26.000 palestinos, la mayoría mujeres y niños. 

La otra prioridad, esta sí aceptada por el tribunal, es facilitar el acceso a la ayuda humanitaria. Desde que comenzó la ofensiva sólo ha habido una tregua de cuatro días en la que se permitió que entraran camiones por la frontera de Rafah. 

Tras presentar la demanda por vía de urgencia en noviembre, Sudáfrica se veía las caras con Israel en los tribunales hace dos semanas. Pretoria solicitaba la imposición a Israel de nueve medidas cautelares ante el riesgo plausible de genocidio violando la Convención que Tel Aviv frimó tras el Holocausto.

La defensa israelí alegaba el derecho a la autodefensa y calificaba la demanda sudafricana de versión descontextualizada y manipulada de las hostilidades. Y afirmaba que, de haber querido acabar con los palestinos, no habría parado en ocasiones las acciones militares para permitir la huida de la población. 

Naciones Unidas lleva meses alertando del desastre en una población sin comida, agua o medicinas y además, hacinada. De los dos millones de habitantes de Gaza, 1.700.000 han huido al sur de la franja. 

FOTO: EFE/EPA/Remko de Waal

Sudáfrica ha denunciado a Israel por genocidio ante la Corte Internacional de Justicia porque considera que el país ha violado la Convención para la Prevención y Sanción del Delito de Genocidio. Un acuerdo que ambos estados firmaron en 1948 y que castiga “todos los actos llevados a cabo con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso”. Actos como los que cree Sudáfrica que está cometiendo Israel en Gaza.

Otros de los motivos de la denuncia es el Apartheid, el sistema político que consiste en la segregación racial, que aparece mencionado en quince ocasiones en la denuncia. Sudáfrica defiende que esta forma de gobierno se asemeja al control israelí de Palestina . Hay que tener en cuenta que el primer condenado por genocidio fue un africano, Jean-Paul Akayesu, acusado por la papel en la matanza masiva de los tutsi en 1994, por lo que el país se encuentra informado acerca de esta cuestión. Todo ello por una simple razón, Sudáfrica denuncia a Israel porque Gaza no puede hacerlo al no ser un Estado, por lo que Pretoria lo hace en su nombre. La resolución que salga tiene efecto vinculante, aunque si al finaliza la Corte pide el cese de las hostilidades, en la práctica va a ser muy complicado que Israel lo cumpla.

En La Haya han comenzado las primeras audiencias por la denuncia por genocidio presentada por Sudáfrica contra Israel ante el Tribunal Internacional de Justicia (TIJ), el principal órgano judicial de Naciones Unidas.

Israel se suma a la antigua Yugoslavia, Birmania y Rusia como país acusado del mayor de los crímenes, legislado internacionalmente en 1948, tras la Segunda Guerra Mundial, precisamente para evitar que se repitieran las atrocidades perpetradas por los nazis contra el pueblo judío.

Empieza así la primera cita de Israel con la justicia por la guerra en Gaza, una ofensiva que ha entrado en el cuarto mes con unas cifras escalofriantes: más de 1.400 israelíes y 30.000 palestinos muertos. A esto se añade la destrucción de la mayoría del enclave palestino y el desplazamiento forzoso de dos millones de gazatíes, que viven hacinados en el sur de la Franja en un escenario de hambruna y enfermedades.

Si quieres saber las claves del caso, por qué Sudáfrica ha sido el país que lo ha impulsado, qué implicaciones puede tener para Israel o si llevaría a detener la guerra en Gaza, no te pierdas este video.