Se trata de un pleno extraordinario para votar la contribución de España al tercer rescate a Grecia. Aunque no era necesario, Rajoy ha dicho que así se refuerza el proyecto europeo. El PSOE ya ha avanzado que votará a favor; mientras que Izquieda Unida lo hará en contra.
La economía de la zona euro se ralentizó ligeramente en el segundo trimestre del año, cuando creció un 0,3% respecto a los tres meses anteriores, cuando el PIB de los Diecinueve países del euro había avanzado un 0,4%, según los datos provisionales publicados este viernes por la agencia comunitaria de estadística Eurostat. El conjunto de la UE repuntó un 0,4% entre abril y junio, la misma tasa de crecimiento que en el trimestre previo. Por países, España avanzó un 1% y Grecia, un 0,8%, mientras el tradicional motor de la zona, Alemania presentó un avance del 0,4%, una décimas más que en el primer trimestre, pero por debajo de lo esperado por los analistas. El país de la eurozona que más creció fue Letonia (1,2%).
Tsipras ha sacado adelante la votación con 222 de los 300 diputados, gracias al apoyo de la oposición. Aunque los conservadores de Nueva Democracia ya han advertido que no le respaldarán si se somete a una moción de confianza, lo que acercaría la posibilidad de elecciones anticipadas.
El documento exige a Grecia la aplicación inmediata de algunas reformas. Entre ellas, la liberalización plena del sector energético y de algunas profesiones; la venta rápida de puertos y aeropuertos regionales. También pide eliminar incentivos fiscales al sector agrario; cambios en el IBI; subir el IVA en las islas y un plan urgente de lucha contra el fraude. Son medidas ineludibles para recibir en pocos días un primer tramo de 25.000 millones de euros de los 86.000 del tercer rescate.
A la espera del aval político del Eurogrupo, ya se puede calcular el dinero que comprometerá cada socio en forma de garantías. España cuenta con una participación en el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) de casi el 12%, con una aportación de algo más de 10.150 millones de euros. Por delante, Alemania tendría que poner unos 23.000 millones, en razón de su 27%, Francia, 17.400 millones, e Italia, 15.300 millones. El Gobierno griego se muestra satisfecho con el acuerdo alcanzado con los acreedores. Dice que las obligaciones de superávit del país se reducen un 11% en tres años, evitando ajustes por valor de 20.000 millones de euros.
De este modo Grecia no necesitará un segundo crédito puente -como defendía Alemania- para pagar al BCE los 3.500 millones que vencen el 20 de agosto. El acuerdo ha sido posible gracias a las últimas cesiones del Gobierno de Tsipras: se eliminará gradualmente la jubilación anticipada, se acabarán las exenciones fiscales para las islas griegas a finales de 2016, se pondrá en marcha un programa de privatizaciones y se liberalizará el mercado de la energía.
