Un equipo que analizará la calidad del aire en el pueblo pesquero de La Restinga, lo que determinará si sus vecinos pueden volver a sus casas, ha cruzado sobre las 10.15 horas de hoy el puesto de control que la Guardia Civil ha instalado en la carretera de acceso a este pueblo pesquero.
El análisis en la composición del aire, que ayer registraba un fuerte olor a azufre, aunque no es tóxico, como ha dicho el director general de Seguridad y Emergencias del Gobierno de Canarias, Juan Manuel Santana, sí podía ser molesto para la población por los componentes que se desprenden de la erupción volcánica submarina que se encuentra a pocos kilómetros de la costa.
Los vecinos de La Restinga, en el municipio de El Hierro de El Pinar, han entrado desde las 10.00 horas de este lunes a recoger enseres en sus domicilios.
El barco oceanográfico que llegó a El Hierro para recoger muestras de agua en la zona donde se ha producido la erupción fisural, se ha aproximado esta mañana a la mancha que, según los científicos, evidencia la erupción y que se encuentra frente a las costas de La Restinga.
El barco, según ha podido comprobar la agencia Efe, se ha introducido hasta la zona tintada por la mancha para recoger las muestras que permitirán determinar parámetros como la temperatura, turbidez, salinidad y clorofila del agua.
Fuentes del Gobierno de Canarias han informado de que durante la noche no se ha producido ningún cambio significativo en la evolución del proceso eruptivo que comenzó el pasado lunes frente a las costas del pueblo pesquero de La Restinga, que permanece desalojado.
Durante la noche se han producido tres movimientos sísmicos de una magnitud de entre 2,7 grados en la escala Ritcher y 1,5, según la página web del Instituto Geográfico Nacional.
Este último movimiento, con epicentro localizado en Frontera, fue sentido levemente por la población del barrio de Sabinosa.
Respecto a la evolución de la mancha, un helicóptero del Grupo de Emergencias y Seguridad del Gobierno de Canarias sobrevolará la zona dentro de unas horas para determinar la dirección que lleva la gran mancha que se observa en el mar y que se mueve por las corrientes marinas.
Aunque la mancha se acercaba anoche a la costa, pescadores han indicado que al menos hasta última hora de la tarde no había tocado tierra y lo que sí había eran "revolturas" de agua sucia en la orilla.
Algunos vecinos de la Restinga esperan ante el puesto de la Guardia Civil que controla el paso a la localidad pesquera poder acudir a sus viviendas a recoger enseres personales.
Asimismo los pescadores confían en poder sacar también sus embarcaciones con coches grúas y transportarlas hasta El Pinar.
Otros quieren llevarlas hasta el puerto de La Estaca, en Valverde, pero las malas condiciones del mar lo han impedido.
Los vecinos de La Restringa miran con preocupación las manchas de lava. Poco a poco han podido volver a sus hogares y recoger algunas pertenencias. Un buque científico se dirige a la isla de El Hierro para estudiar el impacto de las erupciones en el mar. Los científicos desconocen cómo se va a comportar ese volcán submarino que sigue arrojando lava.
El buque Ramón Margalef y el robot Liropus 2000 forman una "simbiosis" para participar en la evaluación del agua del mar en las costas de El Hierro como consecuencia de las erupciones volcánicas que se han producido cerca de La Restinga, en una campaña que da "vértigo".
Así lo ha reconocido el jefe de equipamiento del IEO, José Ignacio Díaz, quien ha explicado que ese vértigo lo produce el hecho de que será la primera vez que se utilice el Margalef, pero ha comentado que al volcán no se le puede decir que espere hasta que el buque esté rodado.
El IEO recibió el Margalef el pasado 23 de septiembre y, desde entonces, se han hecho pruebas con la previsión de que la adaptación al robot se iniciase la semana próxima, pero ante la aparición en el mar de La Restinga de manchas generadas por la erupción submarina se han acelerado los preparativos.
De este modo, el lunes se harán pruebas en la ría de Vigo para ver cómo está la adaptación con el robot y la previsión es que esa tarde o al día siguiente el Margalef salga en dirección a Canarias.
José Ignacio Díaz ha indicado que el barco, con 46 metros de eslora, dispone de unas sondas con las que se hará un reconocimiento batimétrico muy detallado antes de poder echar al agua con seguridad el Liropus 2000.
La sonda del Ramón Margalef funciona como una especie de abanico que da la topografía del fondo marino en tres dimensiones y, al mismo tiempo, tiene un módulo que permite ver si hay discontinuidades dentro del agua, con lo que se sabrá si el agua está caliente o si sale gas del fondo.
