Quique Bassat, pediatra y epidemiólogo del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) cree que las administraciones deben replantearse la decisión de reducir la distancia de seguridad en las aulas y, por tanto, aumentar el número de alumnos: “Parecería prudente empezar el curso con las mismas medidas esperando que la gran variante Delta no cause un cambio en la transmisión dentro de las escuelas”. Bassat cree que la proximidad física de los alumnos va a jugar un papel muy importante: “Me lo pensaría mucho lo de reducir la distancia y aumentar el número de alumnos porque estamos ante una variante peligrosa y puede ser difícil para su transmisión” ha dicho en RNE. Bassat calcula que empezaremos el curso con la mitad de la población adolescente vacunada y añade que puede que no sea necesaria la vacunación de los menores de 12 años si se consigue llegar a lo que llama “control de la pandemia”. Apuesta por no pensar en la llamada inmunidad de grupo y cambiarlo por su control epidemiológico. “Esto es aceptar que haya una cierta transmisión, pero tener suficientes personas vacunadas para evitar muertes y la enfermedad grave. Para eso es necesario tener como mínimo a la mitad de los adolescentes vacunados”. Por último descarta vacunar con una tercera dosis mientras que las vacunas no lleguen a todo el mundo. Solo apuesta por pinchar ese recuerdo a grupos muy concretos y muy vulnerables.
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