El Gobierno defiende el papel de Zapatero en el acuerdo pese a su ausencia en la reunión clave
- Merkel y Sarkozy acuerdan el rescate y se lo comunican a Van Rompuy
- El presidente español logró "avances" con la canciller por teléfono
Dos reuniones con varios miembros fijos: Ángela Merkel, Nicolás Sarkozy, el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet y el presidente del Consejo Europeo, Hermann Van Rompuy. Un tema sobre la mesa: el rescate a Grecia. Y, más allá de las importantes gestiones previas, un ausente: el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Tanto el consejo informal celebrado el pasado mes de febrero como el consejo de primavera que se está celebrando en Bruselas han demostrado que, más allá de las presidencias de turno, el liderazgo europeo sigue estando en París y Berlín, que consideran que tienen que rendir cuentas al presidente europeo, que con el Tratado de Lisboa es Van Rompuy y no el presidente que ejerce la presidencia de turno.
La presidencia española subraya que aunque los últimos flecos del acuerdo se han cerrado en la entrevista entre Merkel y Sarkozy el Gobierno de Zapatero ha estado "absolutamente presente, donde tenía que estar, para acercar posturas".
Así, si el pasado lunes Zapatero mantuvo una conversación telefónica con el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, el martes se reunió en París con Sarkozy para adoptar una postura conjunta y por la tarde hablaba con Van Rompuy.
El jefe del ejecutivo ha arrancado el día lanzado un órdago: los 2.000 millones de euros que está dispuesto a poner sobre la mesa en concepto de préstamos bilaterales al país heleno.
Con esta declaración, Zapatero quería poner la pelota directamente en el tejado de la canciller alemana, Ángela Merkel, que esta mañana en Berlín seguía estando reacia a un rescate europeo y se mostraba partidaria a una intervención del FMI.
Luego, el propio presidente español consideraba "razonable" que los países de la zona euro concedan préstamos bilaterales a Grecia, pero señalaba que también veía "admisible" la participación del FMI en esta operación de apoyo a Atenas, tal y como pedía Berlín.
Conversación con avances
Estaba preparando el terreno para la conversación telefónica con Merkel, en la que trató de convencerle para cerrar una solución para el país griego en el consejo europeo, sin esperar más ya que el presidente español consideraba que entonces la salida sería más costosa.
Y, al menos en el lenguaje, Zapatero consiguió "avances", ya que la canciller se mostró dispuesta a estudiar una combinación entre la ayuda bilateral y el rescate del FMI. De hecho, la Presidencia española destaca el papel decisivo de ese diálogo para llevar a Merkel a la ruta del acuerdo.
Estaba preparado el terreno para el acuerdo final entre Sarkozy y Merkel en un almuerzo donde había 'fumata' blanca. Eso sí, el contenido del pacto -por el que se aceptan los préstamos bilaterales pero siempre que haya unanimidad en la zona euro- no se lo llevaron a Zapatero, sino a Van Rompuy.
Al fin y al cabo, es a él al que le correspondía informar al resto de miembros de la UE y del Eurogrupo como presidente de la UE.