Se cumplen ocho días desde los terremotos que devastaron amplias zonas de Siria, y el país árabe ha terminado la fase inicial de emergencia y se adentra ahora en los trabajos de recuperación.
Mientras las excavadoras despejan las carreteras obstruidas por los escombros, el recuento de víctimas supera los 3.600 muertos y 5.200 heridos, pero no se actualiza desde hace días. Sin embargo, ni el Gobierno ni el grupo de rescatistas Cascos Blancos, que opera en las áreas rebeldes del noroeste del país, han declarado oficialmente el fin de la búsqueda de las personas que continúan desaparecidas.
Por otro lado, Bashar al Asad abrirá durante tres meses dos pasos fronterizos con Turquía, el de Bab al Salam y Al Raee, con el objetivo de facilitar la entrada de ayuda humanitaria en el territorio opositor.
Asimismo, la Siria controlado por Damasco está recibiendo ayuda de otros estados. México ha prometido donar seis millones de dólares para la reconstrucción, mientras que Arabia Saudí ha enviado un avión con ayuda humanitaria. Es el primero en casi doce años, desde que estalló la guerra en 2011.