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Nada más entrar en la sala de la Audiencia Nacional donde es juzgado por el asesinato de Fernando Buesa y su escolta, Francisco Javier García Gaztelu, alias Txapote', ha saludado a Asier Carrera, el terrorista acusado de accionar el mando a distancia que hizo explotar el coche bomba. La actitud desafiante de 'Txapote' ha provocado que la presidenta de la sala, Angela Murillo, le llamara al orden. "No estamos en un restaurante. Que se calle", le ha pedido al exjefe militar de ETA.

El ex jefe militar de ETA Francisco Javier García Gaztelu, 'Txapote', ha vuelto a sentarse este jueves en el banquillo de los acusados de la Audiencia Nacional para enfrentarse a una pena de 105 años de cárcel por ordenar el asesinato del socialista Fernando Buesa y su escolta, Jorge Díez, que se produjo en Vitoria el 22 de febrero de 2000.

El hermano del asesino confeso de Marta del Castillo, la novia de éste y Samuel Benítez han negado este miércoles su participación en la desaparición del cuerpo de la joven y han asegurado que no saben dónde está el cadáver, que en su día fue buscado de manera infructuosa en el río Guadalquivir, el vertedero de Alcalá de Guadaíra y en una zanja de la localidad de Camas, cercana al domicilio de la menor con la que Miguel Carcaño mantuvo una relación sentimental.

Hoy en la tercera sesión del juicio por el asesinato de Marta del Castillo han declarado los presuntos cómplices de Miguel Carcaño: su hermano, Francisco Javier Delgado, y su amigo Samuel Benítez. La versión que ha dado Samuel Benítez es muy distinta a la que dio ayer Carcaño.

Miguel Carcaño ha explicado cómo mató a la joven sevillana, ha asegurado que no la violó y, como hemos escuchado, ha insistido en que no sabe dónde está su cadáver.

El asesino confeso de Marta del Castillo, Miguel Carcaño, ha ratificado la primera versión de los hechos que hizo tras ser detenido. Fue él quién con un cenicero golpeó en la cabeza a la joven en el transcurso de una discusión en el interior de su casa porque, según él, la joven quería reanudar la relación que habían tenido.

María Teresa Ruiz Delgado tiene el mismo nombre y apellidos que una mujer que contrajo una deuda de 20.000 euros con una caja valenciana. Un día, le llegó una orden de embargo de un juzgado de Catarroja, en Valencia, cuando ella reside desde siempre en Santander. La entidad bancaria ha reconocido el error, pero su casa sigue embargada.

El asesino confeso de Marta del Castillo reconoce ante el juez que mató a la joven sevillana con un cenicero en el transcurso de una discusión en su casa. Niega la versión de la violación y asegura que desconoce dónde está el cuerpo de la víctima.

Dos años y nueve meses después de la desaparción de Marta de Castillo su cuerpo sigue sin aparacer. Preguntamos a jueces, fiscales y catedráticos de derecho si esta circunstancia puede marcar el resultado del juicio que acaba de comenzar.

El juicio por la violación y muerte de la joven Marta del Castillo ha dedicado hoy la primera de sus veinte sesiones a escuchar la cuestión de inconstitucionalidad planteada por los padres de la víctima y la nulidad del procesamiento pedida por el hermano del asesino confeso, Miguel Carcaño.

La Sección Séptima de la Audiencia de Sevilla ha levantado la sesión hasta mañana para deliberar sobre dichas cuestiones previas, mientras a las puertas del edificio varios centenares de personas han aguardado toda la mañana para abuchear con gritos de "asesinos" a los tres presuntos cómplices de Carcaño, que han entrado andando.

El asesino confeso, de 22 años, se enfrenta a una petición del fiscal de 52 años de cárcel y ha cambiado de nuevo su aspecto, pues ha acudido al juicio con el pelo muy corto y una pequeña cresta.

Carcaño, que ha sido trasladado desde la cárcel de Morón de la Frontera (Sevilla) y ha entrado en la Audiencia en un furgón policial, no ha intercambiado ni una palabra con los restantes imputados y ha permanecido impasible, escoltado por tres policías y sentado en la segunda fila del banquillo de los acusados.