Obama cambia el paso en su primer discurso sobre el estado de la Unión
- La creación de empleo y el déficit centrarán su primer gran debate parlamentario
- La derrota en Massachusetts cambia la agenda del Presidente
- Sigue el discurso en directo a las 03.00 (hora peninsular) en RTVE.es
Obama se centrará, política y formalmente, en la creación de empleo y en cómo atajar el monstruoso déficit público en su primer debate parlamentario sobre el estado de la Unión. El que mantuvo el año pasado no se considera como tal ya que apenas llevaba un mes en el cargo.
El discurso presidencial será a las nueve de la noche -tres de la madrugada en la Península-, en sesión conjunta ante las dos cámaras, y Obama tendrá oportunidad de exponer su visión sobre el presente y el futuro del país así como avanzar las prioridades legislativas. Lo hará en sus horas más bajas: el respaldo popular ronda el 50%, 20 puntos menos que hace un año.
La réplica a la visión del Presidente de EE.UU. la dará el flamante gobernador de Virginia, el republicano Bob McDonnell. No es casual. El vuelco de hace dos meses en Virginia fue un aviso de lo que se avecinaba: los republicanos levantaban cabeza gracias al descontento de una población que sufre un 10% de paro y no acaba de ver los beneficios del descontrolado gasto público.
Massachusetts cambia la agenda política
La derrota del partido Demócrata en Massachusetts ha cambiado la agenda política de Obama. El Gobierno no sólo ha perdido la mayoría en el Senado para sacar adelante proyectos sin el apoyo de la oposición. También sufre un desconcierto en sus propias filas: muchos congresistas demócratas temen perder el escaño en las elecciones del próximo mes de noviembre.
La primera víctima de la debacle ha sido la reforma sanitaria, justo cuando estaba al final del trámite parlamentario. El rechazo de los votantes ha frenado en seco la prioridad doméstica del Presidente. Una de las grandes incógnitas de esta noche es saber cómo orientará Obama su futuro. Lo más probable es que apueste por una versión más modesta, consensuada con la oposición.
Pero el nuevo escenario político en Washington condiciona toda la agenda de Obama. Desde la reforma financiera al control de las emisiones de gases de efecto invernadero. Todo lo que ha centrado su primer año de mandato, sin beneficios perceptibles en las encuestas.
Empleos y control del déficit
Las filtraciones de la Casa Blanca indican que Obama ha decidido cambiar las prioridades y hacer frente a los reproches de los votantes independientes, los que no están registrados en ningún partido, los que le han vuelto la espalda en Massachusetts.
Una de las quejas que trasladan las encuestas es que el Gobierno ha dedicado más esfuerzo a salvar el sistema financiero que ha crear empleos. De ahí el nuevo tono de Obama, que muchos medios califican de populista, contra los bancos: ha propuesto medidas para limitar su tamaño y frenar las actividades más especulativas.
En positivo, es previsible que Obama pida al Congreso que apruebe de una vez los estímulos fiscales a las pequeñas y medianas empresas, la cantera de empleo. Son incentivos a la contratación y la inversión. Más a largo plazo es la apuesta por la educación en los presupuestos del próximo año fiscal: un 6,5% de incremento. También habrá ayudas para el cuidado de ancianos y niños, los créditos universitarios y los planes de pensiones.
Más difícil es el control del déficit público, superior a 1,3 billones de dólares en 2010. Obama ha avanzado la congelación del gasto "discrecional". Es sólo la séptima parte de un presupuesto de 3,5 billones de dólares y no toca el gasto militar, sanitario o de Seguridad Social. Por eso, gran parte de esos recortes son simbólicos, como congelar los salarios del personal de la Casa Blanca. Y otros pueden despertar las iras de los congresistas, como la tijera en los fondos destinados a pequeños proyectos locales, cuyo único objetivo es ganar su voto.