Decenas de confesiones religiosas que conviven en Barcelona han rechazado el terrorismo y han pedido paz en el acto interreligioso organizado por el Ayuntamiento y la Generalitat, al que han asistido unas 800 personas al cumplirse una semana de los atentados.
Han participado en el acto --en el Museu Marítim, cercano a La Rambla-- comunidades de las diversas confesiones presentes en la ciudad, como la musulmana, judía, cristiana ortodoxa, católica, evangélica, budista, taoísta, sikh, bahá e hinduista, y también personas de tradición atea y laica, entre otras creencias.
Entre las autoridades, han asistido la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont; el ministro de Justicia, Rafael Catalá; el diputado de Presidencia de la Diputació de Barcelona, Jaume Ciurana; el delegado del Gobierno en Catalunya, Enric Millo, y la presidenta del Parlament, Carme Forcadell.