Una vez hecho el mapa topográfico de la zona se determinará si hay seguridad para poner el robot, que está metido en un "garaje" y es capaz de identificar la topografía, señaló José Ignacio Díaz, quien ha comentado que, en realidad, es el Liropus 2000 el que mueve el barco.
El sistema es un todo, ha insistido el jefe de equipamiento del IEO, quien ha señalado que debe tenerse en cuenta que la mancha probablemente no sea un lugar seguro para que navegue el buque, ya que se refrigera con agua salada.
Pero como el buque científico "Profesor Ignacio Lozano", del Instituto Canario de Ciencias Marinas, ha llegado hoy a El Hierro, cuando lo haga el Ramón Margalef ya se habrá investigado la naturaleza del agua.
El Ramón Margalef, en el que se han invertido más de 18 millones de euros y que tiene diez días de autonomía, puede albergar a once investigadores y técnicos, además de a doce tripulantes, y se desplaza con tres motores diesel de 1.040 caballos cada uno y dos motores eléctricos propulsores de 900 kilovatios.
El robot Liropus 2000 puede llegar hasta los 2.000 metros de profundidad y está dotado con un sistema de iluminación de 17.000 lumens de potencia (17 veces más que una bombilla de 100 vatios) y cámaras tanto de alta definición como de muy baja luminosidad.
Este robot, en el que se han invertido 1.450.000 euros, tiene dos equipos para medir temperatura, presión y salinidad, así como un aparato de efecto Doppler para estudiar las corrientes.
La Restinga es un municipio costero de El Hierro que desde su evacuación se ha convertido en una localidad fantasma. La mayoría de sus 600 habitantes se han marchado a El Pinar, que suele ser la residencia habitual, y donde muchos tienen casas. Los que no han tenido esa suerte se han alojado en la residencia y el polideportivo.
El catedrático de Zoología de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, Santiago Hernández, ha dicho que no hay que alarmarse por las emanaciones de gases que se producen en aguas marinas próximas a la isla canaria de El Hierro.
Santiago Hernández indicó que las emanaciones seguro que tienen una afección en la vida marina, pero será transitoria y puntual, y la recuperación será rápida, según las experiencias que se tienen de otras ocasiones, por lo que destacó la importancia de seguir el proceso para estudiarlo.
Es un fenómeno natural y no podemos hacer nada para evitarlo, indicó Santiago Hernández, quien añadió que, en realidad, no se sabe lo que está pasando en el fondo marino y si se ha producido una erupción o simplemente salen gases, pero en cualquier caso huele a azufre y hay consecuencias para la vida marina.
El catedrático en Zoología explicó que en el fondo marino ahora salen productos magmáticos y se ha producido una columna que termina en una mancha verde que no se sabe de qué está formada pero será un "experimento" natural muy interesante.
Para saber cómo puede evolucionar la erupción volcánica submarina que comenzó ayer. Nos vamos a La Restinga, la zona más cercana al epicentro de la erupción.
Dos seísmos ha registrado hoy el Instituto Geográfico Nacional (IGN) al suroeste de la isla canaria de El Hierro después de que ayer se produjese una erupción volcánica submarina a unos 5 kilómetros de La Restinga, en el municipio de El Pinar.
Los vulcanólagos han confirmado que se ha producido una erupción volcánica submarina en El Hierro. Las autoridades insisten en que no hay ningún peligro para la población porque es una erupción submarina a cinco kilómetros de la costa y a 960 metros de profundidad. Los expertos dicen que al salir el magma al exterior, la corteza ya no se está abombando y no debería haber más movimientos sísmicos. Los expertos no descartan que se pueda abrir una nueva boca cerca de la costa, por lo que se mantiene la alerta amarilla.
La Restinga es la zona cero de El Hierro, el punto de la tierra más cercano a donde se está acumulando la lava y los gases, pero sus vecinos lo están viviendo expectantes, pero sin miedo.
Ha aumentado la alerta en la isla de El Hierro porque podría estar en marcha una erupción volcánica. Los vulcanólogos han registrado gases bajo el mar, a pocos kilómetros de la costa, en la zona de la Restinga.
La isla de El Hierro ha registrado un movimiento sísmico de magnitud 4,3, la mayor de las registradas hasta ahora, y su epicentro ha sido localizado a un kilómetro de la costa a 13 kilómetros de profundidad, según datos del Instituto Geográfico Nacional.