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Hablamos con la periodista de Televisión Española, Anna Bosch, sobre su libro 'El año que llegó Putin’, editado por Catarata, en el que se adentra en la sociedad rusa de finales de los noventa para explicarnos las claves del éxito del presidente ruso. “No hay que acercarse a Rusia desde nuestra mentalidad occidental, la sociedad que sigue respaldando a Putin se mueve por resortes completamente distintos”, asegura Bosch, que considera que la fortaleza de Putin reside en saber cuál es la debilidad de las democracias. “Sabe que las democracias de Occidente son más débiles porque la opinión pública importa. Él no tiene esa debilidad porque puede hacer lo que le dé la gana. Para Putin no hay ciudadanos, hay carne de cañón, peones sin derechos”.

La decisión del Gobierno ucraniano de mantener la resistencia en Bajmut hace que de nuevo la batalla por esta ciudad se intensifique en las últimas horas. Las fuerzas ucranianas tratan de reforzar sus posiciones defensivas y están moviendo vehículos y personal. Los rusos tratan de completar el cerco en torno a la ciudad y dicen que lo tienen prácticamente cerrado. Sin embargo, los ucranianos aseguran que todavía hay una vía de comunicación que les permite entrar y salir todavía de Bajmut. La batalla por la ciudad de Bajmut continúa con toda intensidad.

Informa Fran Sevilla y Carlos Mesas desde Chasiv Yar

Mientras la batalla de Bajmut se prolonga en el tiempo, toda la zona de la provincia de Donetsk se prepara para el previsible siguiente avance ruso.  Las defensas ucranianas continúan resistiendo y en la segunda línea están construyendo trincheras. Los rusos siguen atacando duramente y, aunque las defensas ucranianas están logrando detener en muchos puntos ese avance, el número de bajas está siendo elevadísimo. Se teme que la guerra se enquiste en toda esta zona con mucha más muerte y mucha más destrucción.

Informa Fran Sevilla, enviado especial de RNE a Ucrania

La ofensiva rusa en el Donbás continúa y Siversk es uno de los frentes más activos. La localidad, al norte de Donetsk, se encuentra completamente arrasada, pero allí todavía viven algunos civiles.  Se esconden en sótanos durante todo el día y solo salen a buscar algo de comida. Mientras tanto, los ucranianos preparan nuevas defensas y construyen trincheras para protegerse del avance ruso. Allí están los enviados de RNE, Fran Sevilla y Carlos Mesas.

La inteligencia militar británica ha confirmado que las fuerzas rusas continúan avanzando en Bajmut, aunque lo hacen con lentitud. Las autoridades ucranianas mantienen la orden de resistir, ya que a parte de la importancia estratégica, la ciudad tiene gran carga simbólica para ambos países. Para los rusos sería la primera victoria importante sobre el terreno desde hace más de 6 meses. Por eso, este sábado, el ministro de Defensa ruso, Sergei Shoigu, ha visitado a algunas unidades rusas desplegadas en las líneas del frente.

Informa Fran Sevilla y Carlos Mesas

Pasan las horas y la presión sobre la ciudad ucraniana de Bajmut es cada vez mayor. Las tropas rusas avanzan calle a calle. Kiev ha enviado unidades de élite, pero sus rutas de abastecimiento son muy limitadas. No obstante, el ejército ucraniano dice resistir los duros combates.

Foto: El ejército ucraniano dispara contra posiciones rusas cerca de Bajmut (Aris Messinis/AFP)

La guerra ha tensionado el sistema sanitario ucraniano y las organizaciones humanitarias han tenido que adaptarse a las necesidades de la población tanto en las zonas de guerra como en el resto del país, donde millones de personas han buscado refugio y necesitan asistencia médica. Según un informe de cinco ONG avalado por la ONU, el año pasado hubo más de 700 ataques a centros médicos, denegación de acceso a la atención sanitaria e interrupción de admisión de pacientes. Unos 200 sanitarios han sido asesinados, heridos, secuestrados o arrestados. Todo eso ha presionado al sistema sanitario, ya frágil antes de la guerra.

Foto: Un edificio de viviendas bombardeado en la ciudad ucraniana de Zaporiyia (REUTERS/Stringer)

Kramatorsk parece hoy más un centro militar que la gran ciudad industrial del este de Ucrania que era antes de que empezara la guerra. A menos de 20 kilómetros está el frente y muchos temen que si cae Bajmut, serán el siguiente objetivo. En la memoria de todos está el ataque ruso contra la estación del ferrocarril hace casi un año. Murieron 58 personas, todos civiles, por el impacto de un misil equipado con una ojiva de municiones de racimo.

Foto: Estación de tren de Kramatorsk (Dimitar DILKOFF/AFP)

Podría ser cuestión de horas o de pocos días para que la ciudad de Bajmut caiga bajo control ruso. La presión es cada vez mayor, según la Inteligencia británica. El ejército ucraniano dice resistir los duros combates. Kiev ha enviado unidades de élite a la zona, pero sus rutas de abastecimiento son limitadas. Bajmut está prácticamente destruida. El jefe del grupo mercenario ruso Wagner ha publicado un vídeo de soldados ucranianos muertos, antes de ser trasladados a territorio controlado por Kiev. Mientras, el ministro de Defensa ruso ha inspeccionado a sus tropas al sur de Donetsk. La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, se ha reunido por sorpresa con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en Leópolis, donde se celebra una conferencia sobre crímenes de guerra.

Foto: Un tanque ucraniano cerca de Bajmut (AP Photo/Evgeniy Maloletka)

Los defensores de Bajmut siguen resistiendo y protegerán la ciudad "hasta las últimas consecuencias" ya que, insisten, es territorio de Ucrania. Mientras tanto, las tropas rusas y los mercenarios del grupo Wagner tendrían cercada la zona, donde los ucranianos están construyendo nuevas trincheras y preparan una segunda línea de defensa, por si los rusos logran ocuparla. Allí están Fran Sevilla y Carlos Mesas.