Los mercados aumentan la presión sobre Grecia y otras economías mediterráneas
- Las bolsas de Atenas, Lisboa y Madrid registran fuertes caídas
- El euro vuelve a su mínimo del último año frente al dólar
La preocupación sobre las cuentas públicas de Grecia y su transparencia ha arrastrado este jueves a los principales índices bursátiles europeos. Esa tendencia se ha confirmado justo antes del cierre de la sesión, cuando la agencia de calificación Moody's ha anunciado la rebaja de la nota de la deuda griega desde A2 a A3 y su advertencia de nuevos recortes si no funcionan los programas de austeridad del gobierno de Atenas.
En Madrid, el Ibex 35 ha bajado un 2,19%, una de las mayores caídas del continente, como reacción al temor de los inversores de que España se vea contagiada por la crisis griega.
Ese mismo temor se ha vivido en la Bolsa de Lisboa, cuyo índice selectivo PSI 20 se ha desplomado un 2,57%. La creciente desconfianza de los mercados internacionales ante las perspectivas financieras de Portugal y el miedo, injustificado según su Gobierno, a que pueda seguir los pasos de Grecia contribuyeron también a la caída, según los expertos.
Los intereses y seguros sobre la deuda lusa, en sus niveles más altos desde finales de los años noventa, volvieron a subir este jueves y han colocado a Portugal entre los países más castigados del mundo, superados en Europa solo por Grecia e Islandia.
Aumenta el coste de la deuda española
En España, la rentabilidad del bono a 10 años se colocó en el 3,95%, en comparación con el 3,86% de la jornada anterior. Como consecuencia de esas tensiones, la subasta de obligaciones a 15 años que ha realizado este jueves el Tesoro español no ha cumplido las expectativas, dada la elevada rentabilidad que se ha tenido que ofrecer.
Las tensiones también se trasladaron a los seguros que permiten cubrirse del impago de la deuda estatal, que conocen por CDS, siglas derivadas de su denominación en inglés: Credit Default Swaps. Esos seguros sobre la deuda española se quedaron cerca del máximo marcado el 8 de febrero, cuando estos instrumentos se llegaron a pagar por 173.000 dólares.
El resto de plazas europeas también ha cerrado la sesión en números rojos. El índice Cac 40 de París ha cedido un 1,33%, el Dax de Fráncfort ha bajado un 0,99% y el FTSE-100 de Londres, un 1,02%. En Italia, el FTSE-Mib de Milán se ha contagiado de las dudas sobre los países mediterráneos y ha descendido un 1,86%, pero la mayor caída con diferencia ha sido la de Atenas, donde el índice principal se ha desplomado un 4,39%.
El origen: las dudas sobre los déficits
Después de la carga de los mercados contra los países de la Eurozona considerados más débiles, la divisa europea ha retrocedido frente al dólar estadounidense y ha vuelto a situarse en su cotización mínima de los últimos diez meses al cambiarse en 1,32 dólares.
El origen de todas esas dudas ha sido la publicación de los balances de déficit y deuda públicos en 2009 de todos los países de la Unión Europea por parte de Eurostat. España y Portugal figuran entre los cinco países con déficits más elevados (11,2% del PIB en el caso español y 9,4% en el portugués), una lista encabezada por Irlanda (14,3%).
Los datos difundidos por la oficina de estadística europea coinciden con publicaciones anteriores, salvo en el caso de Atenas, cuyo déficit se ha revisado al alza, desde el 12,7% hasta el 13,6%.
Grecia no reestructurará su deuda
Ese aumento significa que Grecia debe recorrer más camino del previsto para reabsorber ese déficit y cumplir el límite de 3% impuesto por el Pacto de Estabilidad que hace posible la existencia del euro. Sin embargo, el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantinu, ha negado una revisión del plan de austeridad diseñado para este año por su Gobierno y que prevé rebajar el déficit en cuatro puntos.
Papaconstantinu también ha desmentido "de forma categórica" que el país vaya a reestructurar su deuda, tal y como desean muchos en los mercados. Esa posibilidad "no sólo no la contemplamos nosotros, sino que no ha sido discutida ni por la Comisión Europea ni por el FMI", ha insistido.
"Algunos analistas están convencidos de que Grecia va a vivir la misma situación que Argentina" en 2001, cuando se vió obligada a elegir entre decretar una moratoria de su deuda (que es lo que hizo) o reestructurar su deuda, ha explicado Jean-François Robin, analista de Natixis.
Uno de ellos es Erik Nielsen, economista jefe de Goldman Sachs en Europa, para quien una renegociación voluntaria de la deuda, acompañada del paquete de rescate prometido por la Eurozona y el FMI sería "el mejor escenario" porque el Gobierno griego podría conseguir "oxígeno durante mucho tiempo para llevar a cabo las reformas necesarias".
Con ese panorama, la prima de riesgo sobre sus bonos a 10 años se ha elevado más de medio punto porcentual, hasta alcanzar el 8,7%, el máximo de los últimos 12 años y casi el triple de lo que paga Alemania por su deuda soberana.
España no inquieta al FMI
A preguntas de los periodistas sobre una eventual intervención en España o Portugal del Fondo Monetario Internacional (FMI) en España o Portugal, su director gerente, Dominique Strauss-Khan, ha asegurado que no le inquieta la situación de ninguno de esos países. El ex ministro francés ha señalado que el FMI no ve la necesidad en este momento "de fijarse en otros países aparte de Grecia".
El FMI ya destacó en febrero la diferencia entre la situación de Grecia y la de España y Portugal, pues a su juicio, esos dos últimos países cuentan con unas buenas estadísticas económicas, buenos historiales de política económica y credibilidad, y sus situaciones fiscales de partida eran fuertes.
Por contra, Strauss-Kahn sí ha descrito la situación de Grecia como "muy seria". Sobre la revisión al alza de sus datos de déficit, el director del FMI ha advertido que ese empeoramiento "no ayuda". "Si el problema comienza un poco peor que lo previsto, debemos tenerlo en cuenta y formará parte de las conversaciones con las autoridades griegas" que se iniciaron este miércoles, ha explicado.
En esa misma rueda de prensa, Strauss-Khan se ha pronunciado sobre la reforma financiera que prepara la Administración Obama y que el propio presidente ha explicado este jueves en Nueva York a directivos y ejecutivos de entidades financieras internacionales. Según el director gerente del FMI, esa reforma del sistema financiero llega "demasiado pronto", ya que las decisiones que se tomen en Estados Unidos pueden tener repercusiones en el resto del mundo.