Los bomberos han recogido muestras del óxido de propileno para estudiarlas y poder garantizar que su salida de la planta petroquímica pueda hacerse con total normalidad y sin peligro. La retirada de las cerca de 75 toneladas de producto aún no ha comenzado y podría durar horas. Dos trabajadores siguen ingresados.
El Juzgado número 1 de Tarragona ha abierto diligencias a raíz de los fallecimientos de tres personas tras la explosión del martes. De los informes oficiales deberá dirimir si han sido por accidente o negligencia. En este último caso la compañía podría ser procesada por homicidio imprudente. La empresa había sido sancionada cuatro veces por incumplir la normativa. El alcalde de Tarragona, Pau Ricomá, ha exigido que se refuercen las medidas de seguridad en las empresas petroquímicas. Desde la Generalitat insisten en que van a intentar mejorar los protocolos para avisar a la población cuando se producen este tipo de accidentes . Dos personas continúan ingresadas y los bomberos siguen trabajando en el trasvase del líquido del tanque de la factoría química.
Puertollano ha realizado un simulacro de emergencia en una refinería de la localidad. Tras el accidente de Tarragona, que ha reabierto el debate sobre las medidas de seguridad en los accidentes químicos, han querido evaluar la coordinación entre equipos y modificar los protocolos de actuación si es necesario.
La onda expansiva de la explosión de Tarragona ha propulsado piezas y fragmentos de metal de la fábrica petroquímica en varios kilómetros a la redonda, llegando a los barrios más próximos y causando daños materiales. Esto ha abierto el debate sobre la seguridad de estos polígonos y el riesgo que supone para las zonas urbanas más cercanas.
Los bomberos centran sus esfuerzos en retirar el óxido de propileno en la petroquímica de Tarragona. Hasta que se termine este proceso, se mantendrán las restricciones a la empresa donde se originó la explosión. La Generalitat ha abierto dos expedientes a la empresa y ha desvelado que ya había sido sancionada con anterioridad. El juzgado de Tarragona tendrá que ver si es necesario pedir responsabilidades penales a la empresa.
La Inspección de Trabajo de Cataluña ha desvelado este jueves que Industrias Químicas de Óxido de Etileno (IQOXE), la empresa donde explotó el martes un depósito de óxido de etileno y que ha causado tres muertos y varios heridos de divesa gravedad, ha sido sancionada cuatro veces en los últimos años, con multas que oscilan entre los 2.000 y los 8.000 euros, por diversos incumplimientos de normativa, y ha abierto una investigación sobre este accidente.
La Inspección de trabajo de la Generalitat había sancionado en cuatro ocasiones a la petroquímica de Tarragona antes del accidente de este martes que ha causado la muerte de tres personas y anuncia que abre dos nuevos expedientes.
La Generalitat acusa a la empresa de no haber avisado de la explosión y eso habría provocado que protección civil tardara 40 minutos en confirmar la magnitud del accidente. Los responsables de la planta insisten en que actuaron de forma correcta. Este miércoles los vecinos han salido a la calle para pedir más seguridad.
Han pasado algo más de 24 horas desde que se declarase el incendio en la planta petroquímica de Tarragona que momento ha causado tres fallecidos. En este momento se procede al vaciado del tanque del depósito que se había incendiado por la explosión de un reactor. Los bomberos han definido el desastre como “un ambiente desolador”. La explosión sorprendió a la población que pasó momentos de pánico.
Dos heridos continúan ingresados, uno de ellos en estado muy grave y el otro, grave pero estable. Los vecinos de las localidades cercanas a la planta petroquímica se han manifestado para pedir más medidas de seguridad. La Generalitat investigará si se siguieron los protocolos de forma correcta. Ochenta dotaciones de bomberos han extinguido ya el incendio que provocó la explosión, se centran ahora en extraer el líquido de los depósitos. Tres personas han fallecido como consecuencia de la explosión que se produjo sobre las 18:45 del día 14 de enero en el polígono sur, en el barrio de Bonavista, en la zona de la petroquímica de la localidad.
Con el fallecimiento del herido más grave de la explosión de una empresa petroquímica de Tarragona, los muertos en este suceso se elevan a tres. Durante la mañana del miércoles los bomberos han encontrado el cuerpo del trabajador desaparecido en el interior de la planta y la otra víctima mortal es un vecino del barrio de Torreforta, que se encontraba en el interior de su vivienda, a dos kilómetros y medio del lugar de la explosión, al derrumbarse parte de la misma por el impacto contra ella de una tapa del reactor.
La explosión de Tarragona ha vuelto a poner sobre la mesa los protocolos de seguridad en caso de accidente químico. Los vecinos vivieron momentos de confusión cuando Protección Civil pedía que se confinaran en sus casas, ya que no oían la sirena designada para alertar de accidente químico. Según el Departamento de Interior, la alarma no sonó porque no había nube tóxica.
La planta petroquímica de Tarragona produce óxido de etileno, un vapor utilizado para fabricar plásticos, anticongelantes o detergentes, entre otras cosas, y que es altamente inflamable. Esta fábrica, inaugurada en 2017, es la única en España que produce óxido de etileno y es la más grande del sur de Europa.
La explosión de una planta petroquímica hizo salir disparada una tapa de una tonelada que impactó contra una vivienda a tres kilómetros.
Se cree que un reactor de la industria hizo explosión, matando al jefe de la planta y, a tres kilómetros de allí, a un hombre que murió en su piso por el impacto de la tapa, de una tonelada de peso.
Joaquim Casal, catedrático de la Politécnica de Cataluña y miembro del centro de estudios de Riesgo Tecnológico, ha explicado en 14 horas que este tipo de plantas químicas como la que explotó ayer en Tarragona cumplen planes de seguridad especiales, "tanto externos como internos".
El catedrático ha explicado que casos como el de una de las víctimas, que murió por el impacto de un fragmento en su domicilio, a tres kilómetros de la planta, "es excepcional" ya que "en pocos accidentes ha habido fragmentos que se hayan proyectado a esta distancia". Respecto a las distancias de seguridad de las plantas y las zonas habitadas, asegura el catedrático que "en caso de accidentes nunca son suficientes". Hay una normativa que todas estas instalaciones cumplen, pero en algunos casos "la separación es pequeña" por los complicados planes urbanísticos de nuestro país.
